Obama por defecto
Se busca candidato a la Casa Blanca nuevo y fresco capaz de acabar con la creciente arterioesclerosis que gripa las instituciones de EE UU; con la rigidez ideol¨®gica que bordea el fanatismo; con la tendencia a vivir por encima de las posibilidades, endeud¨¢ndose sin reducir el devastador d¨¦ficit presupuestario. Capaz de crear 100.000 empleos mensuales; de sacar del limbo a la clase media, la gran perdedora desde hace 30 a?os, haciendo que los hijos puedan progresivamente volver a vivir mejor que sus padres; que ponga fin a la creciente desigualdad que est¨¢ minando la democracia y creando una sociedad dual. Entre 1979 y 2006, los americanos de clase media vieron sus ingresos anuales, despu¨¦s de impuestos, incrementarse en un 21%. Los ciudadanos m¨¢s pobres aumentaron los suyos solo en un 11%. El 1% en la cima de la sociedad multiplic¨® sus rentas por 256%, triplicando su porci¨®n de la renta nacional hasta un 23%. Un candidato que pueda hacer digerir a la poblaci¨®n, que a¨²n vive en la nube de la ignorancia creyendo en la excepcionalidad de EE UU, que ya se acab¨® la Am¨¦rica imperial. Que reduzca el presupuesto militar y alivie la insoportable carga econ¨®mica de mantener el dominio geopol¨ªtico. Un candidato que piense en reconstruir el pa¨ªs, sus infraestructuras decadentes, su red ferroviaria, que hace que los trenes que enlazan Nueva York con Chicago viajen casi a la misma velocidad que en los a?os cincuenta, y que restaure la educaci¨®n al nivel que le corresponde a la todav¨ªa primera potencia. Hoy en EE UU es dif¨ªcil se?alar un servicio p¨²blico que funcione mejor que hace 50 a?os. La pr¨¢ctica quiebra de Correos es el ¨²ltimo ejemplo.
Frente al presidente de EE UU se alza un grupo de insurgentes conservadores sin un tenor claro
?Qu¨¦ respuesta encuentra esta b¨²squeda de empleo con fecha de vencimiento el pr¨®ximo 6 de noviembre? Un presidente Obama que prometi¨® en 2008 enderezar el pa¨ªs y unirlo, cambiando dr¨¢sticamente su rumbo. No ha podido cumplir. Esfumada su magia inicial ha concitado en su contra una indebida animadversi¨®n potenciada por una campa?a de emborronamiento personal a cargo de una derecha crecida. Puede ser derrotado si no logra enderezar la econom¨ªa y reducir el paro. Obama el fallido, en relaci¨®n con la excesiva expectaci¨®n imprudentemente desatada, no ha podido darle la vuelta a la pol¨ªtica de Washington. Pero salv¨® al pa¨ªs de la depresi¨®n. Acab¨® con Bin Laden. Va a recortar modestamente el presupuesto militar y admite que la seguridad mundial "no puede ser exclusivamente" una responsabilidad de EE UU. Pasar¨¢ a la historia como el presidente que asumi¨® la p¨¦rdida de la supremac¨ªa. Hacer de la necesidad virtud, aliviando la carga econ¨®mica de mantener el dominio geopol¨ªtico.
Frente a ¨¦l, un pelot¨®n de insurgentes conservadores, sin un tenor claro, buscan que Obama, al que consideran el representante de las sensibilidades morales del m¨ªtico concierto hippy de Woodstock y de Gomorra, no repita. El partido de Lincoln y Reagan podr¨ªa optar por alguien inelegible en las presidenciales de noviembre. Esta es la gran esperanza de Obama que devendr¨ªa presidente por defecto. Los republicanos, enredados con ideas fundamentalistas, nost¨¢lgicas de una Am¨¦rica inexistente, son su peor enemigo. Mezcolanza de aspirantes populistas, aislacionistas, moralistas, pronegocios. Se presentan ante los electores como las buenas gentes del com¨²n, verdaderos americanos, unidos por un odio primitivo al Gobierno, a Washington, y a la subida de impuestos, frente a la ¨¦lite liberal que ha degradado Am¨¦rica conduci¨¦ndola al socialismo que estar¨ªa representada por alguien, tan poco americano a sus ojos, como Obama. Iowa ha realizado la primera cata presidencial. Sin fruto claro. Mitt Romney, rico, morm¨®n, exgobernador de Massachusetts, un superman robotizado de mand¨ªbula cuadrada, pasado por Harvard, econom¨ªa y derecho, defensor del capitalismo como forma de destrucci¨®n creativa, ha obtenido una p¨ªrrica victoria. Quiere ser el candidato republicano por su supuesta elegibilidad final. Pero no logra convencer a las bases de su partido por no alcanzar el grado suficiente de conservadurismo requerido. Pero ser¨ªa el rival m¨¢s peligroso para Obama. Entre los m¨¢s conservadores, se ha encaramado al podio moment¨¢neamente el congresista Rick Santorum, cat¨®lico a machamartillo, que equipara el matrimonio entre homosexuales a la poligamia. Defiende la escolarizaci¨®n de los hijos en el propio hogar. Le sigue muy de cerca un doctor libertario de 76 a?os, tambi¨¦n congresista, Ron Paul; propone cerrar todas las bases en el exterior, legalizar las drogas y abolir la Reserva Federal. Dos inelegibles. Pero ninguno de los tres candidatos en cabeza ha superado el techo del 25% de los votantes de Iowa. New Hampshire, Estado liberal en la costa Este, es la siguiente etapa de las primarias republicanas, mientras en Washington Obama se frota las manos.
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