Las claves del sistema de pensiones

El Gobierno se ha fijado entre sus retos inmediatos la reforma de las pensiones, la tercera de envergadura en la ¨¦poca democr¨¢tica de Espa?a. El envejecimiento de la poblaci¨®n complicar¨¢ a largo plazo la sostenibilidad del sistema. La reducci¨®n en un horizonte de entre 25 a 30 a?os de la masa de trabajadores cotizantes frente a la de jubilados es inviable, seg¨²n coinciden el Ejecutivo, los partidos y los agentes sociales. Pero no hay consenso sobre la forma en que hay que llevarla a cabo. ?Cu¨¢les son las posturas de unos y otros? ?D¨®nde est¨¢n los mayores puntos de fricci¨®n? ?C¨®mo se puede asegurar su viabilidad? Aqu¨ª tienes las principales claves de todo ello.

C¨®mo se calcula la pensi¨®n:

Las dos principales variables que determinan la cuant¨ªa de las pensiones contributivas son el periodo de a?os en los que se ha cotizado y el sueldo que se ha cobrado.

- A?os cotizados: Desde 2002, el m¨ªnimo de a?os que hay que cotizar para recibir la prestaci¨®n es de 15. En este caso, solo se tiene derecho a cobrar un 50% del salario percibido. A medida que este periodo se ampl¨ªa, entre 15 y 25 a?os, la cantidad a percibir aumenta a raz¨®n de 3 puntos por cada ejercicio de m¨¢s que se contribuya a las arcas del Estado. A partir de los 35 a?os cotizados, el incremento por a?o es de 2 puntos. Por tanto, a modo de ejemplo, si se ha estado cotizando durante 27 a?os, se cobra el 84%. Para garantizarse una pensi¨®n equivalente al 100% del sueldo hay que haber pagado religiosamente a la Seguridad Social durante 35 o m¨¢s a?os.

- Sueldo y periodo de c¨®mputo: Aunque el resultado siempre ser¨¢ mejor cuanto m¨¢s tiempo se cotice, para fijar la cuant¨ªa de la pensi¨®n solo se tienen en cuenta los salarios de los ¨²ltimos 15 a?os, que generalmente coinciden con los de un mejor sueldo. As¨ª, si una persona ha estado cotizando a la Seguridad Social durante 27 a?os y ha cobrado la hipot¨¦tica cifra de 1.900 euros brutos al mes durante los ¨²ltimos 15 a?os, tendr¨¢ derecho a una primera pensi¨®n de 1.360 euros al mes. La cifra equivale al 84% del resultado de multiplicar la base de cotizaci¨®n (la mayor parte del salario) por 180 mensualidades (los 15 a?os del periodo de c¨®mputo). Esta cantidad aumentar¨¢ a lo largo de la jubilaci¨®n en la misma proporci¨®n que evolucionen los precios.

Cu¨¢les son los riesgos que pesan sobre el sistema de pensiones:

En base a las proyecciones del Banco de Espa?a, el descenso en la natalidad y el incremento de esperanza de vida provocar¨¢ que la poblaci¨®n mayor de 65 a?os frente a la que est¨¢ en edad de trabajar se dispare en los pr¨®ximos a?os y d¨¦cadas hasta llegar al 60% de aqu¨ª a 2060. Seg¨²n Bruselas, si ahora hay cuatro cotizantes por cada jubilado con pensi¨®n contributiva, dentro de 50 a?os esta proporci¨®n se reducir¨¢ a la mitad. Por este motivo, aunque el mayor n¨²mero de beneficiarios y el paulatino aumento de la cantidad de las prestaciones no se notar¨¢ durante los pr¨®ximos 15 a?os en el gasto en pensiones en relaci¨®n al PIB, que actualmente est¨¢ en el 7,6%, a partir de entonces se acelerar¨¢ hasta alcanzar el 14% si no se toman medidas. Hay que recordar que a esta partida habr¨ªa que a?adir el coste de las prestaciones no contributivas y los gastos sanitarios o de dependencia asociados a un aumento de la poblaci¨®n mayor. En total, una cifra inasumible para cualquier Estado.

Sostenibilidad fiscal: La reforma de las pensiones llega en medio de los esfuerzos del Gobierno para devolver el d¨¦ficit a los l¨ªmites de Bruselas. Aunque el repunte de los n¨²meros rojos del Estado se ha producido por la crisis -medidas de est¨ªmulo, gastos por paro y ca¨ªda de los ingresos- y no tiene mucho que ver con los jubilados, la inviabilidad del sistema de pensiones, aunque sea a largo plazo, amenaza su sostenibilidad. Este riesgo supone un cebo perfecto para que Espa?a y su deuda sufran el acoso de los inversores. La explicaci¨®n es que si se sabe que las pensiones costar¨¢n en un futuro al Estado m¨¢s de lo que ingresa en cotizaciones -lo que le obligar¨¢ a agotar el fondo de reserva, desviar fondos de otras partidas y vaciar¨¢ paulatinamente sus arcas-, nadie se aventurar¨¢ a comprar su deuda. Esta inapetencia frente a los bonos espa?oles supone echar el cierre a la v¨ªa de financiaci¨®n tradicional del pa¨ªs, lo que a su vez le abocar¨¢ a la quiebra. De ah¨ª la urgencia y relevancia que le ha dado el Gobierno a la reforma de las pensiones dentro de su campa?a por recuperar la confianza de los inversores.

La propuesta del Ejecutivo:

El Gobierno apuesta por garantizar la solvencia del sistema a trav¨¦s del aumento de la edad de jubilaci¨®n de los 65 a los 67 a?os, aunque la edad real de jubilaci¨®n apenas supera los 63 por la cultura de la jubilaci¨®n anticipada, y el periodo de c¨®mputo. Sobre este ¨²ltimo aspecto, aunque en una primera propuesta que envi¨® el Ejecutivo a Bruselas hablaba de incrementarlo hasta los 25 a?os desde los 15 actuales, ha preferido no fijar ninguna cifra concreta para dar margen a la negociaci¨®n. De hecho, parece que hay consenso entre los partidos en elevarlo al entorno de los 20 a?os. Otros pa¨ªses ya han tomado medidas similares sobre el c¨®mputo: Francia ha pasado de tomar 10 a?os a incluir 25 a?os mientras que Austria lo ha ampliado desde 15 hasta 40 y un n¨²mero importante de pa¨ªses (Finlandia, Polonia, Portugal y Suecia) lo han aumentado a la totalidad de la vida laboral.

En cuanto a elevar la edad de jubilaci¨®n, la postura del Gobierno es clara. Sin embargo, el resto de partidos se guarda de momento sus cartas. Parece que la opci¨®n preferida pasa porque el incremento sea voluntario.

Aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre el impacto que tendr¨ªa esta medida en el gasto de las pensiones sobre el PIB, el consenso recogido por el Banco de Espa?a apunta a un recorte de entre 6 y 8 puntos porcentuales de aqu¨ª a 2050 o 2060 en funci¨®n si se deja entre los 25 o los 35 a?os. Gracias a ello, la partida de gasto se quedar¨ªa ligeramente por encima de los niveles actuales y el problema se resolver¨ªa en una gran parte. En caso de que el periodo de c¨®mputo se ampliase a toda la vida laboral, no obstante, hay quien alerta de que reducir¨ªa la cuant¨ªa de las nuevas pensiones entre un 10% o un 30% y supondr¨ªa un menor impacto a la baja en el gasto total en relaci¨®n al PIB, de entre un 3% y un 5% dentro de 50 a?os.

La reacci¨®n de los sindicatos:

CC OO se opone a retrasar la edad de jubilaci¨®n. Sin embargo, no ver¨ªa mal ampliar el periodo de c¨®mputo siempre que se pudiera elegir los mejores a?os de cotizaci¨®n, lo que redundar¨ªa en beneficio del pensionista. UGT, por su parte, se opone a las dos cosas. En cualquier caso, los sindicatos defienden que no solo hay que actuar por la v¨ªa del gasto a trav¨¦s de recortes, que al fin y al cabo es de lo que se trata cuando se habla de retrasar la edad de jubilaci¨®n y ampliar el periodo de c¨®mputo. En su opini¨®n, hay que actuar por la v¨ªa de los ingresos: aumentar las bases de cotizaci¨®n (lo que equivale a mejores sueldos), integrar en el r¨¦gimen general a los del seguro agrario y empleadas de hogar, que el Estado asuma algunas partidas como el complemento a m¨ªnimos, y, por supuesto, mejorar el mercado laboral para que m¨¢s trabajadores contribuyan.