Esc¨¢ndalo CPV, segunda parte

En 1999 Juan pag¨® 24.000 euros como entrada para un piso de los que vend¨ªa y sigui¨® vendiendo la empresa CPV, cuyos administradores est¨¢n en la c¨¢rcel por estafa. Dos a?os despu¨¦s rescindi¨® el contrato y su dinero le fue devuelto pero, hace unas semanas, ha recibido la carta de un bufete en representaci¨®n de los s¨ªndicos de la quiebra de CPV: le reclaman esos 24.000 euros y, si no contesta en el plazo de quince d¨ªas, le demandar¨¢n judicialmente, "con el consiguiente gasto que este procedimiento procesal comporta". Cuando Juan llam¨® al bufete, la respuesta es que se lo pueden rebajar a la mitad y pagarlo a plazos.

No es el ¨²nico que llam¨® tras recibir esa carta al Juzgado de Primera Instancia, n¨²mero 9, son multitud. Y s¨ª es una pesadilla pero no est¨¢n so?ando: los s¨ªndicos de la quiebra se basan en el art¨ªculo 878.2 del C¨®digo de Comercio, de 1885 ya derogado, para reclamar ese dinero que ir¨ªa destinado a pagar al resto de los acreedores a los que CPV no les devolvi¨® lo que hab¨ªan pagado.

La situaci¨®n de los que ven como les reclaman la devoluci¨®n del dinero ha cambiado en estos casi diez a?os y no para bien: en alg¨²n caso han fallecido los padres y tienen que hacerse cargo los hijos del pago. Hay quien ha firmado recientemente una hipoteca y quien est¨¢ en paro o tiene que reencontrarse con una pareja a la que no habla hace a?os. M¨¢s de uno descarta que el banco les de un cr¨¦dito para pagar porque le acaban de denegar uno de 1.500 euros para avalar el alquiler del piso de un hijo.

"Me siento doblemente estafado, indica un afectado, primero, por CPV: me enga?aron porque eran, como se ha demostrado, unos estafadores que vendieron y revendieron suelo y viviendas durante a?os impunemente a pesar de las denuncias y, despu¨¦s de conseguir rescatarlo, diez a?os despu¨¦s me atracan con la ley en la mano".

CPV, siglas de la promotora Comercializadora Peninsular de Viviendas, fue declarada en quiebra el cinco de diciembre de 2002. Una sentencia del juzgado de primera instancia n¨²mero 9 de Madrid, dictada en 2007, retrotrae la quiebra al uno de enero de 1999. La retroacci¨®n permite reclamar ese dinero y pone de manifiesto c¨®mo pod¨ªa operar libremente una empresa que estaba en quiebra y cometiendo irregularidades varias. "Nuestra situaci¨®n es sangrante porque a los seis meses de declararse la quiebra de CPV la Ley de Comercio fue derogada por una nueva ley con lo cual nada de esto nos habr¨ªa sucedido", denuncia una afectada.

Miles de familias, se habla de 3.000, han constatado que en el mercado pueden operar empresas como CPV, han visto c¨®mo hasta 2007 no se ha celebrado el juicio y seguido un proceso con incidentes que incluso llev¨® a que seis abogados que defend¨ªan a los afectados pidiesen al Consejo General del Poder Judicial que investigase la actuaci¨®n de la jueza que instru¨ªa el caso.

En el camino, algunos han recuperado parte de su dinero y a 761e el Ayuntamiento se les facilit¨® la compra de una vivienda protegida en el Ensanche de Vallecas. Para los que est¨¢n en el numeroso grupo de Juan, la duda es si negocian con un bufete que les remiti¨® la carta, pagan con rebaja y quiz¨¢ pierden el derecho a futuros pagos (algunos afectados han recibido casi el 30% de lo aportado) o esperan a ser demandados y pelear contra una ley que consideran injusta. En alg¨²n caso pueden acogerse a la justicia gratuita; en la mayor¨ªa, se enfrentan a que si pierden tendr¨¢n que pagar la totalidad de la deuda, m¨¢s intereses y las costas del juicio que asciende en varios miles de euros.

Abundan las sentencias desfavorables pero depender¨¢ de cada situaci¨®n. En alg¨²n caso, los jueces han considerado que s¨®lo debe devolver el dinero aquellos que actuaron con mala fe. De momento est¨¢n en contacto a trav¨¦s de una direcci¨®n de correo perjudicadoscpv@hotmail.com. Se preguntan si la Justicia no podr¨ªa actuar en su defensa, m¨¢s all¨¢ de que el Tribunal Supremo ha subido las penas de c¨¢rcel a los administradores de CPV, de 10 a 12 a?os en el caso de Francisco Garc¨ªa Moreno -como se supo ayer-, quien se declar¨® el "cerebro" pero cuya actuaci¨®n era conocida en los ¨¢mbitos profesionales y estuvo asesorada y arropada t¨¦cnicamente.

Antes de decidir si paga o no, una de las afectadas no deja de preguntarse sobre qui¨¦n y cu¨¢ntos componen la masa de acreedores. "Y ?para qui¨¦n es mi dinero? Entre los acreedores de CPV habr¨¢ familias normales que se beneficiar¨¢n en determinado porcentaje pero tambi¨¦n hay algunas empresas, nombres de relumbr¨®n y despachos a los que no tengo por qu¨¦ mantener yo", se lamenta.