Infraestructuras invisibles, el futuro de las ciudades
La tecnolog¨ªa contribuye a que las grandes urbes sean m¨¢s eficientes, limpias y sostenibles - Crear municipios inteligentes mejora la calidad de vida de sus ciudadanos, pero es caro
Esas urbes submarinas de ensue?o protegidas por domos inmensos o los veh¨ªculos que vuelan sobre las metr¨®polis en la pel¨ªcula de Blade Runner tardar¨¢n bastantes a?os en ser realidad. La ciudad que viene, la de dentro de un par de d¨¦cadas, no romper¨¢ radicalmente con la apariencia de la actual. Eso s¨ª, en sus entra?as y de una manera silenciosa, vivir¨¢ una transformaci¨®n similar a la de la llegada de Internet a nuestras vidas, afirman las empresas tecnol¨®gicas y los responsables de las ciudades que ya se han montado al tren del cambio. La urbe, con ayuda de la tecnolog¨ªa, ser¨¢ m¨¢s limpia, ecosostenible, ofrecer¨¢ una mejor calidad de vida a sus vecinos y deber¨¢ ser mejor gestionada por sus gobernantes. El primer reto: ?Qui¨¦n pagar¨¢ la factura?
Es fundamental la telemetr¨ªa, que posibilita conocer datos en tiempo real
El debate de fondo radica en la necesidad de una buena gobernanza
El cambio no es solo un asunto est¨¦tico. En 2050, el 75% de la poblaci¨®n mundial vivir¨¢ en ciudades, seg¨²n Naciones Unidas. Esto equivale a 6.000 millones de personas. En Espa?a, esta cifra se eleva hasta el 82%. "El cambio clim¨¢tico derivar¨¢ en migraciones a gran escala dentro de 50 a?os", asegura Greg Clark, presidente de Business of Cities. Los recursos naturales disponibles son limitados y hay que estar preparados buscando un modelo que permita racionalizarlos.
El paradigma de esta nueva concepci¨®n se llama smart cities (ciudades inteligentes, en ingl¨¦s) y fue el tema de debate durante la Smart City Expo World Congress, que se celebr¨® en diciembre pasado en la Fira de Barcelona. All¨ª se dieron cita m¨¢s de 300 expertos de 20 pa¨ªses del mundo y se presentaron varias aplicaciones que ya se ven en algunas ciudades espa?olas como la capital catalana, Santander o M¨¢laga.
Una smart city, seg¨²n los expertos, es una urbe que aplica soluciones innovadoras para conseguir una mayor calidad de vida de sus habitantes. Esto pasa por la tecnolog¨ªa. Ahora es posible crear ciudades "sensibles", que mediante sensores, por ejemplo, arrojen datos en tiempo real sobre temas claves como la contaminaci¨®n, las basuras, el tr¨¢fico o el consumo energ¨¦tico. Y con toda esa informaci¨®n centralizada es posible tomar mejores decisiones, m¨¢s efectivas y r¨¢pidas. Carlo Rattu, director del laboratorio SENSEable City del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT), hace un s¨ªmil automovil¨ªstico. Hace 20 a?os, en la f¨®rmula 1, la principal preocupaci¨®n de las escuder¨ªas era qui¨¦n ten¨ªa el motor m¨¢s potente o la mejor aerodin¨¢mica. Ahora, aunque esto sigue siendo importante, es fundamental la telemetr¨ªa, es decir, la tecnolog¨ªa que posibilita conocer en tiempo real los datos sobre las condiciones de la pista y del veh¨ªculo. All¨ª est¨¢ el secreto para llegar al podio.
Un caso con ¨¦xito de la puesta en marcha de esta idea es el programa Digital Birmingham. La ciudad inglesa instal¨® una red inteligente de contadores de electricidad en una cincuentena de hogares en la zona de Edgbaston. El sistema permite a las familias conocer su consumo a trav¨¦s de Internet y as¨ª planificar estrategias para ahorrar. Seg¨²n Mike Whitby, el alcalde de la ciudad, en las primeras 12 semanas de implantaci¨®n los hogares-laboratorio redujeron sus facturas en un 60% (unos 40 euros menos) y evitaron la emisi¨®n de 12 toneladas de CO2 a la atm¨®sfera.
La organizaci¨®n del tr¨¢fico rodado tambi¨¦n es uno de los aspectos en los que m¨¢s se ha adelantado en la ciudad "sensible". Por ejemplo, San Francisco despleg¨® un sistema de sensores y se?ales lum¨ªnicas en el 25% de sus plazas de aparcamiento, muy similar al que se puede encontrar en algunos centros comerciales o garajes privados. Esto le permite al conductor encontrar un sitio disponible a trav¨¦s de cualquier aparato que tenga la funcionalidad de geolocalizaci¨®n, como una tableta o un m¨®vil. Otro ejemplo es Copenhague. All¨ª existe un sistema similar en el que el conductor conoce las plazas disponibles en un lugar determinado a trav¨¦s de SMS.
"Durante los ¨²ltimos a?os los pol¨ªticos han basado sus iniciativas en infraestructuras visibles, grandes edificios que dejaran huella f¨ªsica y evidente de su legado. Desde que comenz¨® la crisis han cobrado m¨¢s sentido los proyectos de ciudad inteligente, invisibles a primera vista, pero mucho m¨¢s beneficiosos para los ciudadanos", asegura Jordi Pugner¨® (CiU), teniente de alcalde de Sant Cugat del Vall¨¨s (Barcelona), uno de los centros urbanos que m¨¢s ha apostado por el modelo smart city en Espa?a.
Otra de las abanderadas de las infraestructuras invisibles es Santander. Seg¨²n su alcalde, ??igo de la Serna (PP), en tres a?os se prev¨¦ dotar a la ciudad de 20.000 sensores, algunos enterrados bajo el asfalto, para obtener informaci¨®n sobre la movilidad, otros ubicados al aire libre, para monitorizar los niveles lum¨ªnicos o sonoros. La idea es que la capital c¨¢ntabra sea un gran laboratorio donde las empresas y el mundo acad¨¦mico realicen experimentos sobre la infraestructura desplegada. El programa cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. Una de las aplicaciones que all¨ª se ha probado es la del sistema de regado de los jardines. All¨ª un sistema decide cu¨¢ndo regar en funci¨®n de la humedad ayudando as¨ª a evitar el desperdicio de agua.
Los desarrollos tecnol¨®gicos tambi¨¦n aportan la posibilidad de construir con materiales novedosos, que permitan la integraci¨®n de sistemas de producci¨®n energ¨¦tica en los edificios. Un ejemplo es el edificio Mediatic de Barcelona, que incorpora unas membranas especiales que detienen la radicaci¨®n solar. Gracias a un centenar de sensores, se grad¨²a la entrada de luz al edificio. Seg¨²n cifras del Consistorio de la capital catalana, solo con un aislamiento t¨¦rmico eficiente se puede ahorrar cerca del 50% de la energ¨ªa utilizada en una vivienda.
Algunos expertos tambi¨¦n dan un paso m¨¢s all¨¢ y abren la posibilidad de reindustrializar la ciudad, revirtiendo la tendencia de los ¨²ltimos 50 a?os. Uno de ellos es Neil Gershenfeld, director del Center of Bits and Atoms del MIT, que propone una "nueva revoluci¨®n industrial" en la que m¨¢quinas de ¨²ltima generaci¨®n podr¨ªan producir objetos de una manera limpia y sin ocupar mucho espacio dentro del tejido urbano. "En lugar de llevar los trabajos fuera de la ciudad podr¨ªamos producir de forma local muchos de los productos consumidos por los ciudadanos", asegura Gershenfeld.
Aunque la idea sobre la necesidad de cambiar de paradigma urbano es compartida, no hay ni mucho menos un consenso sobre c¨®mo se debe hacer o cu¨¢l es el modelo a seguir. "Muchas ciudades tienen prioridades mucho m¨¢s acuciantes que las de llenar sus calles de sensores", cree Ismael Fern¨¢ndez, presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Urbanistas (ISOCARP por sus siglas en ingl¨¦s). Las empresas desarrolladoras de tecnolog¨ªa aseguran que la idea las smart cities no es una burbuja. "El concepto no nace de una elucubraci¨®n te¨®rica ni de una necesidad de vender m¨¢s tecnolog¨ªa, sino de una demanda real de los ciudadanos", argumenta Tob¨ªas Mart¨ªnez, presidente de Abertis Telecom. Fern¨¢ndez opina que el problema de fondo es que las ciudades "siguen tendencias no ideas".
La realidad es que implantar algunas de estas tecnolog¨ªas resulta costoso, especialmente en tiempos de crisis. Jordi Botifoll, vicepresidente de EMEA-CISCO cree, sin embargo, que all¨ª hay una oportunidad y se abre un nuevo horizonte para pa¨ªses como Espa?a. "En unas econom¨ªas que por fuerza han de tener a la innovaci¨®n como motor, la puesta en marcha del concepto smart supone una gran oportunidad para superar la brecha en competitividad", plantea Botifoll. Los Ayuntamientos espa?oles de m¨¢s de 50.000 habitantes podr¨ªan externalizar servicios por valor de 10.000 millones de euros a tecnolog¨ªas smart, seg¨²n Ferrovial. Para el profesor de IESE Eduardo Mart¨ªnez Abascal, los consistorios ahora est¨¢n en capacidad de invertir, pues han sido las ¨²nicas Administraciones P¨²blicas que han tenido super¨¢vit corriente en los ¨²ltimos a?os. "El aumento de la deuda por parte de la Administraci¨®n municipal en los ¨²ltimos tres a?os ha sido relativamente moderado, comparado con la generada por el Estado o las comunidades aut¨®nomas", explica. Seg¨²n Mart¨ªnez, el gasto medio por ciudadano entre los Ayuntamientos oscila entre los 1.200 y 1.500 euros. En su opini¨®n, es bastante bajo si se compara con el gran cat¨¢logo de servicios de cercan¨ªa que ofrecen.
A pesar de ello, los n¨²meros son los que son y la participaci¨®n privada ser¨ªa indispensable. "Hay un papel para la empresa privada, pero este ha de ejercerse sin menoscabo de la degradaci¨®n democr¨¢tica que supone eliminar la relaci¨®n directa entre ciudadano y Administraci¨®n en la prestaci¨®n de servicios p¨²blicos. Los mercados no hacen un buen trabajo coordinando las necesidades p¨²blicas, especialmente en los pa¨ªses en v¨ªa de desarrollo", puntualiza Mildred Warner, profesora de Urbanismo de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Para evitarlo, el concejal de Birmingham Paul Tisley sostiene que no se puede contar con "un modelo ¨²nico" de colaboraci¨®n con la empresa privada, sino impulsar diferentes alternativas, desde contratos a largo plazo hasta joint ventures.
El debate de fondo radica en la necesidad, m¨¢s all¨¢ de la tecnolog¨ªa, de una buena gobernanza. "La tecnolog¨ªa ha de ser considerada por defecto y la importancia recae en el fomento a la creaci¨®n de los servicios que posibilita", explica Jonathan Warenham, director del departamento de Gesti¨®n de la Informaci¨®n de Esade. "Existe el poder de elecci¨®n sobre el uso que damos a las tecnolog¨ªas o sobre cu¨¢les utilizamos o no", a?ade Jos¨¦ Luis Mar¨ªn, presidente de Endesa. En ese contexto se inscriben las decisiones pol¨ªticas y el dise?o de una adaptaci¨®n particular. Anthony Twonsend, director de investigaciones del Institute for the Future, apunta a la necesidad de un liderazgo pol¨ªtico: "No existir¨¢ una ¨²nica respuesta trasladable de una ciudad a otra, por lo que cada una deber¨¢ encontrar sus propias soluciones".
En eso ser¨¢ fundamental el consenso pol¨ªtico. "El n¨²mero y fragmentaci¨®n de los actores implicados hacen hoy dif¨ªcil poner en marcha verdaderos proyectos transformadores", explica Bruno Berthon, director de Worldwide Sustainability en Accenture.
Una tarea bastante ardua para un pa¨ªs donde el 84,1% de los municipios (6.821) tiene menos de 5.000 habitantes y se debate el papel de las autoridades supramunicipales.
Proyectos pioneros en Espa?a
Las iniciativas de las smart cities suelen agruparse dentro de cinco bloques: energ¨ªa, medio ambiente, urbanismo, movilidad y tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y comunicaci¨®n (TIC). Varias ciudades de Espa?a ya han debutado en algunos de ellos, con resultados diferentes.
El problema es que los proyectos, aunque en la mayor¨ªa de casos sirven para ahorrar a medio y largo plazo, a corto plazo suelen suponer un dispendio. A falta de dinero, el reto pendiente es lograr extenderlas m¨¢s, en muchos casos, gracias a subvenciones o colaboraciones con empresas
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- M¨¢laga. La ciudad andaluza es la m¨¢s inteligente del pa¨ªs, seg¨²n la consultora IDC. Su iniciativa m¨¢s destacada es de corte energ¨¦tico y la inici¨® en 2009. "M¨¢laga es el proyecto espa?ol pionero destinado a crear una ciudad ecoeficiente. Su objetivo es conseguir una integraci¨®n ¨®ptima de las fuentes renovables de energ¨ªa en la red el¨¦ctrica", explica la consultora. El proyecto fue impulsado por Endesa y gracias a fondos de la Uni¨®n Europea. Su objetivo es lograr el autoabastecimiento energ¨¦tico a trav¨¦s de varios sistemas, desde aerogeneradores en azoteas a las placas solares. El ¨¦xito del proyecto hizo que se buscaran otros frentes de inteligencia para la ciudad. Actualmente el Ayuntamiento tiene en marcha otros proyectos de tecnolog¨ªa para mejorar el transporte p¨²blico, el tr¨¢fico o las obras p¨²blicas y planea acciones para hacer m¨¢s eficiente la recogida de basuras.
- Barcelona. Es una de las ciudades l¨ªderes en movilidad el¨¦ctrica. En colaboraci¨®n con Endesa, ya cuenta con 72 puntos de recarga para coches y motos y la ciudad se prepara as¨ª para el d¨ªa en que el mercado decida dar el vuelco tecnol¨®gico. El Ayuntamiento cuenta con una flota de 21 motos el¨¦ctricas y unos 256 veh¨ªculos de la contrata de limpieza usan esa misma tecnolog¨ªa. El futuro sistema de RetBus, de autobuses de alta capacidad, incluir¨¢ un sistema de coordinaci¨®n con los sem¨¢foros para darles prioridad y as¨ª aumentar su velocidad.
- Valladolid. R¨ªos de luz es un proyecto de ahorro energ¨¦tico desarrollado por el Ayuntamiento junto con Indra, Philips y ELPA, gracias al dinero del Plan E. Mediante la reorganizaci¨®n de la iluminaci¨®n de 35 edificios y monumentos se logra aumentar su esplendor para el goce de los visitantes y los vecinos sin un impacto en la factura de la luz. Seg¨²n su alcalde, Francisco Javier Le¨®n de la Riva (PP), el gasto se ha reducido en un 45% gracias a la utilizaci¨®n de l¨¢mparas LED.
- Sant Cugat. Este municipio barcelon¨¦s de 80.000 habitantes est¨¢ a la cabeza del ?ndice de Transparencia de los Ayuntamientos (ITA) que realiza la ONG Transparencia Internacional. Su p¨¢gina en Internet es la m¨¢s completa del pa¨ªs y le permite a los ciudadanos no solo acceder a muchos servicios, como la reserva de una sala para su boda, sino poder conocer detalles sobre la contrataci¨®n y las obras p¨²blicas que se realizan en el municipio.
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