El hombre que no quer¨ªa vender
"Se?or Jove, ?se considera usted un buen conocedor del sector inmobiliario", inici¨® sus preguntas el abogado de Martinsa-Fadesa. "Creo que s¨ª, o as¨ª lo demostr¨¦", contest¨® Manuel Jove, el hombre que fund¨® Fadesa y la llev¨® a lo m¨¢s alto del sector que afirmaba creer conocer, y a la que ahora representa el letrado que le interroga. El antiguo carpintero que todav¨ªa pasa sus ratos libres construyendo muebles de ¨¦poca ocupa y llena una silla funcional, tapizada de rojo, con una mesa que completa el estilo casi escolar del conjunto, en el centro de la sala de vistas del Juzgado Mercantil n¨²mero 1 de A Coru?a. Los juzgados administrativos est¨¢n en el edificio Proa, un paralelep¨ªpedo de cristal de l¨ªneas desafiantes que construy¨® hace una d¨¦cada Fadesa y todav¨ªa es propiedad de Jove. El expresidente de la constructora probablemente podr¨ªa verlo desde su antiguo despacho, al otro lado de la avenida Alfonso Molina.
"Mart¨ªn me dijo que era el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida", afirma Jove sobre la compra
El interior de los juzgados carece del glamour exterior del edificio, y no solo para el hombre que se sienta en la silla roja en una sala peque?a, atestada de periodistas, asesores y gente de traje que portan carteras y arrastran trolleys. El juez Pablo Gonz¨¢lez-Carrer¨® ha iniciado la sesi¨®n informando a las partes sobre la duraci¨®n de la vista ("pensamos acabar esta semana. Finalizaremos a las dos, y si es necesario continuaremos alguna tarde. Sean clementes con ustedes mismos y con el tribunal y procuren ser breves") y recomendando al principal acusado que, si no entiende algo, puede preguntar. Jove entiende hasta las segundas intenciones del acusador. "No s¨¦ por qu¨¦ me pregunta tanto sobre el suelo, si ese no es el objeto de la demanda".
La demanda se centra precisamente en afirmar que Jove hinch¨® los activos de la empresa al comprador (Fernando Mart¨ªn). El vendedor no solo neg¨® estar al tanto de las valoraciones que hac¨ªa su empresa ("ten¨ªamos delegaciones en 17 comunidades y en ocho pa¨ªses. Las hac¨ªan los responsables de cada ¨¢rea") y que transmiti¨® a la sociedad tasadora, Richard Ellis, sino que desminti¨® que el suelo fuese un activo de su grupo ("el activo eran los beneficios") o que el Plan de Ordenaci¨®n Territorial de Andaluc¨ªa (POTA) que entr¨® en vigor poco antes de la venta restase valor a sus terrenos en aquella comunidad, al no poder construir en casi ninguno, seg¨²n la acusaci¨®n ("el POTA fue de lo mejor que pudo pasar. No paraliz¨® nada. Fue una suerte para Andaluc¨ªa"). Jove record¨® que la especialidad de Martinsa, los compradores, era precisamente la gesti¨®n del suelo.
La declaraci¨®n del expresidente de Fadesa en la peque?a sala del juzgado revela tambi¨¦n uno de los mayores misterios de las movimientos tect¨®nicos empresariales previos a la crisis. "Yo no quer¨ªa vender, ellos quisieron comprar", matiz¨® Jove el origen de la operaci¨®n. Quien le dijo que alguien quer¨ªa hablar con ¨¦l fue un hombre de Morgan Stanley. "Joaqu¨ªn... Joaqu¨ªn...", dud¨® Jove hasta que a preguntas de su abogado record¨® el nombre -Joaqu¨ªn Arenas- de quien hizo ganar a la consultora 100 millones de euros en la operaci¨®n. Los pormenores se concretaron en una comida en Madrid, con Fernando Mart¨ªn ?lvarez y Antonio Mart¨ªn Criado, cuando el empresario gallego volv¨ªa de Par¨ªs. "Al acabar, se levantaron, me dieron un abrazo y me dijeron: '¨¦ste es el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida".
Jove neg¨® tambi¨¦n que los 49 millones de euros que dio en bonus a 800 empleados antes de la venta fuesen, como dijo sin decirlo la acusaci¨®n, para tenerlos de su parte. "A cambio solo quer¨ªa cari?o. Les dije que se portasen con el nuevo presidente como se portaron conmigo", dijo. Tambi¨¦n revel¨® su lado m¨¢s vulnerable cuando admiti¨® haber dado, un a?o despu¨¦s de la venta, otros 200 millones al comprador a cambio de que no interpusiese una demanda, a pesar de que consideraba que no se pod¨ªa basar en nada: "A lo mejor hice mal, pero no quer¨ªa pasar lo que estoy pasando".
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