Oro, incienso y mucha mierda
Querido rey Melchor: En atenci¨®n a su edad, y a sus canas, que yo comparto a estas alturas con menos abundancia en la melena, perm¨ªtame que me dirija a usted con tratamiento excelso. Nunca le he calculado la edad, entre otras cosas porque es usted inmortal, algo que siempre me ha descolocado porque si ustedes tres son eternos, se supone que siempre estuvieron aqu¨ª y no entiendo su diferencia de edad. He de reconocer que usted no fue el preferido de nuestra casa. Le ten¨ªamos aprecio porque nos recordaba a los abuelos, pero que quiere que le diga, entre mis abuelos y usted no hay color. A ellos los ve¨ªa cada d¨ªa y usted no tuvo la deferencia de presentarse jam¨¢s a pesar de entrar cada a?o en mi casa, comerse mi turr¨®n y mis orejones de melocot¨®n (eso no se lo perdonar¨¦ en mi vida) y no dejarme nunca el scalextric con el que tanto so?¨¦. Pero como me han dicho que es usted de natural bonach¨®n, y atendiendo a su edad, me permito solicitarle que provea usted de fondos la Ley de la Dependencia que un tal Rajoy quiere dejar en agua de borrajas. Supongo que a usted que controla el mercado del oro y ha inaugurado una cadena de lonjas de compra de joyas, en la nueva fiebre del dorado metal, no le costar¨¢ mucho trabajo decirle al del guindo, que ya lo pone usted, que para algo es mago e inmortal, es decir, que atesora los dos sue?os de cualquier pol¨ªtico mediocre. No va a ser usted menos...
Querido rey Gaspar, el de la barbita gris¨¢cea, el preferido de mi hermana, que lo ve¨ªa a usted guapo, interesante, un poco as¨ª como George Clooney antes de que naciera. Mucho antes de la serie Urgencias. Tra¨ªa usted el incienso, que es un perfume magn¨ªfico pero que deja el mismo placer cuando llega que cuando se va. Quiz¨¢s es que los curas han abusado de ¨¦l y te narcotizan con su aroma arrebatador para conquistarte la fe en plena borrachera. Te pido incienso para quitar el mal olor de la corrupci¨®n. Aqu¨ª huele a mierda que ni te imaginas. Bel¨¦n, comparado con esto, era un congreso de Loewe. Mucho incienso, Gaspar¨ªn. ?Uy, rima con Urdangarin!, ?qu¨¦ casualidad!
Querido Baltasar, el m¨ªo, el de siempre, el que no me trajo nunca el scalextric, bien es verdad, pero a ti te lo perdon¨¦ todo. Seguramente el del pelo blanco y el del pelo gris te ten¨ªan subsumido por ser negro, una rareza oriental, y te ped¨ªan a menudo los papeles de mago. A ti te pido que con la mirra hagas mierda. No, no me mires as¨ª, que si eres mago, mago de verdad, sabr¨¢s que la mierda en el teatro es sin¨®nimo de buena suerte. As¨ª que mierda para los sin papeles, mierda para los polizones, mierda para los desahuciados, mucha mierda para los que padecen las hambrunas, para la Somalia fam¨¦lica; para todos ellos, tus hermanos y los m¨ªos, mucha mierda. Y la mirra que se quede en la resina de los ¨¢rboles. O que se la lleven los avariciosos y se harten. Y se envenenen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.