Pombo gana el Nadal con una cr¨ªtica a la insensibilidad de hoy
'El temblor del h¨¦roe' reporta al acad¨¦mico el octavo premio de su trayectoria
Adem¨¢s de -o por culpa de- la crisis, son tiempos en los que la gente ha perdido el entusiasmo hacia los otros; no se sabe qu¨¦ actitud tomar frente a ellos; cuesta reaccionar ante cualquier drama, propio o ajeno. A un escritor de la alta sensibilidad de ?lvaro Pombo no pod¨ªa escap¨¢rsele esa situaci¨®n moral, que ha decidido volcar en un profesor universitario de Filosof¨ªa reci¨¦n jubilado, atribulado en el Madrid actual, que asiste a una desgracia ante la que ni se inmuta. As¨ª es el protagonista de El temblor del h¨¦roe, novela con la que el autor obtuvo anoche en Barcelona los 18.000 euros del 69? premio Nadal, convocado por la editorial Destino y decano de las letras espa?olas. La obra llegar¨¢ a las librer¨ªas el 2 de febrero. Cierta a?oranza por tiempos pasados m¨¢s bienaventurados destila Quan erem feli?os, con la que otro veterano, aqu¨ª en lides period¨ªsticas, el gerundense Rafael Nadal, se alz¨® con el 44? premio Josep Pla de prosa en catal¨¢n (6.000 euros), memorias de infancia con las que el galard¨®n regresa a la no ficci¨®n tras 24 a?os de novela pura.
El periodista Rafael Nadal logra el Pla con unas memorias de infancia
El embotamiento ante el dolor de los dem¨¢s, la incomodidad del profesor por las faltas de uno ante el mundo es, en realidad, una constante en la obra de Pombo (Santander, 1939), consciente de que sus novelas son "descripciones de carencias". A pesar de ese trasunto filos¨®fico, tanto Pombo como su obra han transitado r¨¢pido desde el aprecio minoritario de la cr¨ªtica avezada a cierta popularidad, que ayer se consum¨® con su octavo premio literario.
El primero le lleg¨® pronto, en 1977 con los poemas de Variaciones (1977, premio El Bardo), su segundo libro tras Protocolos (1973) con el que debut¨® este licenciado en Filosof¨ªa y Letras afincado en los ¨¢mbitos universitarios de Londres entre 1966 y 1977. A?o prol¨ªfico ese porque sell¨® su regreso con Relatos sobre la falta de sustancia, p¨®rtico a su primera novela, El parecido (1979). S¨®lo necesitar¨¢ cuatro a?os para asomarse al gran p¨²blico con El h¨¦roe de las mansardas de Mansard, con la que estren¨® el premio Herralde y que hac¨ªa presagiar el ¨¦xito de El metro de platino iridiado, historia de la separaci¨®n, tras 10 a?os de matrimonio, de una ama de casa, Mar¨ªa, y su esposo Mart¨ªn, con el posterior embrutecimiento moral de ¨¦ste.
El metro... (Premio Nacional de la Cr¨ªtica) es, junto con Donde las mujeres (1996, Nacional de Narrativa) y La cuadratura del c¨ªrculo (1999, premio Fastenrath), tres de las mejores novelas de un autor que en ellas consolidar¨ªa su mundo: ambientes marcados por relaciones falseadas, grandes personajes femeninos, sensaci¨®n del sinsentido de la vida y una homosexualidad latente fruto de su biograf¨ªa. A pesar de abordar temas as¨ª, la popularidad de Pombo es notable. A ello ayuda, am¨¦n de ser miembro de la RAE desde 2004, que sus reflexiones destilan mundos po¨¦ticos y humor, como Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995) o La fortuna de Matilda Turpin (2006, premio Planeta). En realidad, son caracter¨ªsticas de Pombo, algo socarr¨®n como ha demostrado en su faceta de tertuliano televisivo y no exento de ardor pol¨¦mico, de lo que ha dado muestras como candidato al Senado por Madrid de Uni¨®n Progreso y Democracia.
El toque social se reforz¨® ayer con el ganador del Pla. Nadal (Girona, 1954), miembro de una de las familias m¨¢s influyentes de su ciudad y que ha dado, entre otros, el pol¨ªtico Joaquim Nadal -ex alcalde, ex consejero de la Generalitat y dirigente socialista. Es una familia de 12 hermanos, de padres del Opus Dei. C¨®mo vivi¨® esa infancia es la argamasa de Quan erem feli?os, memorias redactadas a partir de episodios breves. Es el debut literario de un periodista que de 2006 a 2010 fue director de El Peri¨®dico de Catalu?a. El a?o pasado public¨® su primer libro, Els mandarins, retratos de personajes con los que se ha topado. Con intenci¨®n, como su memoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.