Baile de m¨¢scaras
Un conocido mantra repite que los partidos de izquierda son los encargados de hacerle la pol¨ªtica a la derecha. Pero el gobierno de Rajoy ha demostrado que el recurso es contagioso, y que la derecha tambi¨¦n puede consumar los deseos extractores de la izquierda. Y es que todo partido disfruta ante sus incondicionales de un amplio margen de maniobra, que ¨¦stos jam¨¢s conceden a los dem¨¢s. Por eso el partido puede defraudarlos y adoptar medidas antip¨¢ticas, persuadido de que los suyos no s¨®lo aguantar¨¢n la bofetada, sino que la defender¨¢n en las tertulias de caf¨¦.
Cuando un partido hace una pol¨ªtica ajena a sus promesas apela, indefectiblemente, a la responsabilidad. No es que se traicione a s¨ª mismo sino que, de repente, se vuelve responsable. En tan respetable senda ha entrado incluso la izquierda abertzale, que desde que toca poder realiza constantes ejercicios de responsabilidad. El radical de toda la vida, que asist¨ªa al devenir del universo desde una virginidad insobornable y nunca claudicaba ante la fea realidad, se ha vuelto ahora responsable, m¨¢s responsable, a veces, que el repelente ni?o Vicente.
Para responsable, y repelente, el Partido Popular, que sube los impuestos, pide "peque?os esfuerzos" y echa mano de otro c¨¦lebre mantra de nuestra cultura pol¨ªtica: "los que m¨¢s ganan y los que m¨¢s tienen", los cuales, por cierto, deben de estar hartos de que les mencionen en asuntos que no les incumben, como la fiscalidad. La izquierda critica la subida de impuestos porque afecta a la clase trabajadora y a la exhausta clase media. L¨¢stima que no cayera en la cuenta mucho antes, cuando ella tambi¨¦n sangraba el cerdo, expoliando a los incautos que se hallan enjaulados en los archivos inform¨¢ticos de Hacienda, los ¨²nicos a los que nuestro eficaz funcionariado lograr¨¢ nunca perseguir. Cuando la izquierda vuelva al poder, dentro de ocho o doce a?os, subir¨¢ los impuestos de nuevo, y entonces volver¨¢ a sus labios el socorrido mantra de "los que m¨¢s ganan y los que m¨¢s tienen", mientras que el PP, resituado, desempolvar¨¢ al olvidado Adam Smith. En esto, la pol¨ªtica espa?ola es tan miserable e hip¨®crita como con el S¨¢hara Occidental. Los pobres saharauis siempre tienen a su lado a uno de los dos grandes partidos: aquel que en ese momento no ocupe el gobierno del Estado ni la embajada en Rabat.
Por cierto, las medidas socialistas de protecci¨®n a las promotoras y a la banca tienen continuidad con el PP. El 31 de diciembre expir¨® la pr¨®rroga concedida por el gobierno socialista para evitar que los solares urbanizables se valoren a precio de suelo r¨²stico. La aplicaci¨®n de esta medida implicar¨ªa una depreciaci¨®n del 90% en estos activos. El PP ha prorrogado la medida, impidiendo que las reglas del mercado revelen su verdadero valor. La banca y los constructores pueden felicitarse: protecci¨®n p¨²blica garantizada con el bueno de Rajoy.
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