Reina de la tarde

La ventana, dirigida por Gemma Nierga, comenz¨® su andadura el 1 de septiembre de 1997. El d¨ªa despu¨¦s de la muerte de Diana de Gales en Par¨ªs. Un momento dif¨ªcil para cualquier estreno. Sin embargo, Gemma fue toda disciplina, excelente voz y magn¨ªfico temple para ir de la noticia a la emoci¨®n y de la emoci¨®n al an¨¢lisis y del an¨¢lisis al humor. Un tour de force sentimental y period¨ªstico que ha sido la caracter¨ªstica definitiva del programa en estos 15 a?os. Muchas han sido las secciones, voces y opiniones que la han alimentado. Muchas se recuerdan f¨¢cilmente, como la secci¨®n de ni?os, que ahora ser¨¢n estudiantes universitarios y tambi¨¦n espa?oles asombrados por un mundo que cambi¨® sin pedirles permiso. Siempre sabia, Gemma ahora incorpora a unos estudiantes que lideran opiniones. Santiago Carrillo ha sido un "ventanero" al lado de infinidad de pol¨ªticos, algunos divergentes con su historia pol¨ªtica. Jaume Figueras informa de cine y los presos tienen su propia ventana para expresarse desde sus c¨¢rceles. Voces como la de Terenci Moix no est¨¢n m¨¢s, lamentablemente, pero taxistas en muchas partes de Espa?a recuerdan un di¨¢logo invalorable y delirante entre Moix y Antonio Gala recordando impromptu un viaje de los dos a China. Uno de esos momentos radiof¨®nicos que solo pueden suceder en La ventana, gracias a la capacidad de oyente, entrevistadora, confidente y curiosa que posee Nierga.

Personalmente ha sido un gran privilegio acompa?arla en la tertulia de los latinoamericanos, que han conformado desde su inicio ?lvaro Vargas Llosa y Jorge Lanata. La idea surgi¨® de Gemma y su equipo, que tambi¨¦n ha estado a su lado estos tres lustros. Si bien nos han acompa?ado caballeros de la talla de Jaime Bayly, Santiago Roncagliolo y Rodolfo Irago, el tr¨ªo inicial de mosqueteros se ha ido reforzando en su mezcla ¨²nica de humor, pol¨ªtica y hasta ayuda mutua, hoy d¨ªa con la inestimable ponderaci¨®n de Rafael de Miguel. Gemma se divierte y participa, algo que tambi¨¦n le es muy caracter¨ªstico, pero sobre todo va arrojando temas y permitiendo el exquisito intercambio de opiniones. Sus oyentes se asombran de que nos escuchemos tan n¨ªtidamente, estando en esquinas distintas del planeta. Todos se fascinan de que sea el espa?ol lo que nos una. El truco est¨¢ en que es, por encima de todo, pura radio. Se describen las definiciones, se habla muy pegado al micr¨®fono, se piensa en ese oyente que nos sigue bien desde su trabajo o en el autom¨®vil, atrapado en ciudades pobladas de ventanas, pero con solo una, la de Gemma, abierta desde la voz y el esp¨ªritu vivo de la radio.

Boris Izaguirre es escritor.