Una sopa de peces extra?os

Las aguas del Cap de Creus son de las m¨¢s fr¨ªas y productivas del Mediterr¨¢neo. Praderas de posidonia, crust¨¢ceos, corales y una gran variedad de peces conviven en la reserva marina al sur del golfo de Le¨®n. Pero a la sobrepesca de ciertas especies, que pone en peligro la diversidad biol¨®gica de la zona, se une una nueva amenaza: el aumento de la temperatura del mar provocado por el cambio clim¨¢tico. Aunque es pronto para observar todas las transformaciones que este fen¨®meno puede acarrear para el medio marino, un estudio pionero financiado por la Fundaci¨®n Abertis y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Girona, el CSIC y la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a ha dado la alerta: el aumento de la temperatura del mar est¨¢ cambiando la relaci¨®n de especies de peces del Cap de Creus.

"Las oscilaciones son m¨¢s agudas en la superficie que en las profundidades"

"Por primera vez ha aumentado la presencia de especies propias de aguas c¨¢lidas", afirma el estudio. Se trata de la conclusi¨®n m¨¢s evidente de la investigaci¨®n, que ha durado un a?o y medio. Algunas nunca hab¨ªan sido registradas en esta zona, como la vieja, un pescado muy com¨²n y apreciado en Canarias. Los cient¨ªficos localizaron al menos dos ejemplares de vieja, uno atrapado por un pescador artesanal y otro avistado por un pescador submarino en febrero de 2011. "Uno de ellos era un ejemplar juvenil, lo que indica que la especie ya se est¨¢ empezando a reproducir", explica Josep Lloret, del departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Girona y uno de los autores del estudio.

Los investigadores han utilizado los datos de capturas hist¨®ricas de los pescadores y lonjas de la zona, han realizado muestreos de especies y larvas y han entrevistado a pescadores para trazar la evoluci¨®n de los peces desde d¨¦cadas atr¨¢s hasta la actualidad. Otra conclusi¨®n es que en el Cap de Creus se ha producido una disminuci¨®n de especies t¨ªpicas de aguas fr¨ªas, que presuntamente han emigrado hacia el norte. Es el caso del espad¨ªn o la lengua de bacalao, que "probablemente ha desaparecido del todo", aunque los cient¨ªficos avisan de que es dif¨ªcil saber si la causa principal es la sobrepesca o el aumento de la temperatura del mar.

Josep Pascual es un observador excepcional de los cambios ambientales producidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Desde su puesto como encargado de la estaci¨®n meteorol¨®gica de L'Estartit, lleva 40 a?os haciendo mediciones de temperatura en esa zona de la costa de Girona. El a?o pasado fue at¨ªpico: la temperatura del mar y del aire alcanz¨® m¨¢ximos hist¨®ricos desde que existe el registro. "La temperatura media en invierno en la superficie marina fue de 14 grados, uno m¨¢s que la media de los anteriores 38 a?os", explica Pascual. "Las oscilaciones son m¨¢s agudas en la superficie que en la profundidad del mar", dice el experto. A pesar de ello, algunas de las especies perjudicadas por el calentamiento del agua (como la lengua de bacalao) viven en aguas profundas, lo que indica que el aumento de la temperatura marina no solo afecta a la superficie marina.

Los autores del estudio han recogido los datos de Pascual como evidencia del aumento de la temperatura marina en la zona, una constataci¨®n realizada por otros expertos en otras ¨¢reas como el Mediterr¨¢neo occidental y el Mar del Norte. En este ¨²ltimo, donde la temperatura del fondo aument¨® un grado de golpe entre 1988 y 1989, un tercio de las especies se han desplazado a latitudes m¨¢s elevadas, entre ellas la lengua de bacalao. Un estudio reciente apunta a que la anchoa del Cant¨¢brico se est¨¢ desplazando al Mar del Norte porque el calentamiento de las aguas le permite, por primera vez, vivir all¨ª.

En el Mediterr¨¢neo "la temperatura de las capas m¨¢s superficiales muestra una clara tendencia ascendente desde los a?os setenta, con incrementos de hasta 1,1 grados en la superficie y 0,7 a 80 metros de profundidad", seg¨²n el art¨ªculo. El calentamiento se ha observado incluso a 2.000 metros de profundidad.

Es dif¨ªcil saber qu¨¦ cambios en cadena puede generar este nuevo escenario. "Algunas de las especies de aguas c¨¢lidas que han aumentado en abundancia, como la barracuda y la anjova, son depredadoras", explica Lloret. "No sabemos qu¨¦ efectos puede tener esto sobre otros tipos de peces", avisa el investigador. Lloret cree que la llegada de nuevas especies "podr¨ªa tener efectos positivos sobre los pescadores, al aliviar la tensi¨®n actual sobre las reservas". Los consumidores y pescadores tendr¨¢n que acostumbrarse a aprender a apreciar pescados hasta ahora desconocidos en estas latitudes.