Nueve asaltos y una esperanza
Espa?a cambi¨® de piel en un a?o deprimente para la econom¨ªa y el empleo, con recortes dolorosos del Estado de bienestar, con protestas callejeras de indignados a todas horas y en todas partes, y con dos contiendas electorales que pintaron el pa¨ªs de azul-PP. El poder hegem¨®nico socialista de los ¨²ltimos siete a?os enferm¨® gravemente hasta morir en la desembocadura de 2011.
La debacle
El PSOE se consumi¨® en un combate consigo mismo para superar el socav¨®n abierto a sus pies el 12 de mayo de 2010. Ese d¨ªa, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el l¨ªder que devolvi¨® poder y gloria a su partido, anunci¨® en 120 segundos de funeral parlamentario un colosal recorte del gasto p¨²blico en nueve medidas para evitar la ca¨ªda de Espa?a al pozo de los pa¨ªses en quiebra.
Sin di¨¢logo. Aguirre y sus consejeros optaron por el ataque y el insulto a los profesores
Desde entonces y hasta hoy, tres millones de funcionarios (con menos sueldo que hace dos a?os), cinco millones de parados (sin perspectivas de encontrar un empleo), ocho millones de pensionistas (con su paga congelada o casi) y 20 millones de trabajadores (temerosos de perder la n¨®mina y cabreados por tener que jubilarse m¨¢s tarde) sufren inquietos el porvenir. Treinta y cinco millones de personas tienen derecho a voto en Espa?a.
El a?o amaneci¨® con tibias perspectivas de mejora econ¨®mica y de creaci¨®n de empleo, pero fue zarandeado a comienzos del verano por una tormenta de desconfianza que provoc¨® la reca¨ªda, el aumento del paro y el regreso a la amenaza de recesi¨®n.
En ese ambiente de congoja generalizada, el PSOE perdi¨® en mayo 1,5 millones de votos, el poder que atesoraba en seis comunidades aut¨®nomas y en cientos de alcald¨ªas donde se celebraron elecciones. Solo unos meses despu¨¦s de aquella primera derrota anunciada, el PSOE tambi¨¦n perdi¨® el Gobierno de la naci¨®n con un resultado que super¨® incluso la cat¨¢strofe electoral de mayo.
El efecto Rubalcaba, el candidato que sucedi¨® a Zapatero como ¨²nica alternativa para evitar el descalabro anunciado, no sirvi¨® de nada. Un total de 4,5 millones de votantes socialistas emigraron sin rumbo fijo, unos al purgatorio de la abstenci¨®n, otros al PP, otros a IU o a UPyD, algunos a Equo... Cuenta un dirigente socialista, que pas¨® el disgusto del 20-N entre despachos de la calle de Ferraz, que el presidente del Gobierno se lamentaba esa madrugada de que por cada punto porcentual que hab¨ªa aumentado el paro en los ¨²ltimos tres a?os, el PSOE hab¨ªa perdido el mismo porcentaje de votos.
Zapatero inici¨® su segundo mandato prometiendo el pleno empleo y con un 9,7% de paro (dos millones de desempleados). Termin¨® con un 21,52% (casi cinco millones).
El PSOE, que ha gobernado en Espa?a 21 a?os en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, tiene ante s¨ª un futuro incierto al que mira con inquietud en busca de un liderazgo que le ayude a salir del pozo.
Todo el poder en manos del PP
Mariano Rajoy es el sexto presidente del Gobierno de la reciente etapa democr¨¢tica gracias a su demostrada capacidad para resistir al hundimiento. Zarandeado por su propio partido tras su segunda derrota electoral de 2008, cuestionado por casi todos debido a su escaso tir¨®n electoral, criticado por muchos ante su discreta autoridad y ninguneado en todas las encuestas de valoraci¨®n de l¨ªderes, Rajoy ha logrado enderezar su carrera pol¨ªtica entre silencios clamorosos y una crisis econ¨®mica que elimin¨® a los socialistas, por su incapacidad para combatirla, muchos meses antes de que comenzara la contienda electoral. Con todo en contra, Rajoy flot¨®. Con todo a favor, Rajoy aterriz¨® sin hacer ruido en el Palacio de la Moncloa.
Un tercio de los espa?oles con derecho a voto (diez millones de ciudadanos mayores de 18 a?os) es tan fiel al Partido Popular desde hace casi quince a?os que, sin programa y sin l¨ªder carism¨¢tico, esta formaci¨®n pol¨ªtica alcanza el poder siempre que sus adversarios sufren alg¨²n imprevisto.
En estas condiciones, Rajoy firm¨® el mejor resultado de la historia de su partido, con una mayor¨ªa absoluta para gestionar sin trabas la Administraci¨®n central, y con tres cuartas partes de la Espa?a auton¨®mica y municipal en manos de dirigentes de su partido. Nunca nadie concentr¨® tanto poder en Espa?a.
Una sociedad indignada
La democracia espa?ola estren¨® indignaci¨®n en la primavera de 2011 gracias al efecto multiplicador de las redes sociales y a la voluntad rebelde de un grupo de j¨®venes muy activo que moviliz¨® a decenas de miles de personas en las principales plazas de las capitales desde el 15 de mayo.
La situaci¨®n abonaba el estallido del malestar. Cinco millones de desempleados, un 43% de desempleo juvenil, un mill¨®n y medio de hogares con todos sus miembros activos en paro. Bancos quebrados por la irresponsabilidad de sus gestores. Pol¨ªticos imputados por meter la mano en la caja p¨²blica. Trescientos desahucios diarios por impago de hipotecas... Los indignados gritaron contra el sistema electoral que machacaba a las minor¨ªas; contra los para¨ªsos fiscales que nadie combat¨ªa; contra las pr¨¢cticas bancarias que maltrataban a los hipotecados; contra los privilegios que manten¨ªa la clase pol¨ªtica; contra la endogamia de los partidos que no cesaba... Durante mayo captaron la simpat¨ªa de muchos ciudadanos, m¨¢s atentos a sus movimientos que a las consignas de los candidatos que ped¨ªan el voto en las elecciones auton¨®micas y municipales.
La Puerta del Sol fue el kil¨®metro cero de esa iniciativa asamblearia horizontal que a base de tenderetes de cart¨®n, madera y pl¨¢stico levant¨® un campamento en la plaza convertido en el icono de una protesta social que tuvo y tiene repercusi¨®n en otros lugares del mundo.
La izquierda se arrim¨® con recelo al movimiento mientras la derecha lo rechazaba con sordina. Su efecto electoral fue casi nulo. Los partidos de izquierda incorporaron algunas de las reivindicaciones del 15-M a sus promesas de campa?a, aunque gan¨® el PP por goleada.
El movimiento 15-M tiene hoy un futuro tan incierto como el del PSOE.
Amenaza exterior por carta
Una carta del Banco Central Europeo (BCE) lleg¨® al Palacio de la Moncloa al comenzar el verano exigiendo medidas para evitar la quiebra y amarg¨® la ¨²ltima etapa de Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. De todas las amenazas que inclu¨ªa aquella misiva, todav¨ªa secreta por voluntad expresa del presidente, alguna hizo efecto porque Zapatero puso en marcha una reforma urgente de la Constituci¨®n para garantizar que las administraciones p¨²blicas no iban a gastar m¨¢s de lo debido y que se iba a imponer un l¨ªmite del 0,4% al d¨¦ficit p¨²blico (diferencia entre ingresos y gastos) a partir de 2020.
Rajoy acept¨® la enmienda a la Carta Magna encantado, y los partidos minoritarios se quejaron sin ning¨²n ¨¦xito. La intocable Constituci¨®n Espa?ola, que mantiene intacta su cl¨¢usula machista e inconstitucional de la sucesi¨®n de la Corona pese al acuerdo de todos para sustituirla, hab¨ªa sido modificada por la amenaza expresada en cuatro l¨ªneas de una carta. Una amenaza exterior por escrito nunca tuvo tanto efecto.
Catalu?a pasa fr¨ªo
Catalu?a sufri¨® de fr¨ªo todo el a?o por culpa de sus deudas. El nuevo Gobierno de Artur Mas dedic¨® toda su energ¨ªa a recortar gastos, y para ello adelgaz¨® la sanidad p¨²blica y los sueldos de sus 200.000 empleados. La herencia recibida del anterior Ejecutivo tripartito (PSC m¨¢s ERC m¨¢s ICV), el maltrato del Ejecutivo central a Catalu?a y los males de la crisis econ¨®mica permitieron a los recortadores justificarse. La calle se llen¨® de protestas y la sospecha de que la vida de los enfermos pod¨ªa estar amenazada por la tijera de los gobernantes llev¨® zozobra a la sociedad catalana.
El presidente catal¨¢n reclam¨® una nueva distribuci¨®n de la riqueza en Espa?a para que Catalu?a recibiera mucho m¨¢s que ahora y lo llam¨® Pacto Fiscal. Ni Zapatero antes, ni Rajoy ahora se han dado por enterados. A CiU, su letan¨ªa le fue muy bien en las elecciones generales del 20-N y no sufrieron da?o electoral por sus medidas de ahorro.
Marea verde contra
los recortes educativos
La Comunidad de Madrid se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en destacado laboratorio de experimentos educativos que se extienden por otras partes de Espa?a. Desde los institutos p¨²blicos biling¨¹es hasta las aulas de bachillerato de excelencia para alumnos seleccionados en funci¨®n de sus calificaciones. Madrid dedica mucho presupuesto p¨²blico a subvencionar centros privados y aprueba desgravaciones fiscales para la compra de uniformes escolares. Madrid ha defendido la autoridad del profesor como instrumento esencial para mejorar la educaci¨®n y hasta la tarima en las aulas como mobiliario de estrat¨¦gico poder pedag¨®gico.
Y Madrid, en plena crisis y con los ingresos desplomados, ha optado por ahorrar decenas de millones de euros en profesores. Al comenzar el curso 2011-2012, el Gobierno regional opt¨® por no renovar el contrato a cientos de interinos (3.000, seg¨²n los sindicatos) y para cubrir ese agujero decidi¨® ampliar las horas lectivas semanales de los profesores fijos de 18 a 20 (la normativa vigente establece una horquilla entre 18 y 21 horas).
Esa decisi¨®n, que empeora la escuela p¨²blica con la disminuci¨®n del ratio de profesores por alumno, sac¨® a la calle a miles de docentes, padres de alumnos y alumnos que vistieron camisetas verdes para protestar por el tijeretazo de Esperanza Aguirre.
La presidenta y sus consejeros optaron por el ataque y el insulto a los profesores para contrarrestar las nueve huelgas convocadas en los cuatro ¨²ltimos meses de 2011. Sin di¨¢logo, se produjeron paros casi todas las semanas que perjudicaron a cientos de miles de alumnos en el inicio de curso.
La batalla de la corrupci¨®n
La corrupci¨®n se asom¨® a los bancos en dificultades con directivos quebrados por la irresponsabilidad y la avaricia. Las indemnizaciones por despido o jubilaci¨®n cobradas por muchos de ellos, responsables de una gesti¨®n ruinosa y mayoritariamente colocados a dedo por los partidos pol¨ªticos, fueron tan desorbitadas que provocaron cierta alarma social.
La corrupci¨®n sigui¨® instalada en algunas administraciones p¨²blicas y los jueces continuaron instruyendo causas interminables atascadas entre cataratas de recursos de potentes bufetes de abogados.
Los grandes sumarios que afectan a los cargos p¨²blicos y pol¨ªticos de los principales partidos siguen pendientes de soluci¨®n.
Nueve a?os despu¨¦s de que se abriera la causa por grave corrupci¨®n contra Carlos Fabra, expresidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y l¨ªder del PP en esa provincia, a¨²n se ignora la fecha del juicio.
Tres a?os despu¨¦s de que estallara el caso G¨¹rtel, la mayor trama de corrupci¨®n vinculada a un partido pol¨ªtico en democracia, la causa general fue de la Audiencia Nacional al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ahora ha vuelto a la Audiencia. Solo la causa separada por cohecho contra el expresidente valenciano Francisco Camps lleg¨® a juicio.
Al Gobierno socialista, aparentemente libre de corrupci¨®n durante los siete a?os de mandato, le sali¨® una espina a las puertas del inicio de la campa?a electoral. El todopoderoso vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento y portavoz del Ejecutivo, Jos¨¦ Blanco, trat¨® con empresarios gallegos imputados por corrupci¨®n y sali¨® escaldado. Uno de ellos, con el que se vio en una gasolinera dentro de su coche oficial en el que viajaba con su ch¨®fer y su escolta policial, le acus¨® de cobrar por hacerle favores. Tras aquella confesi¨®n, la juez dej¨® en libertad al empresario acusador.
Los supuestos favores, que deber¨ªan haber aprobado los ministerios de Econom¨ªa (una subvenci¨®n) y Sanidad (una autorizaci¨®n para comercializar medicamentos), no se produjeron. El ministro est¨¢ pendiente de que el Supremo investigue si en sus relaciones con empresarios cometi¨® tr¨¢fico de influencias y cohecho.
La corrupci¨®n alcanz¨®, en una pirueta de enorme repercusi¨®n social, a un miembro de la familia real, salpicado por el esc¨¢ndalo de las adjudicaciones a dedo, disparatadas y sin control del Gobierno del PP en Baleares.
La Casa Real se ensucia
Los negocios de I?aki Urdangarin (43 a?os), yerno del Rey desde 1997 y esposo de la infanta Cristina, s¨¦ptima en la l¨ªnea de sucesi¨®n de la Corona, pusieron a la familia real en un brete. El duque de Palma us¨® su posici¨®n para hacer negocios muy lucrativos que intent¨® ocultar bajo la tapadera de un instituto sin ¨¢nimo de lucro llamado N¨®os. Los fondos p¨²blicos, que logr¨® de administraciones gobernadas mayoritariamente por dirigentes del PP inmersos en casos de corrupci¨®n, los desvi¨® hacia una trama de empresas privadas de su propiedad con procedimientos al margen de la ley que ahora investiga la justicia.
Su socio principal, Diego Torres, est¨¢ imputado desde junio de 2011 por formar parte de esa trama. Urdangarin todav¨ªa espera en su domicilio de Washington a que analicen una documentaci¨®n incautada en sus empresas para saber si corre la misma suerte que su socio. El fiscal y el juez del caso le atribuyen las mismas pr¨¢cticas que a Diego Torres. Todas las fuentes que conocen el caso consideran "inevitable" la imputaci¨®n de Urdangarin. El Rey le apart¨® de las actividades oficiales de la Corona por su comportamiento "poco ejemplar".
El fin del terror, una se?al de esperanza
El a?o se fue apagando entre grandes estrecheces, pero en la recta final lleg¨® una se?al de esperanza que la democracia esperaba desde hace d¨¦cadas. ETA escribi¨® su final.
El 20 de octubre de 2011, ETA anunci¨® su cese definitivo de la actividad criminal. Un total de 829 muertos, miles de heridos y 43 a?os despu¨¦s de su primer asesinato, la banda terrorista que ha tenido secuestrada a la sociedad vasca durante todo este tiempo dice que desaparece, que deja las bombas, que abandona la extorsi¨®n, la amenaza y el chantaje de las pistolas.
ETA se rinde cuando m¨¢s debilitada est¨¢ por los golpes policiales de las Fuerzas de Seguridad, cuando apenas le quedan 50 militantes dispuestos a atentar; cuando su base pol¨ªtica de la izquierda abertzale ha optado por rechazar la violencia terrorista para regresar a las instituciones. Y se rinde sin contrapartidas pol¨ªticas, solo a la espera de negociar un futuro mejor para sus 559 presos.
Una buena noticia para un a?o donde casi todo resta. Hay un claro retroceso en las prestaciones sociales, hay menos riqueza para repartir, hay menos dinero para servicios p¨²blicos, hay menos optimismo y esperanza. Salvo en Euskadi, donde desde el 20 de octubre de 2011 hay m¨¢s libertad y m¨¢s gente que respira, al fin, sin la amenaza del terror.
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