Los 'trolls' se apoderan del debate
La participaci¨®n de provocadores degrada la conversaci¨®n en determinados espacios de la web. El blog de I?aki Gabilondo es uno de los m¨¢s afectados
"I?aki, hijo puta", "I?aki apesta". "Me voy a hacer una paja, ahora vengo". Eran entradas cortas, ni siquiera las m¨¢s virulentas, y pod¨ªan leerse el jueves entre los comentarios que segu¨ªa al v¨ªdeo de I?aki Gabilondo en elpais.com. ?Puede permitir este diario que uno de los periodistas m¨¢s respetados de este pa¨ªs sea tratado de este modo en sus p¨¢ginas? Creo que no. "Me meo en vuestras igualdades, ahora mismo me voy a que me d¨¦ un masaje una amiga que est¨¢ como un tren y a la que despu¨¦s pondr¨¦ a cuatro patas, mientras vosotras segu¨ªs amargadas hablando de tonter¨ªas. Y si hoy con suerte matan a alguna lagarta que se quer¨ªa quedar con el piso del exmarido, me abrir¨¦ una cervecita para celebrarlo". Este comentario, sobre el que me advirti¨® Gema Solanas, se public¨® en el blog colectivo de Mujeres y es solo una muestra del tono que tratan de imponer los muchos trolls (provocadores) que frecuentan ese espacio.
El diario no debe dejarse amedrentar por quienes lo acusan de censura
Lamento, queridos lectores, haber tenido que comenzar este art¨ªculo de manera tan soez. Pero quer¨ªa que supieran de qu¨¦ estoy hablando. Lo he preguntado ya dos veces en esta misma tribuna: ?Es este el tipo de conversaci¨®n que quiere propiciar EL PA?S? ?Qu¨¦ creen los responsables del diario que piensan nuestros lectores cuando tropiezan con frases como esas? Gumersindo Lafuente y Borja Echevarr¨ªa, responsables del desarrollo digital, insisten en que el objetivo es lograr una conversaci¨®n respetuosa y de calidad. "Es una cuesti¨®n que nos preocupa y nos ocupa, porque cuando es a gritos, ya no es conversaci¨®n", sostiene Echevarr¨ªa. "Hemos tomado medidas, pero convencer al lector lleva tiempo", a?ade Lafuente. Aprecio los esfuerzos hechos, pero muchos lectores siguen quej¨¢ndose del tono lamentable de algunos comentarios. Me temo que la velocidad y envergadura del desaf¨ªo exceden en mucho la capacidad de los medios habilitados.
Comparto el criterio de que el diario debe abrirse lo m¨¢ximo posible a la participaci¨®n. Celebro tambien la nueva iniciativa de la secci¨®n de Sociedad de abrir su agenda a los lectores y les invito encarecidamente a participar en ella. Creo que ya habr¨¢n podido comprobar que soy una firme defensora del debate plural y de la libertad de cr¨ªtica, incluida, por supuesto, la cr¨ªtica al trabajo de los periodistas. Pero una cosa es la cr¨ªtica y otra el insulto y la difamaci¨®n. Una cosa es el debate, y otra el griter¨ªo.
Al disgusto de los lectores se suma ahora el de algunos periodistas y corresponsales del propio diario. Elvira Lindo tuvo la valent¨ªa el domingo pasado de exponer una preocupaci¨®n que comparten otros colaboradores y periodistas. Los comentarios al videoblog de I?aki Gabilondo son uno de los exponentes m¨¢s claros del problema. Gabilondo me ha confesado que ha pensado seriamente en dejar de hacerlo. Que cada vez que entra en el foro y ve el tono del debate, se pregunta si merece la pena continuar. Varios lectores me han escrito en su defensa, entre ellos Jon Guergu¨¦, quien el 23 de noviembre me escribi¨® para que interviniera, alarmado tal vez porque, entre los muchos insultos y groser¨ªas que reproduc¨ªa, hab¨ªa una entrada que invitaba abiertamente a agredirle. Este lector considera que lo que ocurre en este espacio no tiene parang¨®n "en ning¨²n otro foro o publicaci¨®n de calidad", lo cual "deja en muy mal lugar tanto a EL PA?S como a Espa?a".
M¨¢s all¨¢ del sentimiento que le provoca, I?aki Gabilondo lamenta la velocidad a la que se est¨¢ malogrando "una oportunidad tan extraordinaria como la que brinda Internet". "Lo que deb¨ªa ser una maravillosa plaza p¨²blica, un lugar de encuentro y de debate de puntos de vista diferentes, se est¨¢ perdiendo por el asalto de unos cuantos que, apelando a la libertad de expresi¨®n, la est¨¢n convirtiendo en un gigantesco botell¨®n. Eso me irrita todav¨ªa m¨¢s que el insulto", a?ade. Gabilondo cree que para que haya debate debe garantizarse que los que quieren debatir tengan oportunidad de hacerlo, cosa que ahora no ocurre. "Mucha gente que tiene cosas interesantes que decir ha renunciado a participar porque si lo hace, tiene la desagradable impresi¨®n de que se mete en un cuadril¨¢tero".
Otros periodistas comparten la misma sensaci¨®n. Juan Cruz, autor del libro Contra el insulto, afirma: "El anonimato ha entrado casi jugando en las redes sociales y en los comentarios abiertos en los medios digitales. Ha degradado la conversaci¨®n y ha sometido a las personas y a las instituciones al chantaje del insulto, pues no se puede responder a an¨®nimos. Ese es, a mi parecer, el problema m¨¢s grave".
Timothy Campbell escribi¨® hace ya a?os un esclarecedor art¨ªculo titulado ?Qu¨¦ es un troll de Internet?, en el que aborda c¨®mo tratarlos. Algunos los combaten ignor¨¢ndolos. Otros tratando de atraerlos a su terreno, como hac¨ªa el jueves Gonzalo Fanjul en su blog. Pero yo creo que la degradaci¨®n de la conversaci¨®n se ha convertido en un problema grave de control de calidad. Si el diario permite que los energ¨²menos se apoderen del espacio que brinda para la participaci¨®n, esta ser¨¢ cada vez de peor calidad, porque como ya dije en otro art¨ªculo, quienes est¨¢n interesados en un debate respetuoso, huyen despavoridos.
El ejemplo m¨¢s claro es el blog Mujeres. Su impulsora, la subdirectora Berna Gonz¨¢lez-Harbour, explica que fue creado para propiciar un debate sobre los problemas de la igualdad. Pero ha sido colonizado por un reducido grupo de machistas recalcitrantes que est¨¢n degradando el debate. Si otros diarios de calidad han conseguido que eso no ocurra, ?qu¨¦ debe hacer EL PA?S para evitarlo? "Mi experiencia me dice que se ensucia sobre lo que est¨¢ sucio, y no se ensucia sobre lo que est¨¢ limpio", sostiene I?aki Gabilondo. Creo que ah¨ª est¨¢ la clave de la cuesti¨®n.
El primer paso ha de ser, pues, limpiar. Hemos de conseguir que la conversaci¨®n sea en todo el diario como la que pudimos ver en la entrada ?Hay un ¨¦xodo a Estados Unidos? Es una prueba de que es posible. Pero, para ello, habr¨¢ que dedicar m¨¢s esfuerzo. Los lectores habr¨¢n podido apreciar la mejora que ha supuesto el nuevo sistema de control de comentarios a trav¨¦s de Eskup, que exige registro previo para poder participar y que expulsa, previa advertencia, a quien no respete las normas. La herramienta que permite a los lectores se?alar como insulto un comentario es muy ¨²til, pues facilita la tarea de los editores. Pero el control es a¨²n deficiente, sobre todo porque las secciones no pueden asumir la carga de trabajo que representa supervisar todos los comentarios.
Hasta ahora, en el sistema controlado por Eskup se ha vetado a 74 participantes. Algunos de ellos se han dirigido a la Defensora para quejarse de que el diario "ejerce una intolerable censura e impide la libertad de expresi¨®n". Pero la Defensora lo tiene muy claro: eso no es censura. Simplemente, se aplican las normas de educaci¨®n y calidad que exige nuestro Libro de Estilo. Creo que el diario no debe dejarse amedrentar por estos argumentos. Ha de dejar claro que no quiere insultos ni descalificaciones, y la forma de hacerlo es no permiti¨¦ndolos. Porque por muchas proclamas que hagan sus responsables, si los lectores comprueban que de la noticia para abajo, en muchas ocasiones todo vale, nunca se romper¨¢ la espiral de la degradaci¨®n.
Propongo, pues, que se destinen m¨¢s medios y se establezcan criterios claros tambi¨¦n en el caso de los blogs. En estos momentos hay 104 operativos. Los blogs pueden estar o no abiertos a comentarios. Los abiertos tienen dos posibilidades, el control previo de los comentarios o el posterior. Cuando el administrador no pueda garantizar una vigilancia permanente, sugiero que se adopte el control previo. Y en el caso del videoblog de I?aki Gabilondo, dada la degradaci¨®n alcanzada, si la redacci¨®n no es capaz de garantizar una supervisi¨®n que permita un debate respetuoso y de calidad, como merece su autor, creo que ser¨¢ mejor cerrarlo a comentarios.
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