Para orgulloso, el M¨¢laga

Pocos reactivos son tan eficaces como el orgullo. El M¨¢laga y el Sevilla se deb¨ªan una alegr¨ªa y, al menos, se la dieron a todos los que presenciaron un partido intenso y emotivo, que se decidi¨® en el marcador en su primer cuarto, pero que no se sustanci¨® hasta el pitido final.

Al M¨¢laga le apremiaban los nueve partidos sin cantar victoria entre la Liga y la Copa. En algunos hab¨ªa emitido inquietantes se?ales de equipo blando y carente de identidad, con piezas desajustadas y muy lejanas del rendimiento que se supone a su cach¨¦. Igual por eso sali¨® desbocado, agresivo en la recuperaci¨®n, incisivo para buscar el espacio y el desborde, asociativo en cuanto Isco consegu¨ªa un socio. Tanta exaltaci¨®n super¨® al Sevilla, tan presionado por los malos resultados, pero m¨¢s tibio.

El Sevilla ofrece s¨ªntomas de conjunto plano, pero a¨²n guarda argumentos. Desbordado de inicio, igual¨® en su ¨²nica llegada durante largos minutos, pero ni siquiera tuvo temple para sujetar las riendas y evitar que el M¨¢laga volviera a ponerse en ventaja. Golpearon los locales, que en 20 minutos enviaron un remate de Rond¨®n al palo, provocaron una felina intervenci¨®n de Varas tras un libre directo de Cazorla, lanzaron la duda de un penalti por mano de Spahic a remate de Rond¨®n y, en fin, encajaron dos goles uno de estrategia y otro a la contra. Entre medias, el Sevilla articul¨® una ¨²nica respuesta, que tuvo que ver m¨¢s con la genialidad que con la exposici¨®n colectiva, una beldad de Negredo, capaz de regalar una de las mejores jugadas de la temporada sin tocar la pelota. Centr¨® Coke un bal¨®n sin chicha, de esos que demandan al delantero controlar de espaldas y con los defensas en el cogote, pero ah¨ª debe de tener un ojo Negredo, que con la cadera enga?¨® a toda la zaga y prolong¨® sin prolongar para dejar a Luna solo ante Varas. La definici¨®n no hizo justicia a tanto ingenio, pero la valid¨® con el gol.

La premura, tambi¨¦n ese orgullo que incit¨® al M¨¢laga de inicio, vir¨® el partido. Emergi¨® Toulalan. El franc¨¦s ya hab¨ªa tomado el mando de las operaciones antes de que su equipo se quedara con 10 despu¨¦s de que Isco dejara grabados los tacos en la tibia de Negredo. Con uno menos, el M¨¢laga se meti¨® en la trinchera y aguant¨®. Se llev¨® los puntos y trapas¨® una crisis.