"Espa?a no puede hacer mucho para cambiar los estereotipos de toros y flamenco"
El semanario 'The Economist' limita los beneficios del Plan Obama para las empresas espa?olas
La econom¨ªa espa?ola y sus empresas vuelven a la prensa econ¨®mica internacional, esta vez de mano de The Economist, uno de los semanarios que m¨¢s atenci¨®n ha prestado a la evoluci¨®n de la crisis en Espa?a. Si en septiembre hablaba de Espa?a recordando la historia del cerdo que cre¨ªa que pod¨ªa volar, en noviembre se refer¨ªa al fin de fiesta en la econom¨ªa espa?ola al tiempo que alababa el sistema bancario espa?ol como un buen m¨¦todo para evitar la crisis.
En su art¨ªculo de esta semana, Big in America?, The Economist subraya las dificultades que tendr¨¢n las empresas espa?olas para triunfar en EE UU y desprenderse de ciertos t¨®picos y asegura que parece "un poco ambicioso" pretender que en aquel pa¨ªs se reconozca el valor tecnol¨®gico de las compa?¨ªas espa?olas.
Todo esto viene a ra¨ªz de la campa?a Made in/ by Spain presentada por los Pr¨ªncipes de Asturias a mediados de abril en Nueva York. El proyecto trata de dar a conocer a las empresas espa?olas y de que aprovechen su potencial para conseguir una parte de los 317.000 millones de d¨®lares que pretende gastar la administraci¨®n estadounidense en infraestructuras y energ¨ªas renovables, dos de los fuertes de la industria espa?ola.
The Economist subraya el "escepticismo" que a su juicio existe en el empresariado espa?ol sobre las posibilidades de que esta campa?a sirva para cambiar "los estereotipos de toros y flamenco" sobre los que asegura, "no se puede hacer mucho".
La publicaci¨®n brit¨¢nica pondera a empresas espa?olas como Iberdrola, Ferrovial o ACS, pero avisa de las pocas posibilidades que tienen de beneficiarse de los planes del gobierno de Barack Obama y, sobre todo, de la poca repercusi¨®n que eso tendr¨ªa en la econom¨ªa espa?ola, porque los trabajos ser¨¢n para estadounidenses, los impuestos para EE UU y los beneficios para los accionistas. Adem¨¢s, aunque hay empresas que estar¨¢n "felices" de ser representadas por el Gobierno, otras "prefieren ser vistas como firmas globales", asegura el semanario.
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