Canciones para el Titanic
Estos dos tipos que se han burlado ya de la muerte sin renunciar a creer en la vida, que tratan de entender lo que ocurre dej¨¢ndose arrastrar por ciertas met¨¢foras, que se beben los a?os y los d¨ªas, que todav¨ªa triunfan porque temen al fracaso, que miran alrededor y se r¨ªen, que comen, aman, pero no rezan, escriben todav¨ªa canciones para mantenerse en un estado de salud mental razonable.
Joan Manuel Serrat bien puede ser el hermano mayor. Joaqu¨ªn Sabina representa de mil amores el papel de d¨ªscolo en esta familia que se fund¨® hace cinco a?os en escena con una gira mundial que les llev¨® a 72 escenarios adem¨¢s de un disco con DVD en directo plagado de ¨¦xitos conjuntos entonados a d¨²o y que vendi¨® m¨¢s de medio mill¨®n de copias.
"Este es un disco escrito a la par. A la manera de Lennon y McCartney"
"Hemos llegado a una edad en la que nos lleva la contraria el tiempo. Quieren jubilarnos, pero nos negamos"
"A nosotros nos ocurre como a los m¨²sicos del 'Titanic', que nos vamos de gira mientras el mundo se hunde a nuestro alrededor"
Pero les qued¨® tan buen sabor de boca, tan buena onda, que decidieron seguir. Aunque con una condici¨®n: para no hacer lo mismo. Para parir algo nuevo y digno de su estela. De ah¨ª que ahora presenten La orquesta del Titanic, un disco escrito a la par o, como dicen ellos, "a la manera de Lennon y McCartney".
?Qui¨¦n es Lennon y qui¨¦n McCartney? No tienen asignados los papeles. Adem¨¢s, en su caso, sobran las comparaciones. Resultan de mal gusto para quien ha creado t¨ªtulos que han dado lugar a dichos del habla com¨²n, cuando tres generaciones de p¨²blicos "intergeneracionales, interclasistas, heterog¨¦neos e intercambiables", como los define Sabina, los han bendecido ya como mito y leyenda.
Sobre la metodolog¨ªa de trabajo que destilaban los antiguos Beatles, ellos han innovado en ciertos aspectos de la comunicaci¨®n: "Hemos trabajado mucho por Skype". Eso que para Serrat puede ser un juego, para Sabina, quien hasta hace poco no sab¨ªa mandar un e-mail y ten¨ªa alergia a los tel¨¦fonos m¨®viles, representa un hito. "?A que acab¨® gust¨¢ndote?", pregunta el mayor. "Pues la verdad es que s¨ª". Aunque para este, nada como un boli Bic colgado de la oreja y un cuaderno. Sus apuntes no tienen desperdicio acompa?ados de figuras donde alterna peces con rostros y cuerpos de mujer. Son el efecto del desprecio de las musas. "Si no se me ocurre nada, dibujo".
Entre conexi¨®n y conexi¨®n, hubo sus encuentros de cuerpo presente, y as¨ª, en un tiempo r¨¦cord, ten¨ªan 11 canciones preparadas. "Ha sido el disco m¨¢s r¨¢pido que he hecho en mi vida", comenta Sabina. En verano empezaron, continuaron por oto?o en el estudio y para el invierno ya lo tienen ustedes en las tiendas antes de que estos dos n¨®madas partan hacia Am¨¦rica, donde comenzar¨¢n una nueva gira con punto de partida aterrador: un mes -21 conciertos- en el Luna Park de Buenos Aires despu¨¦s de que comiencen el 5 de marzo en Salta. Ser¨¢ antes de recalar por Espa?a en junio para regresar de nuevo a Am¨¦rica en octubre.
Eso les da mucha moral. Sobre todo para superar la meta del mill¨®n de espectadores que los disfrutaron la ¨²ltima vez: "Puedes haber perdido al p¨®quer, puede que tu mujer se haya marchado con el mayor hijo de puta que conoces, pero nada importa si al d¨ªa siguiente tocas en Buenos Aires", seg¨²n Sabina. Lo comenta ufano, despu¨¦s de contar que en la ¨²ltima gira llenaron cuatro veces la cancha del Boca Juniors.
Ahora lo har¨¢n con canciones nuevas. Primero, adem¨¢s de Argentina, actuar¨¢n en Uruguay, Paraguay y Chile. "Nos lleg¨® una oferta m¨¢s que jugosa para volver a juntarnos desde Argentina. Pero no pod¨ªamos hacerlo sin nada nuevo que ofrecer". As¨ª es como decidieron meterse a componer estos 11 t¨ªtulos que no hab¨ªan mostrado a nadie en el d¨ªa de la cita antes de hacerlo para El Pa¨ªs Semanal. Salvo el famoso villancico en el que se mofaban de lo divino y lo humano, nadie hab¨ªa escuchado el disco tal y como ha quedado. Todo un examen ante el que pretend¨ªan sacar matr¨ªcula no sin cierto nerviosismo enternecedor de principiantes.
La cita es en casa de Sabina, junto a la plaza de Tirso de Molina, en el centro de Madrid. Por el sal¨®n merodean a sus anchas los siete gatos que viven con ¨¦l para recordarle quiz¨¢ que ya ha gastado de sobra cada una de sus vidas. Su due?o no tiene cortada la cola en pomp¨®n, como ellos, pero parece nervioso y para calmarse se cuelga de la boca un Ducados tras otro, al tiempo que sujeta su cerveza en la mano.
Sobre la mesa del sal¨®n, frente al traje de luces guardado en una vitrina que Jos¨¦ Tom¨¢s le regal¨® en homenaje a su canci¨®n De pur¨ªsima y oro, luce una enorme maqueta del Titanic...
Todo un signo de los tiempos. As¨ª, ni m¨¢s ni menos, comienza el disco. Con la canci¨®n que da t¨ªtulo al disco, "ese fox de los ahogados sin consuelo", describe Sabina. Un tema mit¨®mano y espejo de la que se nos viene encima: "Los m¨²sicos del Titanic son un ejemplo fant¨¢stico de c¨®mo afrontar una tragedia con dignidad", comenta Serrat. "En el fondo es lo que nos pasa a nosotros: que nos vamos de gira mientras el mundo se hunde a nuestro alrededor", a?ade su amigo.
"No solo el mundo, los dos hemos entrado ya en una edad que se empe?a en llevarle la contraria al tiempo. Todo tiende a jubilarnos y nos negamos", seg¨²n Serrat. Al menos afrontan la traves¨ªa, el fr¨ªo y los icebergs con sentido del humor y un ¨¢nimo digno de un cruce propicio entre S¨¦neca y el personaje m¨¢s entusiasta que haya parido la historia. Parecido no al de un dios, como los griegos defin¨ªan ese sentimiento de rapto optimista: mucho mayor, parecido al de un ni?o.
Si la canci¨®n como g¨¦nero puede ser retrato de un estado de ¨¢nimo general, La orquesta del Titanic es la fotograf¨ªa de toda una ¨¦poca que, no por tom¨¢rsela con filosof¨ªa despu¨¦s de un ictus, en el caso de Sabina, y un par de sustos con el c¨¢ncer en el de Serrat, deja de atemorizarlos.
Pero la risa, al menos la sonrisa, es patrimonio del sabio. "Yo voy alternando", dice Serrat. "Un c¨¢ncer de vejiga, una gira con Joaqu¨ªn. Complicaciones en el pulm¨®n, otra gira con Joaqu¨ªn...". Aunque casi todo le conduzca hacia el choteo, es consciente de la gravedad que requiere la situaci¨®n: "Lo que nos preocupa no es la econom¨ªa, es lo que se deriva de ella. No hay que olvidar que poco despu¨¦s del crash del 29 apareci¨® Hitler. No es broma".
Pero si la canci¨®n se revela como confesi¨®n de los pecados y tir¨®n de orejas para los amigos, tambi¨¦n puede surgir algo como Mart¨ªnez, la segunda del disco. Del c¨®ctel fino que uno imagina beb¨ªan algunos sin remedio mientras se hund¨ªa el barco, al humor negro de esta canci¨®n transcurre solo un corte: "La vida cantando /ronca de aguardiente, / la muerte le hace / la segunda voz...". As¨ª reza el estribillo de este espejo deformado en el caso de Serrat o este autorretrato en el pellejo de Sabina.
Todo un homenaje a sus malas vidas, sus muertes y sus resurrecciones. "Esta canci¨®n cuenta las seis muertes de Mart¨ªnez, aqu¨ª, mi amigo", se?ala Serrat. "Semanas antes de que me diera el ictus, el maestro y V¨ªctor Manuel me cogieron un d¨ªa por la pechera y me dijeron: 'O paras o te vas a morir", confiesa su compadre. "Llevaba una mal¨ªsima vida, dorm¨ªa poco, estaba flaco, me pasaba de la raya. As¨ª que se me aparecieron estos dos, vestidos de chicas de la Cruz Roja...". Aqu¨ª sigue, en pie, despu¨¦s de algunos retiros, pero con un ritmo de trabajo asombroso: "En dos a?os he dado 130 conciertos".
Cada uno por su lado, despu¨¦s del marat¨®n de Dos p¨¢jaros de un tiro, siguieron con sus proyectos: Serrat volvi¨® a homenajear a Miguel Hern¨¢ndez. Sabina se junt¨® con su amigo Benjam¨ªn Prado para estrujar su crisis existencial y escribir juntos las canciones de Vinagre y rosas. Pero el gusanillo de aunar el torrente rasgado de sus dos voces, sus dos cabezas, sus dos talentos para parir canciones, les volvi¨® a unir. Serrat planifica: ordena el calendario y hace las reservas en los restaurantes. Sabina se deja llevar mientras le permitan dar ch¨¢chara a los guardacoches al tiempo que se fuma su cigarro fuera del local. Forman un t¨¢ndem perfecto en el que cada uno no oculta sus preferencias respecto al propio trabajo. "A m¨ª lo que no me gusta es meterme en el estudio; a m¨ª me gusta salir de gira, y cuando lo he hecho con el nano, no he sido m¨¢s feliz en mi vida", cuenta Sabina. "Ya, pero para eso antes hay que grabar. Si no pasas por el castigo, Ad¨¢n no se lleva las glorias de Eva", advierte responsable el otro.
?Y los m¨²sicos de cada cual? "En esta ocasi¨®n vamos a salir a escena sin nuestro equipo m¨¦dico habitual", comenta el creador de Calle melancol¨ªa. En eso ha sido crucial el productor Javier Lim¨®n. A ¨¦l se entregaron en cuerpo y alma para que les cambiara el sonido, los despojara de ropajes reconocibles y pudieran aprovechar lo mejor de s¨ª desnudos. Ha sido como crear un d¨²o de j¨®venes promesas.
J¨®venes promesas o esquilmados veteranos, capaces de dar un corte de mangas y revertir los prejuicios en canciones como Palizas, idiotas y calientabraguetas. "Porque los guapos no son tan sapos, las modelos tan tontas, ni los sabios tan seniors, ni los pobres tan feos", suena en sus gargantas de vuelta de todo y con tembleque. "En este oficio nuestro, uno tiene que ser m¨¢s diplom¨¢tico que un pol¨ªtico, procuras hacerte fotos con quien lo pide, hasta que te dicen: 'Habla con mi madre', mientras te dejan al ni?o en brazos y te pone todo perdido de babas. No s¨¦ por qu¨¦ si en muy pocas esquinas hay un paliza me tiene que tocar a m¨ª", afirma Sabina con la aquiescencia de Serrat y con los ritmos balc¨¢nicos que han incluido en la canci¨®n sonando de fondo.
El paso cambia cuando se escucha Cuenta conmigo. Toca bolero. En todos los sentidos. En el musical y en el sem¨¢ntico. Porque en la susodicha canci¨®n es digno de o¨ªr c¨®mo Sabina realiza esfuerzos memorables por hacer prop¨®sito de enmienda: desde dejar de fumar hasta convertirse en vegetariano, pasando por hacer footing, el manual de mentiras y falsas promesas alarma. "Mentimos, pero como ocurre en todos los boleros...". Para darle un poco de credibilidad lo han aderezado con un ambiente algo fadista y contoneo r¨ªgido de chotis: "As¨ª se acent¨²a lo chulesco".
Despu¨¦s de que cada uno fuera creando por su lado, despu¨¦s de que interconectaran por Internet, con c¨¢mara o por correo, fueron reuni¨¦ndose entre Menorca y Rota, los lugares en que ambos veranean. Del segundo destino, donde Sabina comparte urbanizaci¨®n con sus amigos poetas l¨ªricos, han quedado ecos de chirigota gaditana en 15 o 20 copas. "Esta recuerda aquellos tiempos en los que cambiaron los h¨¢bitos en los locales de mala muerte. Si durante una ¨¦poca, el que ligaba era quien pagaba las copas, poco despu¨¦s fue sustituido por el que tra¨ªa la papelina".
De la parranda carnavalesca al villancico. "Sonar¨¢ mejor en febrero que en Navidad", comenta Serrat. No ha sido m¨¢s que un ejercicio de actualizaci¨®n del g¨¦nero: "Para hoy componer un villancico, hay que tener claro que un portal de Bel¨¦n contempor¨¢neo puede encontrarse en cualquier piso patera y que el ¨¢ngel de la guarda puede ser un segurata", asegura el catal¨¢n.
En Malo por naturaleza se produce un hito: Sabina cantando en catal¨¢n. O si se mira con m¨¢s efecto, dice ¨¦l, "la primera vez que no canto en espa?ol". Ni cuando Serrat ya era Serrat y hab¨ªa compuesto Mediterr¨¢neo y Sabina rasgaba su guitarrita en el metro de Londres hab¨ªa interpretado este madrile?o nacido en ?beda en otro idioma que no fuera el suyo. Pero ha tenido que parirle su colega una turbia historia de asesino en serie para que se suelte en otra lengua. Despu¨¦s del experimento, comenta Serrat, "a ver si se atreve a repetir".
Hoy por ti, ma?ana por m¨ª encara la recta final del disco con un tono m¨¢s calmado. Una canci¨®n de amor constructivo mecida en una especie de abrazo instrumental que recuerda a ciertos temas de Paul Simon. Viene a certificar eso de que el amor puede ser eterno... "Mientras dura", zanja Sabina. Hay otros m¨¢s arriesgados, como el que nos presentan en Despu¨¦s de los despueses, la historia de l¨ªo ad¨²ltero con una mujer casada. Lo morboso nunca defrauda. M¨¢s a un par de voyeurs impenitentes dispuestos a confesar que donde est¨¦ el ojo de una cerradura, "que se quiten los prism¨¢ticos".
Y de la pasi¨®n al fr¨ªo y a la resistencia al olvido en Acu¨¦rdate de m¨ª. "Acu¨¦rdate de m¨ª cuando me olvides, que all¨ª donde t¨² est¨¦s ir¨¦ a buscarte siguiendo el rastro que en el cielo escribes...". Poco que a?adir, salvo que cierra el maravilloso lote de amores desgarrados, posibles e imposibles del disco.
Pero para acabar, nada como un blues maldito donde ti?en su alma de rastrojos en negro. "Colecciono cromos de barcos de piratas sin ley. Arrieritos somos de la ruta 66". Pero no es una pieza pura. "Es un blues por buler¨ªas", comenta Serrat, para el que ha prestado su guitarra Alejandro Sanz.
En el resultado salta a la vista que ha prevalecido su predilecci¨®n por las letras al mismo nivel que su gusto por los mestizajes. Que las historia propias, ajenas, los sue?os y los fracasos colectivos, los triunfos, las ca¨ªdas y la vocaci¨®n de testigos de la historia, de las casas puertas adentro, los dormitorios y la calle han vuelto a ser el motor para estos dos cronistas de su tiempo, poetas del acorde. Quien vuelva a acercarse a ellos los encontrar¨¢ esenciales, pero tambi¨¦n transfigurados, creciendo contracorriente en mitad de la deriva, aterrados e ilusionados al tiempo y con esa frase genial y reinventada a su medida que una vez escuch¨® decir Sabina a Lola Flores. Hagas lo que hagas: "Abstente a las consecuencias...".
El disco 'La orquesta del Titanic' (Sony) sale a la venta el 7 de febrero.
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