El acercamiento a CiU enfrenta al PSC de Barcelona con el del Baix Llobregat

Pere Navarro tiene ya su primera patata caliente encima de la mesa como primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Las costuras del partido llevan varias semanas tensas por las reiteradas ofertas de pacto que la nueva direcci¨®n est¨¢ haciendo a Converg¨¨ncia i Uni¨®(CiU) y que ayer se visualizaron en la reuni¨®n que mantuvieron los dos partidos para explorar futuros acuerdos. La idea de acercarse a CiU no tiene la aprobaci¨®n un¨¢nime del PSC. Algunos sectores, especialmente la poderosa federaci¨®n de Barcelona, advierten de que fotografiarse junto a los nacionalistas no ayuda en absoluto a la necesaria recuperaci¨®n de un PSC en horas bajas. Esta federaci¨®n apuesta por hacer oposici¨®n pura y dura, y prepararse para convertirse en alternativa de gobierno. Esta posici¨®n contrasta con la defendida por la c¨²pula del partido y especialmente por el PSC del Baix Llobregat, la otra gran federaci¨®n socialista. Estos abogan por el di¨¢logo permanente con el Gobierno y por intentar acuerdos especialmente sobre medidas contra la crisis econ¨®mica: un cambio de rumbo respecto a la estrategia de la anterior direcci¨®n. As¨ª lo resumi¨® Antoni Balm¨®n, primer secretario socialista en el Baix Llobregat y secretario de Acci¨®n Pol¨ªtica del PSC: "En estos momentos tan duros debemos tender hacia la pol¨ªtica de construir acuerdos, que nos permita ser m¨¢s part¨ªcipes de las decisiones que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos", dijo a la salida de la reuni¨®n con CiU. Fuentes de la direcci¨®n socialista niegan una fractura y atribuyen los dos posicionamientos a razones coyunturales: el PSC de Barcelona est¨¢ en la oposici¨®n y pendiente de un congreso local con un desenlace incierto; el del Baix Llobregat sigue gobernando en sus Ayuntamientos.

La cara y la cruz de esta moneda la representan el primer secretario de la federaci¨®n de Barcelona, Carles Mart¨ª, y Balm¨®n, su hom¨®logo en el Baix Llobregat. Entre uno y otro hay una amplia zona de grises. Es el caso del hist¨®rico dirigente del PSC barcelon¨¦s y diputado en el Parlament Joan Ferran, quien apuesta por limitar el entendimiento con CiU a ¨¢mbitos muy concretos. "?Acuerdos con CiU? Solo aquellos que no sean lesivos para la ciudadan¨ªa y aquellos que garanticen un buen funcionamiento de las instituciones y la convivencia", resume en su blog.

Los socialistas partidarios de acercar posiciones con CiU coparon la reuni¨®n de ayer, en la que, adem¨¢s de Balm¨®n, estuvieron Joaquim Nadal, Manuel Bustos y Roc¨ªo Mart¨ªnez-Sempere. El encuentro fue solo una toma de contacto para explorar acuerdos a largo plazo. CiU y el PSC acordaron formar cuatro grupos de trabajo para hablar de pol¨ªtica social, desarrollo legislativo, relaci¨®n con las instituciones locales y el pacto fiscal, el gran objetivo de CiU.

Tras un a?o y medio de legislatura marcada por las tensiones entre los dos grandes partidos, el PSC y CiU se conjuraron para enterrar el hacha de guerra. Hubo algunos reproches, pero se soslayaron. Incluso la pol¨¦mica iniciada por la candidata a liderar el PSOE, Carme Chac¨®n, que prometi¨® luchar "con u?as y dientes" contra el pacto fiscal. Balm¨®n minimiz¨® las palabras de Chac¨®n y se mostr¨® optimista: asegur¨® que de los contactos bilaterales pueden nacer pactos en 2013.

Los dirigentes del nuevo PSC creen que el partido debe abandonar su err¨¢tica oposici¨®n para mostrar responsabilidad ante la crisis. Ans¨ªan recuperar la imagen de partido central en Catalu?a y recobrar el capital perdido en el ¨²ltimo ciclo electoral. A CiU el acercamiento le viene bien para no depender en exclusiva del PP, posibilidad que despierta recelos en la formaci¨®n.

Ambos partidos har¨¢n de la necesidad virtud e intentar¨¢n que el acercamiento se visualice en las dos leyes ¨®mnibus que quedan por aprobar, la de medios y la de urbanismo. Los pactos a largo plazo, empezando por el pacto fiscal, se antojan m¨¢s dif¨ªciles. Oriol Pujol, l¨ªder parlamentario de CiU, se encarg¨® de rebajar el optimismo de Balm¨®n, aunque valor¨® el cambio de actitud socialista. Fuentes de la federaci¨®n nacionalista reconoc¨ªan que, pese a la escenificaci¨®n, ser¨¢ complicado que fructifiquen acuerdos de calado.