Blancanieves se pinta ojeras y desconcierta
El ilustrador franc¨¦s Benjamin Lacombe conquista revisando los cl¨¢sicos
A sus 28 a?os el parisiense Benjamin Lacombe, el dibujante de moda en Francia, lo mismo escribe para que otros ilustren o a la inversa, que coescribe un cuento, expone en Roma, Tokio o Nueva York o convierte a formato digital uno de sus 25 libros. Por eso se desespera ante la apat¨ªa de algunos compa?eros secos de inspiraci¨®n. "Tengo 200 ideas por a?o, aunque solo me da tiempo a ejecutar cuatro", confesaba en Madrid hace unos d¨ªas este anti-Disney que convierte a la ruise?a Blancanieves en una muchachita demacrada de ojos saltones perseguida por p¨¦rfidos cuervos, a Pulgarcito en un desvalido ojeroso o a la Bella Durmiente en una belleza cadav¨¦rica y distante. Y a todos los coloca en escenarios l¨²gubres y desconcertantes. El desasosiego.
Prepara una cinta animada y en Espa?a ha vendido ya 100.000 ¨¢lbumes
Rara es la ocasi¨®n en la que una editorial infantil apueste tanto por un autor como para traerlo de promoci¨®n a Espa?a, pero Edelvives, su editorial en espa?ol (en catal¨¢n Baula y en euskera Ibaizabal), no se la ha jugado con Lacombe. Le ampara haber vendido 100.000 ejemplares de su cl¨¢sicos, ocho de ellos reunidos en la obra pop-up Cuentos silenciosos. "Quer¨ªa recuperar la imagen anterior a Disney, que aunque es fant¨¢stico cambiaba la historia. Y m¨¢s tras su muerte. Ahora los filmes est¨¢n menos conseguidos".
"Los padres tienen m¨¢s miedo a mis libros que los ni?os. Con Los amantes mariposa los adultos se lamentaban -"Oh, es tan triste"- y los peque?os razonaban: "No, est¨¢n tan enamorados que se han convertido en mariposas". Opina que no hay que contarles historias muy azucaradas, sobreprotegerles. "Desde los seis a?os la muerte es una cuesti¨®n que se plantean mucho. Mi madre es psic¨®loga y he hablado mucho de ello", sostiene Lacombe. Y pone un ejemplo: "En mi ¨¢lbum Genealog¨ªa de una bruja aparece la hija de una amiga. Es su cara, pero la he pintado sin piernas ni brazos, un horror. Nos daba miedo su reacci¨®n, pero su madre le ense?¨® el dibujo y le pregunt¨® "?Te molesta?", y contest¨®: "No, al menos puedo rodar".
Lacombe ingres¨® en la Escuela de Artes Decorativas de Par¨ªs en 2001 y en 2007 despeg¨® cuando su trabajo de fin de carrera, Griotte, fue publicado en Estados Unidos. Un billete de loter¨ªa ganador pues con el ¨¢lbum entr¨® en la lista de The New York Times de los 10 mejores libros escritos por j¨®venes. "Soy muy consciente de la suerte que he tenido. A veces escribo para mis amigos. Necesitan sentirse acompa?ados. Mis editores me han propuesto tres veces ser el director de una colecci¨®n. No he querido, es otro oficio. Pero es verdad que soy bueno ayudando a los otros", cuenta orgulloso.
La editorial infantil Edelvives, que no est¨¢ dispuesta a compartir el pastel, se ha animado tambi¨¦n a publicar su siniestra visi¨®n para adultos de Cuentos macabros, de Edgard Allan Poe, con la traducci¨®n de Julio Cort¨¢zar. "He intentado que se olviden a otros grandes ilustradores que me precedieron, como Arthur Rackham o Robert William Chambers. Le¨ª el libro con 10 a?os y desde entonces me mor¨ªa por ilustrarlo. Los dibujos salieron de golpe, de una manera muy org¨¢nica. Aunque sean monumentos literarios hay que afrontarlos con simplicidad y coraz¨®n, confiando en uno, olvidando la imagen anterior que tenemos". El miedo a los cl¨¢sicos para mayores lo perdi¨® al encarar el exquisito Notre-Dame de Par¨ªs, de Victor Hugo, que en Espa?a edit¨® en 2010 Mondadori.
Su familia huy¨® de la aludida sobreprotecci¨®n. "Mi madre perdi¨® cuatro ni?os antes de que yo naciese, mis abuelos murieron antes de que yo les conociera, una parte de mi familia fue exterminada en la guerra y otra proviene de la Hungr¨ªa comunista y tuvo que huir... Eso explica mi obsesi¨®n por la muerte, por eso estos Cuentos macabros", se autoanaliza este artista que se dice influenciado por los primitivos flamencos, el quattrocento y en particular Leonardo da Vinci.
Con humor acepta las comparaciones con Tim Burton: "Nos gustan los mismos temas y personajes, pero es una persona que se decanta mucho por el lado burlesco, el humor pesado. Y lo m¨ªo es una pintura m¨¢s simb¨®lica". Cuando era ni?o tuvo "un impacto gr¨¢fico" al ver La novia cad¨¢ver y se propuso "hacer algo as¨ª alg¨²n d¨ªa". Puede ser ya, sin haber cumplido la treintena: "Tengo un proyecto en franc¨¦s. Yo trabajaba en animaci¨®n, pero con proyectos de otros, y lo detestaba. Esta pel¨ªcula es mi universo".
No cuenta de su cinta -"es un proceso largo y caro y se puede frustrar"-, pero muestra en su iPad algunos de los dibujos, delicados y divertidos, de un libro sobre Maria Antonieta en el que trabaja. Uno de sus cuatro proyectos anuales, no hay tiempo para m¨¢s. Se desquicia.
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