Redes de parentesco
Junto con el lenguaje, el parentesco es sin duda la principal instituci¨®n humana, que constituye nuestra principal diferencia espec¨ªfica con las dem¨¢s especies animales. Las otras tambi¨¦n se comunican y se aparean, pero s¨®lo los seres humanos decimos "no" (principal caracter¨ªstica del lenguaje) y s¨®lo nosotros, al emparejarnos (lo que implica decir no a las parejas prohibidas por el tab¨² del incesto), contraemos alianzas con otras familias, reforzando y ampliando nuestras redes de parentesco: es la regla de exogamia que fundamenta el orden social. Valga esta simplista generalizaci¨®n para introducir mi comentario a este gran libro que describe la transformaci¨®n de las redes espa?olas de parentesco, como creadoras y reproductoras de los ¨®rdenes institucionales (asentamientos de la poblaci¨®n, organizaciones econ¨®micas, reg¨ªmenes pol¨ªticos, representaciones culturales, etc¨¦tera) que se han venido sucediendo sobre el territorio espa?ol. Una empresa tan ambiciosa que amenazaba con resultar fallida, pero que viene a suponer un indudable progreso respecto a los escasos precedentes con que cont¨¢bamos: la monograf¨ªa de David Reher La familia en Espa?a. Pasado y presente (Alianza, 1996) y La historia de la familia en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica (UCLM, 2008) compilado por Francisco Garc¨ªa Gonz¨¢lez (que tambi¨¦n firma aqu¨ª uno de los mejores cap¨ªtulos).
S¨®lo los seres humanos contraemos alianzas con otras familias: es la regla de exogamia que fundamenta el orden social
El conjunto del libro se distribuye entre los tres grandes sistemas de estructura familiar que cabe reconocer en la historia europea. Ante todo, el modelo tradicional de antiguo r¨¦gimen patriarcal, cuando el emparejamiento se concertaba entre las redes familiares de los contrayentes que continuaban dependiendo a todos los efectos de sus redes de parentesco. Despu¨¦s, el r¨¦gimen liberal de familias conyugales fundadas y dominadas por un var¨®n proveedor, que se constituy¨® y se extendi¨® a partir del proceso de individualizaci¨®n exclusivamente masculina (pues las mujeres segu¨ªan dependiendo de padres, maridos o hermanos) surgido con la revoluci¨®n industrial, emancipando a profesionales y asalariados de sus familias de origen. Este modelo se inici¨® en el Reino Unido ya en el siglo XVIII, pero solo se difundi¨® por Europa en el XIX. Y por ¨²ltimo, el actual modelo de familia posconyugal (o m¨¢s bien convendr¨ªa hablar de los nuevos modelos de familia matrifocal), surgido desde los a?os setenta del siglo pasado a consecuencia del r¨¢pido desarrollo del proceso de individualizaci¨®n femenina, que ha emancipado a las mujeres de sus padres y maridos gracias a su reciente independencia laboral y profesional.
Pues bien, en el libro que comento, sus diez primeros cap¨ªtulos se dedican a analizar el modelo tradicional de antiguo r¨¦gimen, que contin¨²a predominando hasta bien entrado el siglo XIX. Pero tambi¨¦n aqu¨ª hay que hablar de los modelos, en plural, pues en un primer periodo predominaba el modelo musulm¨¢n (impropiamente llamado endog¨¢mico) de matrimonio con los primos cruzados que impone una parentela exclusivamente patrilineal, mientras que en las ¨¢reas del norte de la Pen¨ªnsula (cant¨¢bricas y pirenaicas) donde no se impuso la dominaci¨®n musulmana se estableci¨® un modelo de familia troncal (o de herencia indivisa). Pero al avanzar la Reconquista, la repoblaci¨®n cristiana se coloniz¨® con modelos familiares de herencia igualitaria, de acuerdo a una cultura de frontera con exceso de tierras libres expropiadas a los ¨¢rabes. Finalmente, tras la limpieza ¨¦tnica decretada por los Reyes Cat¨®licos, el modelo endog¨¢mico musulm¨¢n desapareci¨®, bien por la expulsi¨®n directa de los moriscos o por la estrategia de los conversos de adoptar la exogamia para emparentar con cristianos viejos, a fin de lograr para sus descendientes estatutos de limpieza de sangre. As¨ª se consolidaron a lo largo de la Edad Moderna las fronteras entre las dos Espa?as: la foral basada en la herencia indivisa y la de r¨¦gimen com¨²n basada en la herencia igualitaria. V¨¦ase el excelente cap¨ªtulo V de Lloren? Ferrer sobre herencia y reproducci¨®n social.
Y para profundizar en esta misma cuesti¨®n decisiva, la segunda parte del libro, dedicada al an¨¢lisis del r¨¦gimen liberal, se abre con el extraordinario cap¨ªtulo XI de Robert Rowland sobre la transici¨®n demogr¨¢fica, interpretada en funci¨®n de la reproducci¨®n familiar de acuerdo a una tipolog¨ªa de modelos troncales y nucleares directamente relacionada con la de Emmanuel Todd (otro c¨¦lebre disc¨ªpulo de Peter Laslett a quien apenas se cita en el libro). Tambi¨¦n destaca el cap¨ªtulo de Xavier Roig¨¦, que analiza con perspectiva biopol¨ªtica la dif¨ªcil convergencia liberal de los diversos modelos de familia (burguesa, campesina, obrera...), as¨ª como la campa?a higienista contra la prostituci¨®n y la masturbaci¨®n. E igualmente, pero con perspectiva feminista, el cap¨ªtulo de Ana Aguado sobre las relaciones de g¨¦nero impuestas por el modelo conyugal dominado por el var¨®n proveedor.
Finalmente, la tercera parte presidida por los nuevos modelos de familia posconyugal, posteriores a 1975, est¨¢ dominada por el preocupante declive de la nupcialidad (cap¨ªtulos XV y XIX), que amenaza con estrangular el proceso de formaci¨®n de nuevas familias. Pero junto a esta crucial cuesti¨®n, se discuten tanto sus mecanismos sustitutivos (adopci¨®n y reproducci¨®n asistida, faltando la inmigraci¨®n) como la creciente conflictividad familiar que tanto crispa los debates p¨²blicos, en materias tales como el aborto y la violencia de g¨¦nero. Es el objeto del ¨²ltimo cap¨ªtulo (el XIX ya citado) de dos reconocidos expertos como Iglesias de Ussel y Mar¨ª-Klose, cuya presunci¨®n de imparcialidad queda desmentida entre l¨ªneas por cierto sesgo conservador.
Familias. Historia de la sociedad espa?ola (del final de la Edad Media a nuestros d¨ªas). Francisco Chac¨®n y Joan Bestard (directores). Ediciones C¨¢tedra. Madrid, 2011. 1.247 p¨¢ginas. 40 euros.
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