Empresarios asfixiados y cobradores 'con malet¨ªn'

Marina, una empresaria que prefiere no dar su nombre ni detalles de su empresa, se encontr¨® un d¨ªa con que su principal cliente, del que proced¨ªan la mitad de los ingresos de su pyme, dej¨® de pagar. Era 2009 y el cliente era el ayuntamiento de una gran ciudad. Marina, su hermano y su madre, due?os de esta empresa familiar, vivieron entonces una cadena de acontecimientos que ha dado un giro a su situaci¨®n econ¨®mica: al no cobrar, dejaron de pagar los sueldos de los empleados as¨ª como a Hacienda y a la Seguridad Social. Ante esta situaci¨®n, ambos organismos p¨²blicos embargaron sus ingresos y sus empleados les denunciaron. "Para hacer frente a todos los gastos tuve que malvender mi piso, c¨¦ntrico y con terraza, en una semana". Han pasado dos a?os y no quiere volver a tener entre sus clientes a un organismo p¨²blico (que finalmente pag¨®, pero con 15 meses de retraso). Los ingresos de la empresa han pasado de 60.000 euros mensuales a 18.000. En lugar de 12 empleados tiene 3. Quiere vender la empresa y cambiar de vida.

Las administraciones p¨²blicas tardan en pagar una media en 157 d¨ªas, m¨¢s que en 2009, cuando tardaban 154 d¨ªas

El la web de Mercadeuda empresarios asfixiados pueden poner a la venta sus deudas

"El plazo legal de una deuda puede que prescriba, pero el moral no", dice el gerente de El monasterio del cobro

Detr¨¢s de algunas deudas hay un empresario a punto de echar el cierre y despedir a sus empleados. El retraso en los pagos es, junto a la restricci¨®n del cr¨¦dito, uno de los grandes problemas de miles de pymes y aut¨®nomos espa?oles, en especial de los que dependen de multinacionales con poder negociador o de alguna administraci¨®n p¨²blica. En Espa?a las empresas tardan casi el doble de la media europea en cobrar: 103 d¨ªas frente a 60.

Una ley para acortar los plazos

En 2010, se aprob¨® una Ley para acortar los plazos de los pagos en las operaciones comerciales. El objetivo es que en 2013 el plazo m¨¢ximo sea de 30 d¨ªas para los pagos de la Administraci¨®n y de 60 para las operaciones entre empresas privadas, aunque la aplicaci¨®n ser¨¢ paulatina: en 2011 el plazo m¨¢ximo es de 85 d¨ªas, en 2012 ser¨¢ de 75.

Sin embargo, la propia ley reconoce que las empresas pueden llegar a acuerdos privados que diverjan de lo que marca la normativa, lo que traduce en el incumplimiento de estos plazos. Seg¨²n un reciente estudio de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), un lobby empresarial de una treintena de instituciones sectoriales que representa a cerca de un mill¨®n de empresas, el 64% de las firmas tiene actualmente contratos o acuerdos comerciales con clientes que les exigen plazos de pago superiores a los 85 d¨ªas legales. Emili Barba, de Acebsa, una empresa que fabrica hilo de cobre para fabricantes de motores y transformadores, es optimista: "A nosotros los retrasos nos afectan horriblemente porque el cobre se compra en Bolsa en el acto, as¨ª que terminamos haciendo de banqueros de nuestros clientes, pero la cosa va mejorando".

Desde que la ley entr¨® en vigor se han acortado los tiempos de pago, que han pasado de 101 d¨ªas en 2009, a 93 en 2010. M¨¢s grave es la situaci¨®n de quienes dependen de las administraciones p¨²blicas, que tardan en cobrar una media en 157 d¨ªas (m¨¢s que en 2009, cuando la media era de 154 d¨ªas). Los ayuntamientos y dem¨¢s administraciones locales son quienes m¨¢s tardan, seguidas de las Comunidades Aut¨®nomas y la Administraci¨®n central.

En total, en 2010 el ratio de morosidad de las empresas espa?olas (el porcentaje de impagos respecto al total de facturaci¨®n) fue del 5,1% (en 2009 era el 5%). La media de la UE es del 2,6%. Rabel Bar¨®n, presidente de la PMcM, recuerda la importancia de que la ley se acompa?e de un r¨¦gimen sancionador. Que eso suceda es el pr¨®ximo objetivo de este lobby.

Un 2% de deudas incobrables

La crisis, una vez m¨¢s, ha empeorado este panorama. El moros¨®logo Pere Brachfield calcula que un 2% de las deudas entre empresas no se llegan a cobrar nunca. Ante esta realidad, han surgido t¨ªmidas iniciativas que intentan minimizar los da?os, como el foro Impagados, en el que quien quiera puede consultar con los dem¨¢s usuarios la fiabilidad de pago de una empresa o aut¨®nomo antes de emprender un negocio con ¨¦l, o el portal Mercadeuda, que no ha cumplido ni un mes y pretende hacer de intermediario entre empresarios asfixiados por las deudas e inversores en busca de altas rentabilidades. En estos momentos una empresa privada ofrece en este foro los 2.130.000 euros que le debe una Comunidad Aut¨®noma por 2 millones de euros "negociables". Y una empresa de Ciudad Real ofrece por 40.000 euros los 84.000 que les debe otra firma de la misma ciudad.

Antes de tirar la toalla y de dar un cobro por perdido, hay colectivos y empresarios (una minor¨ªa) que optan por ceder la gesti¨®n de sus deudas a cobradores que se disfrazan (con frac, de torero, de zorro...) y suelen llevar un malet¨ªn (muchas veces vac¨ªo). Aunque gestionan un porcentaje peque?o del total de las deudas, estos cobradores son muy conocidos y merecen una menci¨®n especial entre otras cosas porque Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses donde existe esta modalidad de cobro. "Espa?a y Venezuela son los ¨²nicos pa¨ªses donde se permite", explica Brachfield. "Su actividad s¨®lo est¨¢ regulada indirectamente, y los acosados tienen que presentar pruebas, denunciar... Es m¨¢s complicado". Este tipo de cobradores acumulan denuncias y el pasado 8 de marzo la Secci¨®n de Secuestros y Extorsiones de la Polic¨ªa inform¨® de la detenci¨®n del due?o y dos empleados de una de estas empresas por encerrar en el despacho a un hombre, amenazar con tirarle por la ventana y propinarle patadas y pu?etazos.

A pesar de estas noticias, hay quienes les conf¨ªan sus deudas. Es el caso del due?o de una peque?a empresa vinculada a la construcci¨®n (que no quiere dar su nombre) a quien un empresario del sector debe m¨¢s de 20.000 euros: "Uno acude a estos cobradores cuando ya has apurado todas las posibilidades normales", dice. "Despu¨¦s de darte largas y largas un d¨ªa ves que quien te debe por un trabajo ya hecho no tiene intenci¨®n de pagar. Y si por las buenas no te paga, no queda otra opci¨®n. ?Sus m¨¦todos? Eso ya no es mi problema. Ellos ver¨¢n lo que tienen que rascar".

El monasterio del cobro

"Fuera de Espa?a no somos ilegales", dice Antonio M. (no quiere dar su apellido), gerente del Monasterio del Cobro, la empresa que hace un a?o contrat¨® el sindicato de pilotos Sepla para presionar a D¨ªaz Ferr¨¢n y que pagase a los empleados de Air Comet. "Nosotros hemos trabajado en Bruselas y en Portugal y no nos ha pasado nada. Aqu¨ª no existe ninguna legislaci¨®n que lo proh¨ªba y lo ¨²ltimo es que el Gobierno me diga c¨®mo tengo que ir vestido. ?El Derecho al honor de los deudores? ?Y d¨®nde empieza el honor de uno y termina el del otro? ?Por qu¨¦ estoy atentando yo contra el honor del deudor si ¨¦l antes no pagaba a mi cliente?".

En la entrada de las oficinas de esta empresa hay un diminuto jard¨ªn japon¨¦s y una c¨¢mara de vigilancia. Antonio M. explica que tiene 38 empleados "m¨¢s aut¨®nomos", que cobran de media 2.500 euros mensuales: "1.200 euros fijos m¨¢s comisiones". De su m¨¦todo de trabajo, dice: "Para unos somos beneficiosos y para otros, unos desalmados. La gente nos contrata cuando ya est¨¢n muy cansados y ven que es muy, muy dif¨ªcil cobrar. Nosotros hacemos el trabajo sucio porque aqu¨ª deber dinero sale gratis. Por tel¨¦fono no se puede cobrar, eso es tomarle el pelo a la gente. Hay que ponerse en la puerta de su casa o el trabajo para que sienta verg¨¹enza. Pero tenemos una t¨¦cnica, no somos unos frikis", dice Antonio, que rechaza la palabra disfraz y recuerda que antiguamente eran los monjes quienes recaudaban el yelmo y que sus trajes son "aut¨¦nticos; los hace una modista".

"Lo importante es que nunca desistimos", contin¨²a. "El plazo legal de una deuda puede que prescriba pero el moral no. Cuando vemos que alguien no tiene un duro pasamos el expediente al departamento de 'aparcados'. Pero la situaci¨®n econ¨®mica de la gente cambia. As¨ª que a los seis meses lo volvemos a abrir. As¨ª hemos cobrado expedientes de m¨¢s de 15 a?os".

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