Un rinc¨®n de honradez en el 'calcio'
Simone Farina, jugador del Gubbio, de Segunda, es invitado a la gala del Bal¨®n de Oro y a entrenarse con Italia tras rechazar 200.000 euros por ama?ar un partido
"Doscientos mil euros. Rep¨¢rtelos como quieras entre tus compa?eros". Doscientos mil euros son tres veces m¨¢s que el sueldo de Simone Farina, lateral izquierdo del Gubbio, club entrenado por Gigi Simoni que milita en la Segunda Divisi¨®n italiana. Gubbio es una tranquila ciudad de 32.000 habitantes en el centro del pa¨ªs. All¨ª vive y juega Farina, de 29 a?os y padre de dos hijos. A finales de septiembre, le propusieron un premio de 200.000 euros por ama?ar y perder el partido de Copa contra el Cesena, previsto para el 30 de noviembre. Se lo ofreci¨® Alessandro Zamperini, excompa?ero suyo (ahora imputado) en las categor¨ªas inferiores del Roma, pero al que no ve¨ªa desde hac¨ªa 10 a?os. Farina dijo que no. Y denunci¨® el asunto ante la fiscal¨ªa. Eso ha dado comienzo a la segunda parte de la investigaci¨®n sobre la supuesta trama de apuestas clandestinas y ama?os de partidos en el calcio (Primera, Segunda y Tercera) que estall¨® en junio del a?o pasado y que ha llevado a la c¨¢rcel, entre otros, a Cristiano Doni, capit¨¢n del Atalanta.
Su denuncia ha avivado la investigaci¨®n sobre las apuestas ilegales
Farina cobra 60.000 euros al a?o. Podr¨ªa haberse enriquecido de golpe. Pero dijo que no. Raro ejemplo de honradez en un calcio cada vez m¨¢s podrido. "Me lo coment¨® a las dos horas. Vino a buscarme al campo de entrenamiento. Ten¨ªa cara de perro apaleado y me dijo que necesitaba hablar conmigo. Como estaba lesionado, cre¨ªa que el tobillo hab¨ªa empeorado", cuenta Stefano Giammarioli, el director deportivo del Gubbio, a este peri¨®dico. Fue el primero y durante un tiempo el ¨²nico en saber lo que hab¨ªa ocurrido. Fue el mismo Giammarioli quien acompa?¨® a Farina a la fiscal¨ªa y quien luego se encarg¨® de comunicarlo al presidente y el vestuario. "Lo hizo por la familia. Deber¨ªa ser algo normal en este mundo, un simple deber de ciudadano. Pero como el f¨²tbol no es un mundo normal, nos parece algo extraordinario lo que ha hecho Simone", prosigue. "Estaba asustado, muerto de miedo. Nosotros somos un club joven. Es nuestro primer a?o en Segunda. Estamos en un mundo mucho m¨¢s grande que nosotros. Simone, tambi¨¦n. Se encerr¨® en s¨ª mismo y no quer¨ªa volver a entrenarse", a?ade.
Farina recibi¨® un sms el pasado 26 de septiembre. "?C¨®mo est¨¢s, monstruo? Soy Zampe". Lo firmaba Zamperini. Un par de d¨ªas despu¨¦s, Zampe lleg¨® a Gubbio con su Porsche y qued¨® con Farina en una pasteler¨ªa. All¨ª le ofreci¨® el trato. Cuando este le respondi¨® que no, Zamperini le pidi¨® el tel¨¦fono del capit¨¢n del equipo y el del director deportivo. Farina, seg¨²n lo que declar¨® a los investigadores, le dijo que ellos le habr¨ªan contestado lo mismo.
El viernes pasado, el d¨ªa en que el lateral rubio volvi¨® a pisar el c¨¦sped tras un mes parado, en el estadio se encontr¨® con una enorme pancarta: Sei il nostro orgoglio (eres nuestro orgullo). Hasta el arzobispo de Perugia habl¨® de Farina en la misa de Nochebuena cit¨¢ndole como ejemplo de c¨®mo se puede llevar una vida honrada. Cesare Prandelli, el seleccionador italiano, que ha impuesto un c¨®digo ¨¦tico para sus jugadores, le ha llamado a Coverciano (sede de la azzurra) para entrenarse con Italia. Eso ser¨¢ a finales de febrero, ante un partido amistoso contra Estados Unidos. Ma?ana, por lo pronto, Farina viajar¨¢ a Z¨²rich y subir¨¢ al palco durante la gala del Bal¨®n de Oro. Otro premio por su denuncia. Le ha invitado Joseph Blatter, presidente de la FIFA, que el pasado 24 de diciembre escribi¨® una carta en la Gazzetta dello Sport titulada: "Tenemos que estar orgullosos de ¨¦l".
El defensa, que lleva en el Gubbio desde 2007 (entonces, el club estaba en la C2, la Tercera Divisi¨®n B), no ha hablado con ning¨²n medio. No lo har¨¢, asegura Sannipoli, el jefe de prensa, hasta que termine la investigaci¨®n. Ma?ana, Blatter le dedicar¨¢ unas palabras en el discurso de entrega del Bal¨®n de Oro. Prandelli ya lo ha hecho: "Simone ha cumplido con su deber, pero a veces hace falta coraje. Para m¨ª, ha dado un mensaje de esperanza. En un par de meses, cuando ya no se hablar¨¢ de ¨¦l, podr¨¢ venir a Coverciano: encontrar¨¢ las puertas abiertas y el abrazo del grupo. Y que se lleve las botas para entrenarse con nosotros".
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