El dise?o entra en los salones
Andr¨¦ Ricart, creador de ic¨®nicos objetos de la vida cotidiana, ingresa en la Academia de Ciencias y Artes
Andr¨¦ Ricart (Barcelona, 1929) es uno de los padres del dise?o industrial espa?ol. Algunos de sus objetos son ya parte de la cultura popular universal. Su trabajo ha estado en la base de la emergencia de grandes empresas. Ahora contempla los cambios profundos del siglo XXI desde la sabidur¨ªa que le da su condici¨®n de maestro. Considera que este pa¨ªs tiene un problema de empresas, "porque ahora lo realmente importante es el dise?o de la empresa y nosotros solo dise?amos objetos, no empresas. Pero Zara es un concepto, Ikea es un concepto, Decathlon tambi¨¦n, o Apple, y nuestras empresas no tienen el empuje que deben tener, una palabra que remite a la necesidad de emprender".
Ahora ha sido nombrado miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Es el primer dise?ador que entra a formar parte de esta instituci¨®n nacida en el siglo de las luces y lo hace poco despu¨¦s de que Alberto Coraz¨®n entrara en la de San Fernando, en Madrid.
"En lo tecnol¨®gico est¨¢ desapareciendo el cuidado por la forma"
No deja de ser sorprendente que en una ciudad donde las artes aplicadas son tan relevantes, el dise?o no haya tenido antes un reconocimiento acad¨¦mico. "Hasta hace muy poco, la ense?anza del dise?o ni siquiera estaba en la universidad", precisa, "aunque es verdad que el dise?o industrial es una cosa reciente, porque antes lo que exist¨ªa era la artesan¨ªa. El dise?o nace cuando llega la industria, se puede ver al comparar una silla de un artesano y otra de 1928 de un dise?ador. Todo arranca con la Bauhaus, aunque aqu¨ª hubo el Gatepac".
El dise?o se parece m¨¢s a la arquitectura que a la ingenier¨ªa, asegura. "La ingenier¨ªa est¨¢ interesada en que unas piezas funcionen bien con otras; en cambio el dise?o, en que el conjunto funcione bien con la gente". Rechaza Ricart que se llame dise?adores a los ingenieros que crean la aerodin¨¢mica de los b¨®lidos de F¨®rmula 1. "No les pregunte a los pilotos como se encuentran en la m¨¢quina, porque esto ser¨ªa el trabajo del dise?ador, que piensa en la gente que usa el objeto m¨¢s que en la rentabilidad o la pura eficacia tecnol¨®gica".
Cree que la tecnolog¨ªa est¨¢ haciendo desaparecer el dise?o. Y muestra el libro Hitos del dise?o. 100 dise?os que hicieron ¨¦poca (Ariel) que realiz¨® hace un par de a?os, donde figuran los objetos que supusieron, dice "un antes y un despu¨¦s, como la silla de cinco ruedas para despacho, la zapatilla deportiva, el frasco de Chanel n? 5, e incluso algunos productos que aparentemente desaparecido, como podr¨ªa ser el famoso tel¨¦fono g¨®ndola, una idea determinante, una revoluci¨®n que permiti¨® cortar el hilo y llegar a los actuales tel¨¦fonos m¨®viles".
Sin embargo, considera que el dise?o por ordenador es beneficioso en t¨¦rminos pr¨¢cticos. "Es simplemente una herramienta m¨¢s perfeccionada. Con el l¨¢piz, acuarelas y carboncillos me pasaba un par de d¨ªas para hacer lo que ahora hacen en unas horas". Pero matiza: "Podr¨ªa decir que es lo mismo que preguntar si escribir en un ordenador ha cambiado la forma de escribir, y ha cambiado, te sientes m¨¢s libre. No cuesta nada volver a empezar y probar cosas que no hubieras hecho. En cambio, lo que apunto en mi tesis es que en los objetos tecnol¨®gicos s¨ª que va desapareciendo el cuidado por la forma. Los aparatos lo hacen todo ellos solos y la forma ya no tiene importancia. La relaci¨®n que exist¨ªa y existe en muchos aparatos, de que es la forma la que da la funci¨®n, ya no se aplica hoy en d¨ªa".
Cuando se le pregunta por objetos recientes que considere importantes, Ricart tiene que remontarse varias d¨¦cadas. "Las vinagreras de Marquina", asegura, "son dignas de los mejores dise?os artesanos como el c¨¢ntaro o mi cenicero Copenhague. Antes eran planos y hasta que lo dise?¨¦ se consideraba normal que rebosaran las colillas". Pero no se le ocurre ning¨²n gran dise?o de la era digital. "Adolecen de un problema, en la ¨¦poca de la electr¨®nica se nos van retirando funciones manuales. Ahora ya llegan los tel¨¦fonos que funcionen con ¨®rdenes de voz. Iremos perdiendo habilidad porque todo lo hacen las m¨¢quinas. Podr¨ªamos hablar de la esclavitud de lo que nos ayuda. En mi discurso yo abogo por este dise?o que a¨²n exige la participaci¨®n de quien lo usa y una cierta habilidad; objetos con los que hay intimidad, como un l¨¢piz, con el que nos sentimos muy nuestros".
Como barcelon¨¦s se muestra orgulloso de que su ciudad destaque en el campo del dise?o y considera que el periodo en torno a los Juegos Ol¨ªmpicos fue muy importante. "Nos atrevimos a enfrentarnos con la est¨¦tica tradicional, con el modelo hel¨¦nico. Las antorchas, por ejemplo, eran reminiscencias de otras ¨¦pocas y yo hice una que romp¨ªa completamente la tradici¨®n, y lo mismo la mascota de Mariscal, el logotipo y muchas otras cosas. Y todo esto ha sido irreversible".
Babelia
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