Fiesta 'ochentera' de DJ Kate Moss para Prada
La firma italiana celebra una gran fiesta en el museo virtual de Vezzoli
Kate Moss poniendo discos... ?forma parte de la obra de arte? Era una de las muchas y extra?as preguntas que uno pod¨ªa hacerse durante la ¨²ltima acci¨®n del artista Francesco Vezzoli (Brescia, 1971). Se trata de un museo fugaz que ha existido en Par¨ªs durante 24 horas y que ya ha desaparecido. La modelo brit¨¢nica hizo las veces de DJ en la fiesta de inauguraci¨®n de un proyecto que el italiano califica como "una perfomance en la que el p¨²blico y la reacci¨®n son sus actores". El Palais d'I¨¦na, obra de Auguste Perret, alberg¨® hasta ayer este museo Cenicienta -en tanto que es una ilusi¨®n que conoce su fecha de caducidad- realizado con la firma Prada.
En la obra del artista italiano aparecen a menudo personas tan famosas como Kate Moss. Le gusta trabajar con actrices o m¨²sicos por su valor simb¨®lico. "Son como los dioses griegos contempor¨¢neos", dice. Un discurso que se ha materializado en una serie de esculturas de luz que unen el cuerpo de estatuas cl¨¢sicas con la cara de estrellas del cine y los ojos de la madre del artista. Encerradas en una jaula de ne¨®n firmada por el estudio del arquitecto Rem Koolhaas, estas piezas eran el coraz¨®n del museo ef¨ªmero. ?Enrevesado? De eso se trata.
La cena y la fiesta con las que el museo naci¨® el martes eran el evento m¨¢s cotizado de la agenda social de la semana de la alta costura, que se celebra en Par¨ªs. Miuccia Prada y su marido, Patrizio Bertelli, convocaron a un grupo de ilustres invitados a un ¨¢gape a los pies de las estatuas de luz. De Catherine Deneuve a Roman Polanski, pasando por Diane Kruger, Audrey Tatou o Marianne Faithfull. Tambi¨¦n estaban Salma Hayek y su marido, Fran?ois-Henri Pinault, presidente del grupo rival PPR e hijo de otro gran magnate del lujo.
A las 11 de la noche, el espacio se abri¨® para dar paso a una fiesta que se prolong¨® hasta la madrugada. Extendido por Par¨ªs el rumor de que Moss iba a ejercer de DJ, las colas eran notables. En el interior, esperaban entretenimientos tales como un cine o una sala de baile flanqueada por reproducciones de esculturas con el rostro de Vezzoli. Alrededor de la medianoche, Moss inici¨® su sesi¨®n. Arranc¨® con Geno, y durante una hora exhibi¨® su predilecci¨®n por la m¨²sica brit¨¢nica de los ochenta. La pista estaba inicialmente m¨¢s llena de gente sacando fotos que bailando. "Me gusta provocar diciendo que yo no soy un artista, sino un productor", explica Vezzoli. "Alguien que consigue que las cosas m¨¢s imposibles y locas ocurran. Lo que me interesa es materializar la ilusi¨®n", a?ade.
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