La muerte de un guineano evidencia las carencias del CIE de Barcelona
El centro para extranjeros no dispone de asistencia m¨¦dica las 24 horas- Los CIE carecen de reglamento interno, lo que da lugar a arbitrariedades
Ibrahim Siss¨¦ ingres¨® en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona el d¨ªa del sorteo de Navidad. El joven, de 21 a?os y nacido en Guinea-Conakry, ha pasado all¨ª las fiestas a la espera de ser expulsado por vivir en Espa?a sin papeles. Ayer, d¨ªa de Reyes, de madrugada empez¨® a encontrarse mal y muri¨® de forma s¨²bita, posiblemente por un infarto de miocardio, seg¨²n los resultados de la autopsia.
La muerte de Ibrahim ha puesto al descubierto, una vez m¨¢s, las carencias de estos centros para extranjeros, que, al no tener reglas claras de funcionamiento, est¨¢n sometidos a la arbitrariedad. Una decena de los 160 internos decidieron ponerse en huelga de hambre en protesta por lo ocurrido, mientras la polic¨ªa reforzaba la vigilancia en torno al CIE. Los abogados expertos en extranjer¨ªa y las asociaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes han puesto el grito en el cielo y consideran que el suceso es un buen ejemplo de las deficiencias de todo tipo que presentan estos centros. En especial, en materia de asistencia sanitaria.
Ibrahim se sinti¨® mal de madrugada y falleci¨® de un infarto
Polic¨ªa e internos difieren al evaluar la asistencia que recibi¨® el joven
Las condiciones de vida en los centros de extranjeros son dif¨ªciles de evaluar
A las 20.30 horas, Ibrahim cen¨® con normalidad junto con los otros cinco subsaharianos con los que compart¨ªa celda. Por razones pr¨¢cticas, la polic¨ªa distribuye a los internos en funci¨®n de su lengua y nacionalidad. A medianoche, antes de ir a dormir, solicit¨®, igual que el resto, ir al ba?o. Es una petici¨®n de lo m¨¢s normal en un CIE, porque los internos no disponen de aseo en sus celda. Las cosas se torcieron a las 0.50 horas, cuando el joven empez¨® a respirar con dificultad. Sus compa?eros pidieron ayuda a los agentes y a partir de ah¨ª la historia tiene dos versiones.
Seg¨²n un portavoz del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, los agentes observaron que Ibrahim "estaba inconsciente" y "respiraba con dificultad". Trataron de reanimarle durante 15 minutos, el tiempo que, seg¨²n la polic¨ªa, tard¨® en llegar la ambulancia. El personal sanitario atendi¨® al chico durante otros 40 minutos, pero no pudo salvarle la vida. El forense del juzgado de guardia determin¨® despu¨¦s que el guineano hab¨ªa fallecido de forma s¨²bita. Horas m¨¢s tarde, la autopsia confirm¨® que fue de muerte natural y que la causa del fallecimiento fue, muy probablemente, un infarto de miocardio, seg¨²n fuentes policiales.
Diversos inmigrantes que permanecen en el CIE a la espera de ser expulsados explicaron, a trav¨¦s de abogados, una historia distinta. Seg¨²n su versi¨®n, los agentes no comprendieron qu¨¦ tipo de asistencia precisaba el joven, de modo que no le atendieron. Adem¨¢s, la ambulancia tard¨® demasiado en llegar, denunciaron. Una abogada especialista en extranjer¨ªa, que permanece en contacto con los internos, explic¨® ayer que est¨¢ tratando de localizar a la familiares del muerto para interponer una denuncia. Olga Hern¨¢ndez, de la Asociaci¨®n Catalana de Profesionales de Extranjer¨ªa (ACPE), explica que "no hay int¨¦rpretes a los que se pueda acudir en caso de que haya alg¨²n problema, sanitario o de otro tipo".
La polic¨ªa replica que la inmensa mayor¨ªa de los inmigrantes de origen africano "hablan ingl¨¦s o franc¨¦s", y que Ibrahim no tuvo problemas para expresar sus problemas el 27 de diciembre, cuando fue atendido por un resfriado. La diferencia es que en aquella ocasi¨®n no era de noche, una franja horaria en la que, admite el portavoz oficial, no hay asistencia de m¨¦dicos o enfermeros en el CIE. "Cuando pasa algo de noche, se llama a una ambulancia o se les env¨ªa a un centro hospitalario", precisa el portavoz, quien a?ade que en su declaraci¨®n los cinco compa?eros de celda del guineano explicaron que el joven s¨ª fue atendido."Todos los d¨ªas, en los turnos de ma?ana y tarde, hay personal de asistencia. A veces hay m¨¦dicos, otras veces enfermeros, y en ocasiones est¨¢n los dos profesionales juntos", subray¨® el portavoz policial. Los agentes que atendieron a Ibrahim, remach¨®, han recibido cursos de reanimaci¨®n cardiopulmonar b¨¢sica (RCP), de modo que est¨¢n preparados para atender una eventualidad.
Pero abogados, expertos y entidades rechazan ese argumento y consideran que la cobertura es insuficiente para un centro que puede acoger a m¨¢s de 250 personas. Lo cierto, concluyen, es que no hay asistencia sanitaria las 24 horas. "Los m¨¦dicos van a determinadas horas, pero es injusto que no haya un servicio permanente", dice Hern¨¢ndez. No es solo una cuesti¨®n de tiempo, a?aden, sino tambi¨¦n de calidad asistencial.
Cuando un interno cae enfermo, explican, no se le traslada a un espacio confortable, sino que se le mantiene junto a sus compa?eros de celda. La enfermer¨ªa es "un zulo" donde apenas hay "un botiqu¨ªn como el que cada uno de nosotros puede tener en casa, con aspirinas, paracetamol y poca cosa m¨¢s", dice la abogada, que ha visitado el CIE en m¨¢s de una ocasi¨®n.
Las condiciones de vida en estos centros son dif¨ªciles de evaluar. Son espacios opacos, cerrados. Los internos tienen limitada su movilidad y, por ejemplo, no se les permite usar tel¨¦fono m¨®vil. No est¨¢n detenidos, pero tampoco son libres. Est¨¢n en el limbo. Han cometido una infracci¨®n administrativa -vulnerar la Ley de Extranjer¨ªa-, pero no un delito. Las instituciones y los organismos oficiales s¨ª pueden inspeccionar la Zona Franca y, de hecho, "es uno de los centro m¨¢s controlados de Espa?a, tenemos una o dos visitas al mes de organizaciones de todo tipo", afirma el portavoz policial.
El pasado diciembre, el s¨ªndic de greuges, Rafael Rib¨®, asegur¨® que en el CIE se dan condiciones para que haya malos tratos, ya que existen deficiencias sanitarias, alimentaci¨®n insuficiente y hacinamiento. Aunque lo ha pedido, Rib¨® no ha podido visitarlo porque el centro depende del Gobierno central. A las tradicionales y constantes denuncias de las organizaciones se han sumado las de otros organismos.
El informe de la Fiscal¨ªa General del Estado de 2010 se refiere a la "preocupante sensaci¨®n de inseguridad" en el CIE de Algeciras. Y estas Navidades, cuando Ibrahim cumpl¨ªa su tercer d¨ªa en la Zona Franca -despu¨¦s de haber pasado por el CIE de Melilla-, un juzgado de Madrid critic¨® el "palmario hacinamiento", las "habitaciones inapropiadas", las "estancias sin cuarto de aseo" y la inexistencia de "una habitaci¨®n de enfermer¨ªa donde los internos enfermos puedan estar aislados de los sanos" en el CIE madrile?o de Aluche. Unas condiciones que recuerdan a las de Barcelona.
El juez de Madrid se pronunci¨® de esa forma tan contundente tras la muerte en el centro de la congole?a Samba M. por meningitis. La muerte del joven guineano no es la ¨²nica registrada en las dependencias de la Zona Franca. En mayo de 2010, Mohamed Abadi, de 22 a?os, apareci¨® ahorcado. "Ten¨ªa problemas mentales, se qued¨® solo y se suicid¨®", denuncia Hern¨¢ndez, cuya asociaci¨®n ejerci¨® la acusaci¨®n particular en aquel caso.
La ausencia de un reglamento de r¨¦gimen interno para los CIE explica en parte esta situaci¨®n. A pesar de que la nueva Ley de Extranjer¨ªa prev¨¦ la creaci¨®n de esa normativa, a¨²n no se ha aprobado. Esa falta de reglas claras da lugar a arbitrariedades de las que los internos pueden ser v¨ªctimas. "Hacen lo que les da la gana", dice Hern¨¢ndez. La ley tambi¨¦n prev¨¦ la creaci¨®n de un juzgado de guardia en las nueve ciudades que acogen centros de internamiento. En el caso de Barcelona, a¨²n no se ha designado ninguno.
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