?ngel Men¨¦ndez, 'Kalikatres', fil¨®sofo del humor
'La Codorniz' acogi¨® su dibujo piccasiano y su fina agudeza
Compa?ero de p¨¢ginas y publicaciones de Ram¨®n G¨®mez de la Serna, Conchita Montes, Azcona, Pablo, Seraf¨ªn, Evaristo Azevedo, Tip y Coll, Forges y Ops, entre otros muchos, ayer falleci¨® ?ngel Men¨¦ndez Men¨¦ndez (San Sebasti¨¢n, 1923), m¨¢s conocido por su firma, Kalikatres. Paisano y unos meses m¨¢s joven que ?lvaro de Laiglesia, Men¨¦ndez dio sus primeros pasos en el humor en La Codorniz junto a ?lvaro, Miguel Mihura, Wenceslao Fern¨¢ndez Fl¨®rez, Tono, Herreros, Edgar Neville, Manuel Aznar, Enrique Jardiel Poncela, Alfredo Marquer¨ªe, Joaqu¨ªn Calvo Sotelo, Jos¨¦ L¨®pez Rubio "y otros", como se?alaba "la revista m¨¢s audaz para el lector m¨¢s inteligente".
Kalikatres el fil¨®sofo, el conversador de gags inesperados, ilustraba con su fina l¨ªnea picassiana el sentido cr¨ªtico de la revista, plasmaba con un humor ligero pero sutil lo que no se pod¨ªa expresar con palabras. Tiempos de censura. Con un dibujo de dos ind¨ªgenas viendo acercarse dos carabelas, Kalikatres se?alaba: "Ya vienen a traernos la civilizaci¨®n; y eso ?en qu¨¦ consistir¨¢: en matarnos, en hacernos esclavos o tendremos tiempo de huir?".
?ngel Men¨¦ndez, taciturno, ingenioso y muchas veces en su mundo, cre¨® un personaje que creci¨® en sus vi?etas y fue formando una personalidad que acab¨® confundi¨¦ndose con su autor. Y la filosof¨ªa que brotaba de aquella figura egipcia, con b¨¢culo y toca de las orillas del Nilo de hace 3.000 a?os, lleg¨® por medio de diversos diarios y revistas a la conversaci¨®n cotidiana de las tertulias, las oficinas, las reuniones familiares. Se adelant¨® as¨ª en el tiempo a temas que luego ser¨ªan corrientes en la vida diaria. Ya en 1952 public¨® en La Codorniz un dibujo con un texto m¨¢s o menos as¨ª: "Y ahora que gracias a tus consejos nos hemos casado, ?oh, sabio Kalikatres!, dinos qu¨¦ debemos hacer para amarnos toda la vida", pregunta la novia. Y el sabio responde: "Vivir poquito, hijitos, vivir poquito".
Adem¨¢s de chistes, Kalikatres public¨® art¨ªculos, alguna obra de teatro y novelas como Los abor¨ªgenes de Andr¨®meda, De c¨®mo las bestias hacen el amor a lo humano y de c¨®mo los humanos hacen el amor a lo bestia, ?Oh!, Kalikatres sapient¨ªsimo, Maturranga, Esp¨ªa y m¨¢rtir o Lo que hablan los microbios. Pero sus dibujos, tras comenzar firmando como Pitti en la revista fundada por Mihura, fueron apart¨¢ndole de la literatura de humor y algunas de sus ¨²ltimas entregas fueron publicadas en EL PA?S SEMANAL y en La Golondriz.
Ya casi nonagenario bajaba a la calle con su andador para hacer alguna compra o recoger el peri¨®dico en un quiosco del madrile?o barrio de Chamart¨ªn. Conservaba todav¨ªa su punto de humor: "No mint¨¢is, dejadlo para los pol¨ªticos". En la exposici¨®n que conmemora los 70 a?os de La Codorniz se muestra su anarquizante y absurdo humor: "Dime, ?oh, Kalikatres septimoart¨ªssimo! ?Qu¨¦ es el cine? El teatro al alcance de todos los cerebros".
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