El a?o del drag¨®n
No creo en la astrolog¨ªa m¨¢s que en la inmaculada concepci¨®n de Mar¨ªa. Sin embargo, he decidido utilizar el hor¨®scopo chino como hilo conductor para expresar mis deseos para el pr¨®ximo a?o. Abandonamos el convulso a?o del conejo, el 2011, para asomarnos al inquietante a?o del drag¨®n. Me gustar¨ªa interpretar esto como una met¨¢fora premonitoria sobre nuestra actitud ante los acontecimientos. Tratar¨¦ de explicarme: durante el a?o que dejamos, nuestros logros sociales y laborales han sido objeto de una indiscriminada balacera que amaga con inminentes bombardeos nada m¨¢s estrenar el 2012. Los ciudadanos nos hemos comportado como gazapos acosados por batidas de cazadores invisibles. Correteando asustados en busca de alguna madriguera donde cobijarnos. Rindi¨¦ndonos ante el discurso fatalista de que el destino del conejo es acabar en un puchero.
Pero el pr¨®ximo a?o tambi¨¦n podr¨ªa ser el de la metamorfosis. El de los seres humanos que puedan volar como dragones. El 2012 se nos presenta escalofriante y tiznado de presagios apocal¨ªpticos. Nos quieren as¨ª, amedrentados como peque?os rumiantes. Aunque yo quiero pensar que nuestra naturaleza es susceptible de mutar en una fabulosa bestia alada. En un poderoso drag¨®n que se enfrente a los corruptos, bandidos y delincuentes financieros que est¨¢n pudriendo el mundo. Solo tenemos que recuperar el orgullo y lanzar una llamarada brutal que calcine tanta bazofia.
El a?o que viene podemos seguir siendo conejos o probar a ser dragones. Total, si la suerte est¨¢ echada como dicen, ?no les parece m¨¢s seductor morir crey¨¦ndote una criatura mitol¨®gica que acabar al ajillo en cualquier vulgar cazuela? ?Feliz a?o del drag¨®n para todos.
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