Andersen orden¨® destruir documentos comprometedores sobre sus clientes
Un alto ejecutivo confiesa que la pol¨ªtica de la auditora era acabar con "informaci¨®n superflua" que pudiera malinterpretarse
Un alto ejecutivo de la auditora Arthur Andersen en EE UU ha reconocido que una de las directrices de la compa?¨ªa era autorizar la destrucci¨®n de cualquier documento que pudiera ser empleado en su contra en los tribunales. As¨ª lo ha explicado el empleado durante el juicio a la auditora por obstrucci¨®n a la justicia en el caso Enron.
Las declaraciones de Richard Corgel, un alto ejecutivo a cargo de las auditor¨ªas de Arthur Andersen, refuerzan las hip¨®tesis del fiscal del caso, que en buena parte con las acusaciones del fiscal, afirma que Andersen, que llevaba las cuentas de Enron, destruy¨® miles de documentos relacionados con el gigante energ¨¦tico.
Sin embargo, Corgel, testigo de la defensa, justifica la pol¨ªtica de la empresa para impedir que se tergiversen los hechos que reflejan algunos documentos "sacados de contexto".
"Por esa raz¨®n toda empresa en EE UU, toda empresa en este planeta, tienen una pol¨ªtica sobre la retenci¨®n de cierta informaci¨®n y la destrucci¨®n de otra", ha se?alado el ato ejecutivo Corgel, durante su segundo d¨ªa de testimonios.
"Informaci¨®n superflua"
Pero la fiscal¨ªa va m¨¢s all¨¢ y acusa a Arthur Andersen a autorizar la destrucci¨®n de documentos de Enron en octubre y noviembre del a?o pasado porque sab¨ªa que ¨¦stos ser¨ªan examinados por la Comisi¨®n de Mercado de Valores (SEC), una de las varias entidades que investigan el esc¨¢ndalo financiero.
Corgel, como otros ejecutivos que ya han declarado en el juicio, se?ala que los empleados s¨®lo cumpl¨ªan ordenes de destruir "informaci¨®n superflua" siguiendo los reglamentos de la empresa.
La compa?¨ªa el¨¦ctrica Enron quebr¨® en diciembre de 2001, tras conocerse que manipul¨® sus cuentas para exagerar sus ingresos y minimizar sus problemas financieros.
Posteriormente, se conoci¨® que muchos de sus ejecutivos utilizaron informaci¨®n privilegiada y vendieron sus acciones antes de la quiebra para evitar las grandes p¨¦rdidas econ¨®micas que despu¨¦s sufrieron miles de peque?os accionistas de la compa?¨ªa.
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