La derecha nacionalista
Si sumamos a los votantes de BNG que se confiesan claramente conservadores en las escalas ideol¨®gicas de las encuestas (6%, son datos del preelectoral auton¨®mico del 2009) con los votantes de PP de Galicia que se declaran nacionalistas (20%) y los votantes que se declaran de derecha y nacionalistas (ambas cosas juntas) en el PSdeG (2%), tendr¨ªamos una cifra de alrededor de 200.000 votantes (tomando siempre una referencia media y aproximada de los resultados de los ¨²ltimos a?os en diversas elecciones) que son conservadores y nacionalistas y que ser¨ªan un interesante punto de partida para una alternativa nacionalista y conservadora en Galicia. ?Es necesaria esa alternativa?
El excesivo predominio hist¨®rico del Partido Popular en Galicia est¨¢ basado, esencialmente, en la ausencia de fuerzas pol¨ªticas que sean al tiempo conservadoras y nacionalistas o galleguistas (aqu¨ª se usan como t¨¦rminos equivalentes, en la l¨ªnea hist¨®rica) y que puedan trazar alianzas m¨¢s complejas que las que se hacen sobre el eje derecha/izquierda. ?Es Galicia conservadora?
La incipiente burgues¨ªa nacionalista de la Rep¨²blica no tuvo una clara continuidad
La media ideol¨®gica en Galicia (4,97) es, como en el conjunto de reino (4,77) y desde marzo del 2008 hasta hoy, de centro-izquierda, pero algo m¨¢s a la derecha, con una extrema derecha m¨¢s significativa que desequilibra esa ubicaci¨®n media. En Galicia hay un porcentaje importante en posiciones de derecha pura y extrema derecha (22%) frente a un porcentaje menor (16,7%) en el conjunto del reino. Ese desequilibrio no se reproduce en posiciones netas de centro-izquierda o derecha, pero s¨ª en posiciones de izquierda.
Si seguimos este dato, Galicia es m¨¢s conservadora que la media, pero m¨¢s de un cuarto de su poblaci¨®n mayor de edad (28,2%) se considera nacionalista, aunque el abstencionismo entre esta gente ronda el 30% y baja fuertemente el porcentaje de voto nacionalista efectivo o v¨¢lido. Hay que decir, para consuelo de nacionalistas, que ese abstencionismo es a¨²n m¨¢s alto entre los no nacionalistas.
En la ya lejana emergencia del Partido Galeguista, y en sus primeros pasos pol¨ªticos y electorales, gentes conservadoras o republicanas moderadas jugaron un importante papel. Las clases medias y altas predominaban entre sus dirigentes (profesionales diversos) y todo apuntaba a una coalici¨®n ideol¨®gicamente muy amplia de intereses pol¨ªticos, econ¨®micos, sentimentales y simb¨®licos que encontraban en la defensa del territorio hist¨®rico de Galicia su lugar de realizaci¨®n. Se dijo siempre que aqu¨ª no hab¨ªa una burgues¨ªa nacionalista que asumiese esa funci¨®n dinamizadora, pero esto solo es parcialmente cierto. De hecho, el impulso burgu¨¦s del PG en algunos c¨ªrculos urbanos de influencia social significativa era grande y alcanz¨® tambi¨¦n a las clases populares. Era el partido emergente y creciente cuando ocurri¨® el golpe de Estado.
Los restos de aquel naufragio hist¨®rico no se consolidaron en el exilio o en la c¨¢rcel, en d¨®nde algunos galleguistas estuvieron (los que se libraron de ser asesinados por los sublevados), y no fue as¨ª quiz¨¢ porque, es cierto, aquella incipiente burgues¨ªa nacionalista no estaba m¨¢s que en un periodo inicial de despegue, y apenas ten¨ªa estructura y medios de resistencia civil en medio de la sociedad gallega del interior o, mar por medio, en la Galicia emigrante. Hombres de gran iniciativa pol¨ªtica como Alexandre B¨®veda o el mismo Castelao, profesionales progresistas y nacionalistas, no sobrevivieron o apenas sobrevivieron a todo aquello. Otras gentes menos pol¨ªticas, pero no menos significativas, abandonaron para casi siempre o para siempre su villa o su ciudad hacia el exilio o el autoexilio. No hab¨ªa una red de apoyo exterior ni gran experiencia pol¨ªtica. Tampoco una frontera pr¨®xima que fuese ¨²til (Francia, para vascos y catalanes) y que permitiese una comunicaci¨®n fluida. No hab¨ªa casi nada.
Aquella incipiente burgues¨ªa y peque?a burgues¨ªa nacionalista, m¨¢s o menos progresista o conservadora, no tuvo una clara continuidad. Ahora, de cara a las elecciones auton¨®micas de 2013, quiz¨¢ haya galleguistas conservadores que quieren volver a dar ese salto hacia el interior de si mismos y de su tierra. Eso lo cambiar¨ªa todo y abrir¨ªa otro futuro para Galicia, m¨¢s complejo y m¨¢s saludable. Quiz¨¢ 2012 vuelva a traer buenas noticias. Esta ser¨ªa una de ellas. Feliz aninovo.
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