'El Dorado' de la FP a la alemana
El sistema de formaci¨®n dual, que combina estudio y trabajo, es envidiado en todo el mundo - Aplicarlo en Espa?a requerir¨ªa un esfuerzo ingente
Cuando le preguntan por las buenas cifras de empleo entre los j¨®venes de su pa¨ªs, la canciller Angela Merkel destaca "la eficiencia del modelo dual" de Formaci¨®n Profesional (FP). La estad¨ªstica de Eurostat es demoledora: mientras que en Espa?a busca empleo el 48,7% de los menores de 25 a?os, la tasa de j¨®venes desempleados en Alemania no llega al 8%. El sistema de Formaci¨®n Profesional dual combina a la vez el estudio en las aulas con el trabajo remunerado en las empresas.
Una y otra vez, de forma recurrente, se se?ala ese sistema como receta a copiar para arreglar los problemas de la FP y, de paso, del mercado laboral, de un pa¨ªs cualquiera, por ejemplo, Espa?a. Pero se trata de un sistema de muy dif¨ªcil -por no decir, casi imposible- copia, porque requiere un n¨²mero muy alto de empresas dispuestas a asumir una parte importante de su coste. El propio ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, el martes pasado en el Congreso, enunci¨® primero una ambiciosa propuesta -"Las reformas que queremos aplicar [...] se resumen en dar mayor protagonismo a las empresas, de acuerdo al modelo de FP dual alem¨¢n, pero adaptado a las condiciones de nuestro pa¨ªs"-, que luego, en respuesta a las preguntas de la oposici¨®n, rebaj¨®: "Proponemos prestar apoyo al desarrollo de programas piloto [...] para ser capaces de construir un modelo de formaci¨®n dual que, no nos enga?emos, probablemente no pueda ser generalizado".
Los alumnos alemanes son aprendices que reciben un salario
Jos¨¦ Ignacio Wert: "Probablemente no pueda ser generalizado"
El modelo germano es gestionado y financiado en gran parte por las firmas
Solo una peque?a proporci¨®n de empresas espa?olas podr¨ªan asumirlo
En realidad, la FP alemana est¨¢ dividida en tres: m¨¢s o menos la mitad de los estudiantes est¨¢n en ese sistema dual; un 20% en la FP reglada con pr¨¢cticas al final de los estudios (igual que en Espa?a) y el 30% est¨¢n en heterog¨¦neos programas de transici¨®n para que los alumnos con dificultades se reenganchen en alguno de los anteriores (algo as¨ª como los programas de cualificaci¨®n inicial y las casas taller espa?olas).
Mientras la FP dual est¨¢ centrada en la industria y el comercio, la reglada completa el c¨ªrculo con sectores como la educaci¨®n, las sanidad o los servicios sociales. Esta segunda opci¨®n, aunque a¨²n minoritaria, va ganando fuerza, explica el especialista alem¨¢n Hans-Peter F¨¹ssel en un reciente art¨ªculo. Pero, sin duda, la fortaleza de su sistema sigue siendo la parte dual, con una largu¨ªsima tradici¨®n dentro del potente sector empresarial del pa¨ªs.
No es raro que los escaparates de las tiendas o de los bancos alemanes luzcan una pegatina con la frase: "Formamos aprendices". Tambi¨¦n compa?¨ªas grandes y medianas como el gigante Siemens o la cadena de hoteles Kempisnki publicitan a bombo y platillo su oferta de FP. En el hotel Adlon de Berl¨ªn, la encargada de relaciones p¨²blicas, Sabina Held, destaca la "excelente fama" de la formaci¨®n que ofrece el lujoso albergue de la avenida Unter den Linden. All¨ª trabaja Julia W¨¹lfing con otros 65 j¨®venes en periodo de formaci¨®n. Los aprendices como ella desempa?an tareas en el hotel durante tres semanas al mes. Dedican la cuarta a los estudios te¨®ricos en la escuela p¨²blica de gastronom¨ªa Brillat-Savarin.
A sus 20 a?os, W¨¹lfing destaca las ventajas de una formaci¨®n pr¨¢ctica "que tiene el aliciente de la independencia". La paga de los aprendices est¨¢ regulada por convenios regionales que var¨ªan seg¨²n el sector y que abona la propia empresa. En la gastronom¨ªa, un aprendiz berlin¨¦s percibe 525 euros mensuales durante el primer a?o de formaci¨®n, 605 en el segundo y 717 en el tercero. Como comparaci¨®n: en la rica Baviera, un aprendiz de hotelero percibe 597, 689 y 770 euros mensuales en los tres a?os de su formaci¨®n. Con su paga, sumada a las propinas y a la subvenci¨®n p¨²blica por hijo que cobran las familias alemanas, W¨¹lfing ha vivido por su cuenta en Berl¨ªn desde que termin¨® el colegio.
Los aprendices eligen por su cuenta d¨®nde quieren trabajar: env¨ªan sus solicitudes directamente a las empresas, que hacen su propia selecci¨®n. Una vez firmado el contrato de formaci¨®n, los aprendices obtienen una plaza en la escuela correspondiente. Los contenidos te¨®ricos est¨¢n regulados por ley, como en la secundaria. Las empresas est¨¢n obligadas a cubrir la cuota de seguridad social, desempleo y jubilaci¨®n de sus aprendices.
A buena parte de las compa?¨ªas les compensa la inversi¨®n. En el caso ideal, contratar¨¢n a los j¨®venes que hayan concluido con ¨¦xito los tres cursos y hayan aprobado los ex¨¢menes. La mayor ventaja es que cuentan con personas formadas seg¨²n las necesidades de la propia compa?¨ªa, que conocer¨¢n al dedillo sus particularidades y sus m¨¦todos de trabajo. La cadena Kempinski dice contratar "a la mitad" de los aprendices que pasan por el hotel Adlon.
La formaci¨®n te¨®rica en las escuelas p¨²blicas se centra en los requerimientos de la profesi¨®n elegida. La joven W¨¹lfing cuenta que estudia "enolog¨ªa, pero tambi¨¦n "cosas como historia y algo de geograf¨ªa berlinesas para poder asistir a los clientes".
Los sindicatos alemanes apoyan decididamente el sistema dual. El de Gastronom¨ªa NGG detecta, no obstante, cierto grado de abuso. La portavoz sindical Karin Vladimirov explica que "algunas empresas evitan contratar a sus aprendices pero se aprovechan de su mano de obra; otras no ofrecen formaci¨®n y se benefician del sistema sin invertir un euro". Otra de las deficiencias del modelo dual es el desequilibrio de oferta y demanda seg¨²n la regi¨®n. En su informe anual de Formaci¨®n Profesional, el DGB denuncia algunas malas pr¨¢cticas extendidas: exceso de horas de trabajo, encargo de tareas ajenas a la formaci¨®n o trato injusto por parte de los jefes. A pesar de los fallos, Alemania est¨¢ muy orgullosa de su FP, pues es evidente que funciona, en general, bien.
Pero el modelo dual "no es trasplantable a Euskadi y tampoco al resto de Espa?a", dice tajantemente Carlos Crespo, el responsable de la FP en el Gobierno del Pa¨ªs Vasco, la comunidad que, sin embargo, m¨¢s experimentos ha hecho en esa direcci¨®n. Para implantar el modelo alem¨¢n, dice Crespo, es necesaria una estructura formativa en las empresas de la que Espa?a carece.
"El 85% de las empresas en Espa?a son peque?as, no est¨¢n en condiciones de ofrecer esa formaci¨®n", dice Miguel Soler, ex director general de FP en el Ministerio de Educaci¨®n. Es necesario que las compa?¨ªas tengan una infraestructura formativa, con tutores-profesores bien preparados para ense?ar en los puestos de trabajo. Y todo eso cuesta mucho esfuerzo y mucho dinero, que se suma al de los sueldos de los aprendices.
Francisca Arbizu, exdirectora del Instituto de las Cualificaciones, recuerda que en los a?os ochenta el Gobierno espa?ol ya dio muchas vueltas a la opci¨®n dual, pero finalmente la aplicaci¨®n que se vio posible fueron los periodos de pr¨¢cticas (de tres meses tras dos cursos de FP). Destaca que fue la Administraci¨®n la que tuvo que pagar a las empresas para que aceptaran a los alumnos, algo que se sigue haciendo.
La aplicaci¨®n de una FP dual es un tema recurrente, en los programas electorales -el PSOE tambi¨¦n hablaba de ella en el suyo-, y en la pr¨¢ctica, con numerosos intentos y programas piloto como los que mencionaba el ministro Wert, que nunca han llegado a cuajar.
En Euskadi, los responsables educativos trabajan para retomar el pr¨®ximo curso la senda de la "formaci¨®n en alternancia" que ya experiment¨® hace unos a?os con un programa pionero conocido como Ikasi eta lan (Aprender y trabajar, en euskera) que, ampliando de dos a tres a?os los grados de FP, ofrec¨ªa la posibilidad de trabajar media jornada en una empresa y estudiar durante la otra media. Un exresponsable de los empresarios vascos dec¨ªa el a?o pasado en este peri¨®dico que es muy complicado convencer a compa?¨ªas y a sindicatos para sacar adelante ideas de este tipo.
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