Castrelo do Val se niega a dar la estatua que hall¨® un vecino a Patrimonio
Ayer expir¨® el plazo del ultim¨¢tum de la Xunta, que amenaz¨® al hombre que descubri¨® la rar¨ªsima Estela do Guerreiro con una multa de hasta 150.000 euros
En pocos d¨ªas, a los vecinos de Castrelo do Val se les va a derrumbar el sue?o que compart¨ªan. Los inspectores de Patrimonio viajar¨¢n a este municipio de la comarca de Ver¨ªn para comprobar el estado y la ubicaci¨®n del tesoro que est¨¢ en disputa y enseguida Cultura contratar¨¢ un transporte especial para llev¨¢rselo a Ourense definitivamente. La Estela do Guerreiro, tambi¨¦n catalogada como Estatua-menhir de Pedra Alta, una pieza gran¨ªtica de entre 3.200 y 2.900 a?os de antig¨¹edad, ¨²nica en Galicia, fue descubierta hace al menos un par de a?os por un vecino, Jos¨¦ Luis Lozano, mientras preparaba una parcela que hab¨ªa comprado.
A aquel lugar lo llamaban Pedra Alta, y ahora se entiende por qu¨¦. En la Edad de Bronce, aquel menhir antropomorfo, tallado como un guerrero con toda su panoplia (espada con cinto, escudo, lanza e incluso un carro de guerra tirado por dos animales, la primera representaci¨®n de un carruaje conocida en Galicia), se manten¨ªa clavado en pie, como se?al o advertencia para todo el que pasase por all¨ª. Desde que tuvo noticia de su existencia y su valor, en primavera del a?o pasado, Patrimonio reclama la pieza, armado indiscutiblemente con la ley, para convertirla en atractivo estrella del Museo Arqueol¨®xico de Ourense, de gesti¨®n auton¨®mica y cerrado por obras desde hace una d¨¦cada, pero con exposici¨®n permanente en una sala del convento de San Francisco.
"En este pueblo, la SGAE est¨¢ mejor considerada que la Direcci¨®n Xeral"
Con todas las hachas de s¨ªlex que guardan en casa completar¨ªan el museo
Cuando hall¨® la estela, Lozano avis¨® al experto local, Bruno R¨²a, autor de un libro sobre arqueolog¨ªa de la comarca, y ¨¦ste se encarg¨® de transmitirle la noticia, en abril de 2011, a dos arque¨®logos profesionales. Fue entonces cuando comenzaron las sucesivas visitas de expertos, entre ellos el mayor estudioso de los petroglifos en Galicia, Antonio de la Pe?a, que revel¨® a todos el enorme valor del descubrimiento. El revuelo inicial deriv¨® pronto en una guerra entre los vecinos y las autoridades locales, por una parte, y la Xunta y los responsables del museo de Ourense, por otra.
Los primeros, en cabezados por el alcalde, el socialista Vicente G¨®mez, pelearon siempre por que la Estela do Guerreiro permaneciese en su lugar de origen, y en cuanto conocieron las intenciones de los for¨¢neos iniciaron una serie de acciones para asegurar su objetivo. Realizaron un par de recogidas de firmas, habilitaron una sala para la estatua-menhir en el museo etnogr¨¢fico e incluso lograron el ofrecimiento de Bankia para financiar la musealizaci¨®n de un nuevo recinto que se crear¨ªa con todo el patrimonio prehist¨®rico que poco a poco va devolviendo la tierra en Castrelo do Val. En este ayuntamiento viven bastantes personas que desde hace mucho tiempo guardan piezas de todo tipo halladas con el sacho o el arado y que, para retener la estela en el pueblo, estaban decididas a entregar.
R¨²a habla, sobre todo, de puntas de lanza y hachas de s¨ªlex: "Un amigo tiene una en casa que ya hered¨® de su abuela. La se?ora era bruja, y usaba el machado en los rituales". "Yo en casa tengo un ara romana, cer¨¢mica calcol¨ªtica y una l¨¢pida germ¨¢nica, y de todos estos descubrimientos di aviso a la Xunta, pero nunca se molestaron en reclamarlos. Eso no les interesaba porque no son piezas ¨²nicas", sigue comentando el vecino, "en Castrelo do Val, la SGAE est¨¢ mejor considerada que la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio". Dentro de la musealizaci¨®n prevista por el Ayuntamiento, se contemplaba realizar una r¨¦plica de la estatua que quedar¨ªa instalada en vertical en Pedra Alta. Un atractivo tur¨ªstico para dar vida a este municipio rural.
Hubo un momento, en el conflicto entre Castrelo y las autoridades auton¨®micas, en el que, seg¨²n explica R¨²a, casi se lleg¨® a un acuerdo verbal. Pero a finales del a?o pasado la prensa difundi¨® que el traslado de la piedra de mil kilos a la capital provincial era inminente.
Cuando comenz¨® el curso escolar, la sala del museo local hizo falta de nuevo al Ayuntamiento para organizar una serie de cursillos que todav¨ªa duran. Entonces el Gobierno local decidi¨® que la piedra, mientras no se determinaba su destino final, donde mejor custodiada estar¨ªa ser¨ªa en la propia casa de su descubridor, un hombre sensible con la importancia del hallazgo. Esta vivienda se encuentra a unos 100 metros del museo, y en menos de nada, con el tractor, la enorme estela, de 1,80 metros de altura, fue instalada all¨ª. Enterada de este movimiento, hace medio mes, la Xunta envi¨® una carta a Jos¨¦ Luis Lozano comunic¨¢ndole que, si no hac¨ªa entrega de la piedra en un plazo que expir¨® precisamente ayer se enfrentar¨ªa a una sanci¨®n de entre 60.000 y 150.000 euros.
Para evitar la multa, el afectado acord¨® con el Ayuntamiento devolver la estela al museo etnogr¨¢fico, pese a la falta de espacio actual. Ahora, la responsabilidad de esta joya de la Edad de Bronce, que sigue el patr¨®n de las llamadas "estelas del suroeste" (porque la mayor¨ªa de las conocidas se concentran en Andaluc¨ªa, Extremadura y el Alentejo), recae en el consistorio. Y ayer la Conseller¨ªa de Cultura advirti¨® de que en unos d¨ªas enviar¨¢ emisarios y despu¨¦s, amparada por la lei de Patrimonio, trasladar¨¢ la estatua-menhir a San Francisco, en Ourense, para "custodiarla, restaurarla, estudiarla y preparar toda una serie de iniciativas para ponerla en valor y darle la difusi¨®n que se merece".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.