Arquitectura reparadora
El ¨²ltimo premio Pritzker, el portugu¨¦s Eduardo Souto de Moura (Oporto, 1952) ha sido, en palabras de ?lvaro Siza -el otro portugu¨¦s con esa distinci¨®n-, un "miesiano neoplasticista". Y tal vez esa atracci¨®n por el juego, aunque sea partiendo del orden, est¨¦ dando ahora sus frutos en proyectos como la Casa das historias (el Museo de la pintora Paula Rego), en Cascais, claramente m¨¢s experimentales que los anteriores.
Souto representa la tercera generaci¨®n de arquitectos portugueses modernos. Fue el heredero natural de una tradici¨®n que actualiz¨® lo vern¨¢culo limpi¨¢ndolo de ornamentos. Pero la elecci¨®n de los materiales locales y los acabados artesanos frente a la opci¨®n industrial no fue solo una elecci¨®n. Era la ¨²nica posibilidad en Portugal. Comenz¨® firmando el Mercado Municipal en Braga (1980), pero piensa que el estadio de f¨²tbol de esa ciudad (2004) es su mejor proyecto. All¨ª, dos gradas de espectadores enfrentadas est¨¢n clavadas en el interior de una antigua cantera de granito. Cerrando el rect¨¢ngulo se levanta un cerro. Desde ese mont¨ªculo, quienes no tienen entrada pueden ver el partido sin pagar. El proyecto habla de reparaci¨®n y de osad¨ªa, pero tambi¨¦n de arquitectura social. En su pa¨ªs, la prefabricaci¨®n sigue siendo m¨¢s cara que la construcci¨®n tradicional. Sus edificios lo delatan.
Anatxu Zabalbeascoa es periodista especializada en arquitectura en EL PA?S.
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