Zapatero pide el apoyo parlamentario para una reforma laboral sustancial
El presidente adelanta que se va a centrar en reducir el esfuerzo y el coste del despido sin reducir los derechos de los trabajadores
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha reclamado hoy desde Roma el apoyo parlamentario para una reforma laboral sustancial que "va a ser para mucho tiempo". Una vez finiquitado el di¨¢logo social, Zapatero ha avanzado que la propuesta que va a hacer el Ejecutivo se va a centrar, por una parte, en reducir el esfuerzo y el coste del despido sin que pierdan derechos los trabajadores. Por la otra, se dar¨¢ mayor flexibilidad interna a las empresas, lo que afectar¨¢ a la jornada, las condiciones de trabajo y regulaci¨®n de salarios y convenios.
Adem¨¢s, ha confirmado que ma?ana va a presentar un documento con la posiciones el Gobierno a los interlocutores sociales, que ayer ya recibieron la ¨²ltima propuesta de Trabajo y que, en esencia, coincide con lo planteado hoy por Zapatero. "Si la reforma tiene mayor n¨²mero de apoyos ser¨¢ m¨¢s exitosa, pero el Gobierno tiene las ideas muy claras sobre lo que tiene que hacer", ha asegurado el jefe del Ejecutivo. Asimismo, frente a los que dicen que esta reforma lleva dos a?os esperando, ha dicho que lleva pendiente dos d¨¦cadas porque el modelo laboral espa?ol no ha cambiado sustancialmente desde la transici¨®n.
"Queremos un modelo en el que la contrataci¨®n indefinida sea la norma frente a la contrataci¨®n temporal. Queremos reducir el esfuerzo en el coste del despido, sin que los trabajadores pierdan derechos y queremos hacer un cambio en la flexibilidad interna de la empresa", ha resumido el presidente en rueda de prensa desde Roma. "Cada vez que hay una crisis econ¨®mica, nuestra tasa de paro duplica la media europea. Tenemos un modelo laboral y econ¨®mico que cuando hay una crisis produce un alt¨ªsimo grado de paro y adem¨¢s una alta tasa de temporalidad. Demasiados contratos temporales y demasiados contratos en precario. Hay que hacerle frente a esto con decisi¨®n", ha agregado.
Berlusconi deja colgado a Zapatero y le despide "como a un santo"
La visita de Zapatero a Silvio Berlusconi no sent¨® bien en el Vaticano, que considera poco adecuado compartir visitas diplom¨¢ticas con el Estado vecino. Fuentes de Moncloa se apresuraron a asegurar que la idea de aprovechar el viaje a Roma para visitar el Palacio Chigi -sede del primer ministro italiano¡ª se debi¨® a la insistencia de su anfitri¨®n, ante la que cedi¨® Zapatero.
Los dos jefes de Gobierno, reunidos durante media hora, coincidieron en culpar de la crisis financiera a los especuladores y en la necesidad de defender el euro de forma colectiva, y analizaron los planes de austeridad de los distintos pa¨ªses europeos. Luego, comparecieron ante la prensa, y Berlusconi se mostr¨® encantador con su invitado. Habl¨® de la relaci¨®n "cordial¨ªsima" entre ambos, glos¨® su "amistad de varios a?os", record¨® que Italia es "el tercer cliente comercial de Espa?a", y apostill¨®, de modo sorprendente: "Miramos con gran confianza la gesti¨®n espa?ola de la crisis. Tiene unos datos de deuda p¨²blica en torno al 56%, cuando la nuestra es del 115%, m¨¢s del doble. Sentimos envidia de Zapatero y su Gobierno. Yo le aprecio de siempre, y sus intervenciones en los consejos europeos son muy reconocidas por todos los l¨ªderes". Berlusconi, elegante, obvi¨® recordar que Italia es el pa¨ªs europeo que encabeza la recuperaci¨®n econ¨®mica, mientras que Espa?a est¨¢ en el furg¨®n de cola.
Zapatero no pareci¨® darse por aludido ante los halagos y se limit¨® a citar la buena relaci¨®n entre los dos gobiernos. Quiz¨¢ por eso, cuando el presidente espa?ol invit¨® a Berlusconi a dar paso a las preguntas, este se despidi¨® dejando estupefactos a los periodistas y a su propio hu¨¦sped. "Y ahora les dejo con Zapatero para que le pregunten por su visita al Vaticano. Yo le saludo como a un santo porque viene de ser bendecido por el Papa y est¨¢ en estado de gracia absoluta. Y me voy", dijo haciendo mutis entre sonrisas.
Tras un momento de vacilaci¨®n, Zapatero abandon¨® la sala siguiendo a Berlusconi, y a los dos minutos regreso, ya solo, para responder a los informadores.
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