Renovaci¨®n socialista
Tras la dura derrota del 20-N, el partido socialista decide su futuro en el congreso de Sevilla. As¨ª, en menos de un mes, sabiendo que queda "mucho PSOE por hacer", es imprescindible reconstruir el proyecto pol¨ªtico y el liderazgo para generar ilusi¨®n en los militantes y recuperar la confianza de los votantes. En este sentido, ser¨ªa un grave error que la organizaci¨®n del partido se preocupase m¨¢s de mantener el control org¨¢nico y cerrar el debate que de acercarnos a los problemas de los ciudadanos dando una respuesta socialdem¨®crata clara y cre¨ªble a los retos de futuro de Espa?a y de Europa con un proyecto reconocible desde la izquierda, abierto y participativo.
Sin descartar la presentaci¨®n de terceras v¨ªas, son candidatos a la secretar¨ªa general los exministros Rubalcaba y Chac¨®n. Compa?eros que "estuvieron all¨ª" formando parte del gobierno y la direcci¨®n del partido en las ¨²ltimas legislaturas. Situaci¨®n que, mas all¨¢ del cambio de caras, precisa un sobreesfuerzo para dar credibilidad al mensaje de renovaci¨®n, poner en valor los logros sociales alcanzados y redefinir el modelo de respuesta a la crisis y el reparto de los costes sociales.
Ser¨ªa un error cerrar el debate sin dar respuesta a los problemas de los ciudadanos
Frente a los que creen que, como le sucedi¨® al PP, el desgaste del Gobierno de Rajoy nos llevar¨¢ a recuperar el poder municipal, auton¨®mico o nacional, muchos militantes y ciudadanos exigen un cambio en esta actitud conservadora y demandan un programa socialista de respuesta a la crisis, que nos permita liderar el debate de ideas y pol¨ªticas. De este modo, frente a las tesis liberales que dejan en manos del mercado la soluci¨®n de la crisis y el reparto de sus costes, el socialismo debe reivindicar la importancia de la pol¨ªtica y del Estado como garant¨ªa de los derechos y deberes de la ciudadan¨ªa. As¨ª, el proyecto socialdem¨®crata deber¨ªa mejorar la respuesta del mercado laboral a la situaci¨®n econ¨®mica y garantizar que el sistema financiero responde a las necesidades del sistema productivo, mientras contin¨²a el impulso de la educaci¨®n y la innovaci¨®n como estrategia para incrementar la productividad, la competitividad y el talento. Por el contrario, deber¨ªa evitar los errores del pasado no dej¨¢ndose seducir, como intenta el nuevo Gobierno del PP, por el modelo del ladrillo y los salarios bajos.
Priorizar el gasto productivo y el gasto social en un contexto de ajuste del gasto, reta al socialismo a dise?ar medidas que eliminen las ineficiencias y duplicidades de las administraciones y a establecer mecanismos para garantizar la agilidad, eficacia y eficiencia de la funci¨®n p¨²blica. En este sentido, dise?ar incentivos que penalicen el absentismo laboral y la falta de productividad de los trabajadores p¨²blicos es la mejor estrategia para defender el buen hacer, el inter¨¦s general y la responsabilidad de unos funcionarios imprescindibles para el buen funcionamiento del Estado.
La crisis econ¨®mica y financiera, las dificultades para obtener financiaci¨®n, la sostenibilidad y el sentido com¨²n retan a los progresistas a diferenciar el gasto o inversi¨®n necesarios del claramente improductivo e incluso absurdo. Aeropuertos sin aviones construidos con dinero p¨²blico, edificios emblem¨¢ticos sin contenido o trenes de alta velocidad en estaciones sin pasajeros, deben necesariamente hacernos reflexionar sobre la importancia de racionalizar y priorizar las inversiones. No es posible, ni necesario, ni rentable socialmente tener de todo en todas partes. Es preciso, m¨¢s all¨¢ de la reivindicaci¨®n localista de cada territorio, planificar y concentrar la inversi¨®n p¨²blica en los elementos dinamizadores de la econom¨ªa y en la continuidad de las redes de comunicaci¨®n.
Las duras consecuencias de la crisis deben hacer reflexionar al socialismo sobre la necesidad de reducir o eliminar algunos privilegios, antes que hacer recaer el ajuste s¨®lo sobre las rentas medias y bajas. Redoblar el esfuerzo para luchar contra el fraude fiscal y la econom¨ªa sumergida, hacer que la Iglesia Cat¨®lica pague por su patrimonio inmobiliario no destinado al culto, poner freno a las deudas con la Administraci¨®n p¨²blica de unos clubs de f¨²tbol que contin¨²an con sus fichajes multimillonarios o eliminar el trato diferenciado impuesto por la ley Beckman que hace que algunos de esos fichajes tributen el tipo m¨ªnimo del IRPF, son algunas medidas a plantear. Adem¨¢s, una respuesta socialdem¨®crata a la crisis deber¨ªa promover que las grandes fortunas aporten m¨¢s a la caja com¨²n, que se graven los movimientos especulativos de capital o que se incremente la imposici¨®n a los bienes de lujo, porque es inmoral ver que en plena crisis los veh¨ªculos de lujo han incrementado su demanda un 80% mientras se triplican las colas en los comedores sociales.
Adem¨¢s, el socialismo debe continuar liderando la sostenibilidad de la sanidad, educaci¨®n o dependencia sin que ninguna crisis puede servir de excusa para recortarla, por mucho que la derecha liberal y algunos intereses econ¨®micos quieran su privatizaci¨®n o su deterioro para favorecer intereses privados.
Generar ilusi¨®n y confianza, con un partido que garantice comportamientos ¨¦ticos en sus filas, abierto al debate constructivo, con elecci¨®n directa de los militantes a los cargos org¨¢nicos, con participaci¨®n directa de militantes y simpatizantes a la elecci¨®n de candidatos electorales y con listas abiertas, son algunos de los retos a desarrollar por los candidatos a la secretar¨ªa general. Una tarea dif¨ªcil pero apasionante de la que depende no s¨®lo el futuro del PSOE sino, en buena medida, la posibilidad de generar una sociedad m¨¢s justa, solidaria y libre.
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