El enigma de la Fundaci¨®n Puerto de Vigo
L¨®pez-Chaves se niega siquiera a confirmar si preside la entidad creada por Porro
De la verbigracia a la verborrea, hasta llegar a la negativa expl¨ªcita a responder a lo m¨¢s elemental: ?la Fundaci¨®n Puerto de Vigo est¨¢ activa o disuelta?, ?es usted su presidente? Ignacio L¨®pez-Chaves, presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo y, te¨®ricamente, de la fundaci¨®n, se fue por la tangente. No era, dijo, asunto que correspondiera a la convocatoria de ayer, "para abordar asuntos de actualidad".
L¨®pez-Chaves se extendi¨®, sin embargo, en culpar al anterior ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, de la relegaci¨®n del puerto de Vigo en la red transeuropea de transportes, algo que la actual ministra, Ana Pastor, se dispone a corregir, dijo. Para eso era la rueda de prensa. Pero la Fundaci¨®n Puerto de Vigo (FPV), mal que le pese, tambi¨¦n es "asunto de actualidad".
Ahora, desde la incertidumbre de si se disolvi¨® o no, se sabe que en su a?o de funcionamiento -se constituy¨® en abril de 2010, bajo presidencia de Corina Porro- consumi¨® unos 500.000 euros de caudales p¨²blicos y 220.000 m¨¢s de su dotaci¨®n inicial. En 2010 destin¨® 318.955 euros a "aprovisionamientos" improbables o incoherentes con otras partidas de su propio registro contable y, como guinda de ese ejercicio, desvi¨® m¨¢s de 110.000 euros -de 115.860 recaudados- de un festival ben¨¦fico cuyos ingresos iban destinados a dos asociaciones de ayuda humanitaria.
La FPV, que se sepa, recibi¨® fondos p¨²blicos del Igape, del Xacobeo, de la Conseller¨ªa de Traballo y del Puerto vigu¨¦s. Ahora est¨¢ desaparecida en un limbo, con la que fuera su sede en alquiler y expuesta en los tribunales a una reclamaci¨®n de 570.000 euros. Pero nadie, ni dentro ni fuera de la FPV -si es que dentro hay alguien- se presta a aclarar o a exigir aclaraci¨®n de esas cuentas, pese a lo que socialmente se ara?a en otras al amparo de las pol¨ªticas de austeridad.
Este ocultamiento contrasta, en el caso de L¨®pez-Chaves, su te¨®rico presidente, con sus machacones requerimientos a la Xunta bipartita de toneladas de fotocopias de documentos sobre la Cidade da Cultura o sobre el "derroche" que supuso el pago de 400 mojitos en La Habana. Ahora esconde hasta sus propios cargos representativos.
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