Obama da marcha atr¨¢s en la reforma sanitaria

En medio de un clima de p¨¢nico y caos entre la mayor¨ªa dem¨®crata del Congreso, el presidente Barack Obama y su partido han ofrecido este jueves las primeras se?ales de marcha atr¨¢s en la reforma sanitaria y de su voluntad de incorporar un tono populista a su agenda dom¨¦stica. Aunque oficialmente no se ha anunciado a¨²n una decisi¨®n, todo parece indicar que la ley sobre un nuevo sistema de salud, al menos en la versi¨®n ambiciosa que actualmente se conoce, est¨¢ muerta.

La victoria republicana en Massachusetts ha resultado demoledora para la mayor¨ªa dem¨®crata. Su impacto psicol¨®gico ha sido infinitamente mayor que lo que en s¨ª mismo representa la derrota por cinco puntos de un s¨®lo esca?o de una mayor¨ªa de 60 en un Senado con 100 asientos. Aunque han perdido la ventaja que se requiere para evitar el obstruccionismo de la oposici¨®n, los dem¨®cratas tienen a¨²n 19 esca?os m¨¢s que sus rivales, que sin embargo parecen haber tomado la Bastilla. El vencedor en Massachusetts, Scott Brown, ha llegado hoy a Washington como el general MacArthur entr¨® en Nueva York en 1951 y ha sido recibido por sus nuevos colegas republicanos en la Capitolio como el salvador.

Los dem¨®cratas han pasado el d¨ªa recluidos en sus despachos o participando en reuniones del grupo tratando de decidir qu¨¦ hacer. Sus contactos con los periodistas fueron s¨®lo espor¨¢dicos y para confesar su frustraci¨®n. "No podemos permanecer ciegos a lo que ha ocurrido, hay que dejarse de mega-leyes", ha dicho el representante Michael Arcuri, recogiendo el estado de ¨¢nimo de muchos congresistas que quieren saltar del barco que pilota el presidente porque temen que lo que le ocurri¨® a su compa?era de Massachusetts les ocurra a ellos mismos en noviembre.

El propio Obama parece admitir que hay que olvidarse de la reforma sanitaria. En una entrevista a la cadena de televisi¨®n ABC ha dicho que, en estos momentos, "lo mejor es tratar de convenir en aquellos aspectos de la ley en los que estamos de acuerdo", y ha mencionado varios sin incluir la extensi¨®n de la cobertura a los 30 millones de personas que carecen de seguro.

La Casa Blanca ha insistido en que esa declaraci¨®n no supone que ya haya una decisi¨®n tomada y ha asegurado que el presidente est¨¢ todav¨ªa discutiendo con los l¨ªderes del Congreso sobre qu¨¦ hacer. El portavoz dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, prometi¨® que, para cualquier cosa que se haga, se esperar¨¢ a que Brown tome posesi¨®n de su cargo. La presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, manifest¨® que todav¨ªa no hay una estrategia decidida pero que s¨ª est¨¢ decidido "seguir hace adelante", sin m¨¢s precisi¨®n.

La verdad es que ninguno sabe hacia donde ir porque ninguna soluci¨®n es buena. Repudiar la ley por la que se ha peleado durante un a?o es malo. Aprobarla contra lo que se interpreta como la voluntad popular, peor a¨²n. Quedarse as¨ª, en el limbo, sin hacer nada, es el desastre total.

Posibles salidas

Los dem¨®cratas no tienen ya los 60 votos que se requieren para asegurarse el triunfo en el Senado. Pero podr¨ªan, por ejemplo, asumir en la C¨¢mara de Representantes el proyecto de ley tal como sali¨® del Senado, lo que evitar¨ªa la redacci¨®n de un texto de conciliaci¨®n y el obligado tr¨¢mite de ratificaci¨®n por el voto de ambas c¨¢maras. Sin embargo, los dem¨®cratas de la C¨¢mara se niegan porque saben que eso se lo penalizar¨¢ su electorado.

Otra soluci¨®n es, como parece sugerir Obama, recortar los objetivos de la ley y volverla a negociar con los republicanos. Esto tampoco es f¨¢cil en el clima de euforia que vive la derecha y despu¨¦s de que se ha demostrado que la oposici¨®n frontal produce rendimiento. "No queremos que den marcha atr¨¢s, queremos empezar de nuevo", ha dicho hoy el ex candidato presidencial John McCain.

El mensaje de Massachusetts, tal como lo interpreta el presidente, va m¨¢s all¨¢ del rechazo a la reforma sanitaria. Parece m¨¢s bien un castigo a una forma de hacer pol¨ªtica tratando de conciliar intereses y respetando el estatus quo. "El sentimiento de rabia que dio su cargo a Brown es el mismo que me llev¨® a m¨ª al m¨ªo", ha declarado Obama a la cadena ABC.

Con objeto de responder a esa rabia, la Casa Blanca est¨¢ ya modificando su estrategia para dar prioridad a medidas m¨¢s populistas y otras encaminadas visiblemente a la creaci¨®n de puestos de trabajo. El anuncio hoy de nuevas normas para limitar y controlar la actividad bancaria est¨¢ plenamente vinculado a esa rectificaci¨®n. "Hemos estado tan concentrados en sacar nuestro programa adelante que hemos perdido cierta capacidad de hablarle directamente al pueblo norteamericano", ha reconocido Obama.