Obama ataca de lleno a la habilidad de los bancos para asumir riesgos

Barack Obama desaf¨ªa a Wall Street: "Si quieren pelea, la tendr¨¢n". Haci¨¦ndose eco de la frustraci¨®n popular creciente contra la banca, el presidente de EE UU ha presentado otra iniciativa con la que busca quitar el apetito que el sector financiero tiene por el riesgo, dando poderes a los reguladores para que restrinjan las operaciones especulativas y en paralelo limitar a las entidades en tama?o. El momento del anuncio no es casual. Primero, se produce en la misma semana que los seis grandes grupos bancarios de EE UU presentaron resultados de cierre de ejercicio, que confirman que est¨¢n alejados del precipicio. Segundo, se interpreta como una reacci¨®n a la derrota dem¨®crata en el Estado de Massachusetts, que amenaza con poner en peligro la agenda del Obama.

Para evitar que las firmas financieras se beneficien de "una manera injusta" de los privilegios especiales que tuvieron durante el ¨²ltimo a?o, la Casa Blanca quiere prohibir que un banco comercial sea propietario, invierta o patrocine hedge funds o private equity. Considera que eso se aleja de la misi¨®n central de un gran banco. La Casa Blanca pretende as¨ª levantar un corta fuegos entre los dep¨®sitos asegurados y las carteras que utilizan los bancos en sus operaciones de riesgo, como transacciones con activos respaldados por hipotecas. En la pr¨¢ctica, Washington quieren evitar que entidades como JP Morgan Chase, Citigroup y Bank of America traspasen el dinero de un bolsillo a otro, para que las actividades de riesgo no se beneficien de red de seguridad que le dan dep¨®sitos.

En paralelo, el presidente de EE UU ha propuesto limitar el proceso de consolidaci¨®n que se vive en la industria financiera, para evitar una concentraci¨®n del riesgo por el crecimiento "excesivo" de una entidad. En definitiva, Obama quiere prevenir que superada la crisis el consumidor estadounidense est¨¦ servido por un peque?o grupo de firmas financieras "gigantescas" y eso afecte a la competencia. Wall Street recibi¨® el anuncio con temor, por la incertidumbre que plantea la falta de detalle de la propuesta y porque puede acabar reduciendo a liquidez en los mercados. Obama ha dicho que no permitir¨¢ que le bloqueen la reforma. "Si quieren pelea, es una pelea que estoy dispuesto a librar", les ha retado despu¨¦s acusarles de ser el origen de una recesi¨®n que destruy¨® siete millones de empleos.

M¨¢s una tasa al pasivo

La idea de limitar la manera en la que un banco hace apuestas con su propio capital era defendida con firmeza Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal y ahora principal consejero de Obama. Y completa la propuesta que lanz¨® hace justo una semana la Casa Blanca, para aplicar una tasa del 0,15% al pasivo no asegurado de bancos con activos superiores a los 50.000 millones. El acceso a los dep¨®sitos garantizados ya est¨¢ limitado por Ley desde 1933, por la conocida como Glass-Steagall. Pero la Administraci¨®n Obama necesita actualizarla y combinarla con la tasa para, por un lado, evitar que las firmas financieras se conviertan en entidades sist¨¦micas y, por otro, para restringir su habilidad de asumir riesgos con actividades que pueden afectar al conjunto de la econom¨ªa y se muy costosas.

"No podemos aceptar un sistema en el que el accionistas hace dinero con estas operaciones si el banco gana, y si el banco pierde, es el contribuyente el que paga la factura", ha apostillado. Obama considera que la reforma que plantea "es sencilla y de sentido com¨²n". "Nunca m¨¢s el contribuyente va a ser reh¨¦n de un banco demasiado grande para quebrar", ha remachado. Y con los bancos haciendo menos dinero por la v¨ªa especulativa y limitando su tama?o, la Casa Blanca espera forzarles a cambiar su estructura de remuneraciones y reducir las primas. La tasa se incluir¨¢ en el proyecto de presupuesto para 2011, mientras que la iniciativa de ayer se quiere incluir en el marco de la reforma del r¨¦gimen regulador que se negocia en el Senado.