El artista de la chatarra
Para el creador Daniel Canogar, un amasijo de hierros puede ser el principio de una obra de arte. Por eso conoce como la palma de la mano los mejores desguaces madrile?os
1. La T-4 del aeropuerto de Barajas. En los ¨²ltimos a?os he viajado incesantemente y la T-4 se ha convertido en una verdadera estaci¨®n-base. Sus amplias vistas y sus c¨¢lidos tonos madera me tranquilizan mucho, tanto al llegar -por fin llego a casa- como al salir -preparado para la aventura-.
2. Hamman Al Andalus. Tras acabar un proyecto especialmente intenso, no hay mejor recompensa que pasarse por este hammam (Atocha, 14) y rematar con una comida ¨¢rabe. Vuelven a despertarse los sentidos maltratados por el estr¨¦s.
3. Chatarrer¨ªa industrial La Mu?oza. En esta inmensa chatarrer¨ªa, cercana al aeropuerto de Barajas, se puede encontrar desde una monta?a de planchas a un cami¨®n de bomberos de los a?os cincuenta. Los aviones que sobrevuelan por encima de la cabeza confieren a este lugar un ambiente apocal¨ªptico pero de una belleza industrial desgarradora.
4. Desguaces La Torre. En la nave interior hay interminables pasillos con infinidad de motores, neum¨¢ticos o espejos retrovisores perfectamente ordenados por marca y a?o. En el exterior hay una gran explanada con filas de miles de coches en diversos estados de descomposici¨®n.
5. Recta en la M-40, entre las salidas 54 y 57, direcci¨®n sur. La est¨¦tica de las autopistas me fascina y colecciono mentalmente -y en secreto- secciones que me resultan especialmente atractivas. Rodar sigilosamente por un paisaje rodeado por un ej¨¦rcito de coches me pone la piel de gallina. Este efecto desaparece inmediatamente si hay retenciones.
6. A Todo M¨¦xico. La est¨¦tica retro de este restaurante de siempre (San Bernardino, 4) me enternece. La bienvenida con nachos de ma¨ªz -calentados por una bombilla roja a la entrada del restaurante- apenas uno se sienta y el especial vegetariano me ponen de lo m¨¢s feliz.
7. Mi estudio. Situado en una antigua nave industrial, es un espacio de alto voltaje creativo, con una luz maravillosa y en el que me acompa?a un formidable equipo de trabajo. ?Qu¨¦ m¨¢s puedo pedir! Cuando no estoy en Madrid, lo echo mucho de menos.
8. Abierto x Obras (Matadero Madrid). Esta antigua sala de refrigeraci¨®n del antiguo matadero de Arganzuela, convertida en sala de arte, me trae recuerdos de una de las exposiciones de las que m¨¢s satisfecho estoy. Su arquitectura neomud¨¦jar original, combinada con las paredes calcinadas durante sus a?os de abandono, dan mucho juego. No me pierdo ninguna de las exposiciones de este espacio.
9. Parque Quinta de los Molinos. All¨ª paseo a mi perra Lluvia, lo que me ha permitido conocer este formidable parque situado al final de la calle Alcal¨¢ como la palma de mi mano. Sus campos de almendros me transportan lejos de la ciudad: es un oasis mental y f¨ªsico.
10. Plaza del Campillo del Mundo Nuevo. En esta zona del Rastro busco los domingos c¨¢maras antiguas de pl¨¢stico para mi colecci¨®n, as¨ª como materia prima para posibles instalaciones art¨ªsticas futuras. En calles laterales a la plaza hay, adem¨¢s, varios anticuarios con un surtido de c¨¢maras, m¨¢quinas de escribir y otras tecnolog¨ªas obsoletas.
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