Un verificador en la sanidad p¨²blica
Josep Prat gestiona con criterios empresariales el Instituto Catal¨¢n de la Salud con el objetivo de rentabilizar la mayor empresa p¨²blica de Catalu?a
La obsesi¨®n por la eficiencia empresarial le empuj¨® hasta el noreste de Canad¨¢. Josep Prat, entonces director de Innova -holding de empresas p¨²blicas del Ayuntamiento de Reus (Baix Camp) que arrastra una deuda de 216 millones de euros- se plant¨® en Montreal a principios de 2000 en un viaje de negocios. El objetivo, aprender c¨®mo una serie de municipios colindantes desarrollaban un sistema de gesti¨®n basada en una pionera estructura empresarial. Prat llevaba tiempo envidiando este tipo de organizaci¨®n, pero qued¨® fascinado al toparse con un cargo que hab¨ªa pasado por alto: el de verificador general, responsable de analizar la eficiencia del gasto de las empresas p¨²blicas. Insisti¨® en reunirse con el verificador y le someti¨® a una especie de interrogatorio. Anot¨® con esmero todos los detalles del trabajo, cualquier herramienta que el verificador empleaba para analizar las cuentas p¨²blicas. "Es mucho mejor que un auditor o un interventor municipal. Mide la rentabilidad del gasto p¨²blico", recuerdan que se sorprendi¨® quienes le acompa?aron en aquel viaje.
El ascenso de Prat se debe a forjar buenas relaciones con PSC y CiU
El asombro de Prat, empecinado en rentabilizar los servicios p¨²blicos desde que padeci¨® como subdirector el declive de los astilleros estatales Astano, retrata su obstinaci¨®n como gestor: que la estructura de las macroempresas municipales no aplaste el rendimiento empresarial; la eficiencia antes que el servicio p¨²blico. El mismo af¨¢n le hac¨ªa correr por la sede de Innova con gr¨¢ficas y ratios que ilustraban que la estructura del ente municipal, que agrupa una veintena de compa?¨ªas p¨²blicas, pesaba cada vez menos sobre el volumen de actividad del holding. "Le obsesionan las ratios. Cada mes tra¨ªa n¨²meros que reflejaban un poco m¨¢s de rentabilidad, y al mes siguiente, un poco m¨¢s", detallan antiguos colaboradores de Prat.
Su influencia se fragu¨® en Reus, donde aterriz¨® proveniente de los decadentes astilleros gallegos en 1985. El entonces alcalde socialista Josep Abell¨® le encomend¨® sanear el hospital Sant Joan de Reus. "El centro era como una sanguijuela, provocaba p¨¦rdidas enormes para el Ayuntamiento", relata un exempleado municipal. Para resolver el agujero del Sant Joan, alguien recomend¨® el nombre de Prat: gestor de una empresa estatal, hijo de la provincia y bien distinguido entre la clase alta tarraconense.
Prat estren¨® su receta: convirti¨® el Sant Joan en sociedad an¨®nima municipal para centrar el servicio sanitario en la eficiencia econ¨®mica. No solo logr¨® sanear el Sant Joan, sino que forj¨® las bases de un imperio que ser¨ªa el embri¨®n de Innova. "Los concejales y hasta consejeros de Salud vieron que la capacidad de gesti¨®n de Prat pod¨ªa aprovecharse en m¨¢s ¨¢mbitos", detalla un exconcejal. As¨ª naci¨® Sagessa, empresa municipal que lider¨® una experiencia de gesti¨®n de centros sanitarios y sociosanitarios en la provincia. Sagessa obtuvo apoyos para gestionar los primeros hospitales construidos por el Gobierno catal¨¢n como el Hospital Comarcal de M¨®ra d'Ebre (Ribera d'Ebre).
El cr¨¦dito de Prat se dispar¨®. Con buenas conexiones a nivel municipal y en la Generalitat, logr¨® fama como mu?idor de grandes proyectos. En 1998, CiU le llam¨® para dirigir el CatSalud y en 2003 el alcalde socialista Llu¨ªs Miquel P¨¦rez volvi¨® a ficharlo para dirigir Innova, proyect¨® que el propio Prat alumbr¨® a?os atr¨¢s. "Siempre es sensible tener una red de buenas relaciones que beneficien a los proyectos de la ciudad", destaca P¨¦rez.
El nuevo edificio del Sant Joan de Reus: 92.000 metros cuadrados de instalaciones robotizadas y equipadas con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas cost¨® unos 180 millones de euros financiados al 50% por la Generalitat gracias al liderazgo de Prat. El centro, el m¨¢s moderno del territorio, permanece semivac¨ªo tras generar la mitad de las deudas de Innova y casi pegado al Joan XXIII, hospital del ICS infrautilizado que refleja el claroscuro de la labor de Prat.
El ascenso de este ingeniero naval como gestor sanitario se explica por su talento para tejer relaciones con los n¨²cleos de poder, ya sean altos cargos del PSC, de CiU o, por ejemplo, del banco brit¨¢nico Barclays. Los contactos bancarios le llevaron hasta la vicepresidencia de USP Hospitales, uno de los mayores grupos sanitarios privados de Espa?a del que se desvincul¨® a principios de enero ante las sospechas de estar incurriendo en un posible conflicto de intereses. Los contactos pol¨ªticos le han aupado hasta la direcci¨®n del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), la mayor empresa p¨²blica de Catalu?a, para convertirla en una empresa rentable. "Es una macroestructura con n¨²cleos de ineficiencia", suele resumir Prat sobre la situaci¨®n del ICS. "Y la ineficiencia debe eliminarse".
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