Otra ronda
La nueva reforma financiera a?ade intensidad para restablecer el funcionamiento del sistema
Despu¨¦s de dos reformas financieras impulsadas por los Gobiernos de Rodr¨ªguez Zapatero, que no han surtido el efecto deseado de restablecer el cr¨¦dito a las empresas y particulares, el Consejo de Ministros aprob¨® ayer una tercera reforma, impulsada en esta ocasi¨®n por el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, con la vocaci¨®n de ser la llave definitiva que restablecer¨¢ la confianza en las entidades crediticias espa?olas. En su orientaci¨®n general, la reforma de Guindos obedece a los mismos criterios que las anteriores: provisiones para sanear los balances contaminados por el crash inmobiliario y fusiones (con un plazo de cuatro meses) para salvar entidades con riesgos de quiebra. Quiz¨¢ suene a la misma receta, aunque esta vez con m¨¢s intensidad.
Esos principios son, de entrada, correctos. Poco se puede oponer a que se exija a las entidades financieras unas provisiones extraordinarias de aproximadamente 50.000 millones para acelerar su saneamiento inmobiliario, o a que se distinga entre saneamiento contra resultados y saneamiento contra capital. Y mucho menos a que se limite a 600.000 euros anuales el salario de los directivos de las entidades intervenidas. En cuanto a la exigencia de que bancos y cajas (renovadas) restablezcan el cr¨¦dito, es un ejercicio comprensible de voluntarismo. Otra cosa es que pueda organizarse un control efectivo de esa exigencia. Las dudas comienzan en la cantidad exigida de provisiones, una cifra sobre la que no se dispone de ninguna seguridad. Nada garantiza que la correcci¨®n de los balances exija esa cantidad u otra cualquiera, m¨¢s elevada, en los pr¨®ximos meses. La valoraci¨®n de los activos inmobiliarios se deprecia con rapidez.
Y, naturalmente, tambi¨¦n puede suscitar dudas la pretensi¨®n de que la reforma restaurar¨¢ el cr¨¦dito al tiempo que se imponen nuevas provisiones. El ministro y su equipo suponen que de esa manera se incentiva la venta de pisos a precios bajos: parece razonable pensarlo as¨ª, pero habr¨¢ que esperar a ver si se cumple. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que a m¨¢s provisiones menos cr¨¦dito; y a menos cr¨¦dito, m¨¢s probabilidad de agravar la recesi¨®n. Con otro problema a?adido. Quien pida dinero al FROB ser¨¢ porque lo necesita para equilibrar sus balances. ?C¨®mo se le puede entonces exigir que conceda pr¨¦stamos?
El otro apartado importante de la reforma es el de las fusiones. El Gobierno est¨¢ interesado en otra ronda de concentraci¨®n bancaria porque quiere salvar el destino de las entidades intervenidas. Pero las fusiones producen un efecto restrictivo sobre el cr¨¦dito, con el agravante de que, adem¨¢s, tienen distra¨ªdos a los equipos directivos de las tareas urgentes del negocio (pr¨¦stamos, m¨¢rgenes, competencia) mientras duran los procesos. Por todo ello cabe pedir al Ejecutivo que, para restaurar r¨¢pidamente el cr¨¦dito, condici¨®n primera y fundamental para procurar la reactivaci¨®n econ¨®mica, se muestre extremadamente vigilante sobre los posibles efectos secundarios de la reforma aprobada ayer.
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