Un enigma en el recibo de la luz
Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs del mundo en el que los clientes deben miles de millones de euros a las compa?¨ªas el¨¦ctricas por el llamado "d¨¦ficit de tarifa"
Sigue siendo verdad: Espa?a es diferente. En materia energ¨¦tica, para mal. "Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs del mundo en el que los clientes mantienen una deuda con el conjunto del sector el¨¦ctrico, que se acumula creciendo de forma cr¨®nica a?o a a?o". As¨ª describe la consultora PwC en su informe Diez temas candentes del sector el¨¦ctrico espa?ol para 2012 el problema del d¨¦ficit tarifario el¨¦ctrico. El documento ilustra una bola que empez¨® a rodar hace una d¨¦cada (a?o 2002) y que en agosto alcanzaba los 22.392 millones de euros acumulados, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE).
El problema es serio. La deuda que hace de Espa?a una excepci¨®n supone cerca de un 3% del producto interior bruto (PIB), equivale a la factura de un a?o y medio de todos los consumidores y pesa -v¨ªa intereses- de forma importante en la factura mensual. Con n¨²meros: en el periodo 2005-2010 los clientes han pagado ya m¨¢s de 8.000 millones de euros por la deuda, lo que representa un 7% de la factura anual dom¨¦stica.
Entre 2005 y 2010 un 7% de la factura de los hogares ha ido a pagar la deuda
Unesa cree que la doctrina del Supremo avala fuertes subidas
El d¨¦ficit "inventado" en Espa?a es uno de los principales retos a los que se enfrenta el nuevo Gobierno. Y para resolverlo, tendr¨¢ que diseccionar qu¨¦ es, por qu¨¦ se produce, a cu¨¢nto asciende y c¨®mo se puede cubrir. Sobre todo el problema, penden las palabras pronunciadas por el reci¨¦n nombrado presidente del Gobierno Mariano Rajoy, en el debate de investidura: la soluci¨®n de los problemas no debe recaer ¨²nicamente sobre los consumidores.
Pero conviene ir poco a poco para desbrozar conceptos. Para empezar, hay que aclarar qu¨¦ es el d¨¦ficit tarifario. Contesta la CNE: "Es la diferencia entre el coste real de la electricidad y el precio que los usuarios est¨¢n pagando por ella". Bien. Y ?por qu¨¦ se produce? "Hasta 2007", explican los expertos de PwC, "porque la tarifa el¨¦ctrica vigente en esos a?os no recog¨ªa adecuadamente el coste de adquisici¨®n de la energ¨ªa". A partir de julio de 2008, por la diferencia entre los ingresos que se obtienen de los peajes que pagan los clientes y los costes reconocidos a las actividades reguladas del sector el¨¦ctrico (transporte, distribuci¨®n y primas a las renovables, fundamentalmente).
Esa diferencia entre lo que las empresas ingresan y los costes que aseguran tener -y que el Estado les reconoce- se convierte en deuda que los usuarios, todos, debemos pagar. En un plazo m¨¢ximo de 15 a?os. Por resumir, es posible que, como en trimestres anteriores, los m¨¢s de 20 millones de usuarios acogidos a la llamada tarifa de ¨²ltimo recurso (TUR) no tengan que pagar m¨¢s en enero. Pero es seguro que lo que no paguen, mientras no cambie el sistema, se anotar¨¢ como deuda a pagar en los a?os siguientes.
Los cors¨¦s aprobados por el Gobierno saliente para contener esa deuda (Real Decreto 14/2010) que fijan un l¨ªmite m¨¢ximo de d¨¦ficit anual, hasta que desaparezca definitivamente en 2013, no han funcionado. Para 2011, el l¨ªmite era de 3.000 millones y en octubre ya alcanzaba los 3.258, seg¨²n la CNE. Y para 2012, los c¨¢lculos de Industria son m¨¢s pesimistas: al l¨ªmite legal de 1.500 millones habr¨ªa que a?adirle un exceso de 1.670 millones. Total: 3.170 millones.
Los desv¨ªos que revientan las costuras legales tienen causa. Seg¨²n los expertos, los costes regulados se han triplicado en el periodo 2008-2010. Han pasado de 6.800 millones en 2002 a 18.300 millones en 2010. La bola ha engordado por su propia inercia (pagar el d¨¦ficit supuso en 2010 23.649 millones) y por la subida de las primas al r¨¦gimen especial -las renovables- que ascendieron a m¨¢s de 7.000 millones de euros ese mismo a?o.
Aunque el Estado ha encontrado, a tropezones, la forma de ir pagando a las empresas la deuda reconocida (las empresas ceden sus derechos de cobro a un Fondo de Titulizaci¨®n, que coloca esa deuda con aval del Estado), es un problema que crece y que amenaza con desbordar al sistema. As¨ª lo reconoce la propia CNE, que ha advertido de los peligros que conlleva hacer trampas en el solitario y congelar las tarifas el¨¦ctricas mientras crece la deuda que se reconoce a las compa?¨ªas.
Reconocido el problema y la forma que adopta, no faltan voces que cuestionan la f¨®rmula que est¨¢ en la ra¨ªz del asunto. En otras palabras, est¨¢n en cuesti¨®n los costes que se reconocen a las grandes empresas y la forma en que se determinan las tarifas. No son cr¨ªticas vac¨ªas. La propia CNE, ante las denuncias p¨²blicas planteadas sobre hipot¨¦ticas manipulaciones en los mecanismos de fijaci¨®n de precios, est¨¢ investigando las subastas trimestrales de energ¨ªa que marcan el precio del kilovatio y supone la mitad del recibo que pagan los usuarios.
Jorge Morales de Labra describi¨® en un art¨ªculo reciente recogido por la Fundaci¨®n Renovables c¨®mo funcionaban las subastas que determinan, finalmente, cu¨¢nto deben los clientes a las empresas energ¨¦ticas: "El resultado de estas subastas", se?ala, "es escandaloso porque desde el tercer trimestre de 2009, cuando se puso en marcha la TUR [la tarifa de la mayor parte de los hogares], siempre han arrojado un precio superior al que luego ha resultado ser el precio del pool [el mercado mayorista]". As¨ª no hay quien d¨¦ con la soluci¨®n al enigma. O s¨ª.
Por otra parte, la asociaci¨®n patronal de las el¨¦ctricas, Unesa, explic¨® ayer que la suspensi¨®n acordada por el Tribunal Supremo de la bajada de peajes el¨¦ctricos de octubre implica que, en el presente, esta variable pase a ser la de julio. A efectos pr¨¢cticos, sostiene que la medida equivale a encarecer cerca de un 6% la tarifa.
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