Partido a puerta cerrada
Escasa afluencia de militantes a unas reuniones vetadas a periodistas
"Nada, a Santiago a salvar al Bloque", justifica un conocido, joven, su presencia a primera hora de la ma?ana en la estaci¨®n de tren de A Coru?a. "A ver si salimos mejor de lo que entramos", resume sus expectativas, ya en la explanada del recinto ferial de Amio, Amelia Cancela, una se?ora de Barro que reconoce que es la primera vez que asiste a una asamblea, porque es militante reciente. "A ver qu¨¦ sale. Deber¨ªamos estar en el mismo carro, pero hay tanta gente que parece que quiere tronzar el eje...", sentencia Lorenzo de Toldaos, un natural de O Incio residente en A Coru?a. En la m¨¢s pura tradici¨®n del atrio parroquial o del campo da feira como lugar de encuentro y coloquio, la entrada de Amio es un bullir de gente que confraterniza, se saluda educadamente o hace que no se ve. La imagen se refuerza porque, aunque hay j¨®venes, la media de edad es m¨¢s bien alta.
Es reconstruir el Madrid-Bar?a con la versi¨®n de Pepe o Pujol en vestuarios
"Vendr¨¢n la tercera parte y la mayor¨ªa ser¨¢n de ellos", dice un participante
La reciente eurodiputada Ana Miranda prodiga abrazos, nacionales e internacionales. "Hola Jackson, ?vienes por el BNG o por el PT [el brasile?o Partido dos Trabalhadores, se supone]", saluda a un joven mulato. Las ¨²ltimas en llegar, despistadas, las escritoras Pilar Garc¨ªa Negro y Marica Campo, y la diputada en Madrid Olalla Davila. A media sesi¨®n, proveniente del funeral por el polic¨ªa ahogado en la playa del Orz¨¢n, se incorpora el portavoz municipal nacionalista en A Coru?a, Xos¨¦ Manuel Carril.
El atrio de Amio es adem¨¢s, en teor¨ªa, la ¨²nica oportunidad de los periodistas para pulsar el ambiente de la 13 Asemblea del BNG. La acreditaci¨®n faculta entrar a la cafeter¨ªa o a la sala de prensa, pero a ning¨²n acto, excepto a la clausura, hoy por la tarde. M¨¢s o menos como hacer la cr¨®nica de un partido de f¨²tbol a puerta cerrada, y reconstruir el desarrollo de un cl¨¢sico Real Madrid-Bar?a bas¨¢ndose en las versiones que Pepe o Pujol dan en el t¨²nel de vestuarios, o en confesiones telef¨®nicas posteriores. Incluso, pese a la buena disposici¨®n de los l¨ªderes ante el asalto de los medios, hay un cierto resquemor en algunos militantes por el despliegue medi¨¢tico generado por la asamblea (estamos acreditados m¨¢s de 60 periodistas). "No te voy a decir nada, que vas a poner lo que quieras", ironiza amablemente una militante madrile?a, que sin embargo entender¨ªa la repercusi¨®n de que la mayor¨ªa de plantilla madridista reclamara al club y al entrenador una mayor proximidad a la afici¨®n y el presidente de honor, Alfredo Di St¨¦fano, los calificase de criptocul¨¦s que no sudan la camiseta.
De todas formas, todos, incluidos Mou o Guardiola, necesitan salir a fumar o a tomar algo, y no son reacios a comentar el desarrollo. Los alcaldes de Monforte y Teo, Severino Rodr¨ªguez y Marti?o Noriega, se encuentran en el vest¨ªbulo y se abrazan, no se sabe si por solidaridad municipal o para quitarse los dardos que han recibido en el sal¨®n de sesiones. Ayer, alcalde no era el cargo institucional de moda en Amio. Y, de hecho, tampoco las deliberaciones son estrictamente internas. Por una parte, porque una vez comenzado el acto, el control de acceso no es muy riguroso. Por otra, porque las intervenciones se oyen en los pasillos y tambi¨¦n en el exterior del edificio. "Era previsible, pero dijeron que tampoco importaba mucho", asegura el responsable de la log¨ªstica t¨¦cnica, identificable por el pinganillo en la oreja. Su mayor problema es tener que montar y desmontar unos cub¨ªculos para el debate de las ponencias en comisiones, por la tarde. "Ma?ana
habr¨¢ una foto bonita, con todo el sal¨®n lleno".
Ayer no lo estaba. Unos 1.600, por la ma?ana, de los 5.000 inscritos, algo que, nada m¨¢s bajarse del coche, daba por sentado el l¨ªder de uno de los partidos minoritarios integrados en el BNG: "Vendr¨¢ como mucho la tercera parte, y la gran mayor¨ªa, el 80%, ser¨¢ de ellos". En efecto, el informe del actual portavoz y candidato a renovar, Guillerme V¨¢zquez, tuvo el apoyo de 1.119 militantes, por 493 opositores y 62 que ni una cosa ni otra. O sea, que lo de ayer tampoco fue un partido-partido, sino una final de trofeo veraniego. El cl¨¢sico, hoy.
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