El 's¨ªndrome de Berl¨ªn'
El exministro Josep Piqu¨¦ y el catedr¨¢tico Ant¨®n Costas discuten sobre la crisis europea.- "Nos abocamos a la ruptura del euro si Alemania nos deja en manos de los mercados", dice Costas
Cada nuevo paso que da la crisis, cada elemento que se a?ade en la tormenta y cada vez que otro pa¨ªs acaba amenazado por los mercados, Europa mira hacia Alemania. Y Alemania, a su vez, se dirige a la periferia para ponerle deberes y exigirle mayores dosis de austeridad. Dos a?os despu¨¦s del estallido de la crisis griega, esta din¨¢mica se ha vuelto tan com¨²n que los pa¨ªses de la periferia han desarrollado el s¨ªndrome de Berl¨ªn, un t¨¦rmino que anoche acu?¨® el catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona Ant¨®n Costas para evocar el conocido s¨ªndrome de Estocolmo, esa compleja relaci¨®n emocional que una v¨ªctima puede desarrollar con su secuestrador. En este caso, Costas se refer¨ªa a una dependencia de las "¨¦lites" de los estados perif¨¦ricos con Alemania, por la que estas "mim¨¦ticamente apoyan la visi¨®n alemana de las cosas". Una relaci¨®n, a su juicio, err¨®nea para Alemania, la zona euro y los pa¨ªses sobreendeudados.
Costas debati¨® ayer en la Pedrera durante alrededor de dos horas con el exministro de Asuntos Exteriores y actual presidente del C¨ªrculo de Econom¨ªa, Josep Piqu¨¦, en un acto organizado por CatalunyaCaixa en la Pedrera de Barcelona. El encuentro trataba de confrontar la visi¨®n de la crisis de un economista liberal, Piqu¨¦, con otro socialdem¨®crata, Costas. En el centro del di¨¢logo, Alemania, de la que Europa espere que, adem¨¢s de ser una potencia econ¨®mica, tome tambi¨¦n las riendas pol¨ªticas de la uni¨®n en plena crisis. "Alemania debe entender que la Uni¨®n Monetaria solo es posible si los desequilibrios son digeribles", asegur¨® Piqu¨¦. El exministro, que vuelve a estar en las quinielas para ocupar alguna cartera en el futuro gobierno de Mariano Rajoy, record¨® la "historia de ¨¦xito" de la Uni¨®n Europea que interrumpi¨® el proyecto de Constituci¨®n Europea para dibujar una Europa con dos ritmos distintos. "No es posible un euro a dos velocidades. O hay euro o no hay euro. Pero s¨ª es posible una Europa a dos velocidades, porque ya se da. Unos pa¨ªses tienen el euro y otros no, unos est¨¢n en el ¨¢rea Schengen y otros no lo est¨¢n", reflexion¨®. Es decir, Piqu¨¦ traz¨® una Europa federal para unos pa¨ªses a los que se otros estados se unir¨ªan de forma confederal.
Sin embargo, hasta entonces Europa debe ir avanzando hacia alg¨²n lado. A poder ser, en direcci¨®n contraria a la crisis. Para ello, tanto Piqu¨¦ como Costas plantearon varios recorridos, y todos pasaban por Berl¨ªn. "Es casi un reto intelectual intentar entender Alemania", brome¨® el catedr¨¢tico y vicepresidente del C¨ªrculo de Econom¨ªa, que expuso dos motivos por los que Alemania "est¨¢ tan obcecada". En su opini¨®n, la crisis est¨¢ favoreciendo a Alemania, cuyas empresas y administraciones pueden financiarse a largo plazo a un coste baj¨ªsimo. El segundo motivo pasa por una idea "equivocada" sobre c¨®mo meter en cintura a los pa¨ªses perif¨¦ricos. "Alemania considera que son pa¨ªses manirrotos, lo que no vale para Irlanda, e incurre en un error de c¨®mo meter en vereda a los pa¨ªses sobreendeudados, que es dej¨¢ndoselo a los mercados. Piensan que la ¨²nica forma de que se hagan las reformas es dejarnos con la presi¨®n de los mercados. Y eso es un error garrafal", advirti¨®.
Dejar a los pa¨ªses perif¨¦ricos al borde del abismo y a merced de los mercados, a su juicio, supone tanto como abocar a Europa a una "ruptura del euro". "Los mercados de ahora no son los de los a?os 80 y 90, que ten¨ªan cara y ojos y con los que se pod¨ªa negociar. Hoy los mercados no tienen l¨ªder, suelen ser j¨®venes con un ordenador... Y no est¨¢n sometidos a disciplina externa. Creer en ese elemento de disciplina es vivir en otro mundo", remach¨®.
Tras escucharlo atentamente, Piqu¨¦ respondi¨®: "No creo que Alemania por definici¨®n tenga raz¨®n". Es m¨¢s, el exministro record¨® que su ¨²ltima victoria fue hace 140 a?os y que sus "decisiones hist¨®ricas no siempre han sido acertadas". No obstante, consider¨® que el "problema de la deuda" consiste en que los prestamistas no conf¨ªan en la capacidad de los estados de tener unas tasas de crecimiento real que sean superiores a los aumentos que experimentar¨¢ la devoluci¨®n de la deuda en los pr¨®ximos a?os. "No hay alternativa al rigor y la consolidaci¨®n fiscal, pero hay que dejar espacio al crecimiento", asegur¨®. Es decir, s¨ª a los ajustes, pero combin¨¢ndolos con est¨ªmulos y, en el caso de los pa¨ªses perif¨¦ricos, reformas de los mercados laboral y financiero. "Yo s¨ª tengo disposici¨®n a ahorrar, pero no a comulgar con ruedas de molino", replic¨® Costas, quien record¨® que Alemania ha sido una habitual incumplidora de varios criterios del Tratado de Maastricht.
Costas puso sobre la mesa varias opciones, desde una italianizaci¨®n de la eurozona para que los pa¨ªses del norte financien a los del sur durante la crisis, hasta la ruptura del euro. Pero en su opini¨®n la que tendr¨ªa un menor coste pasa por combinar la pol¨ªtica de austeridad y de mejora de la competitividad en la periferia con medidas de est¨ªmulo en el n¨²cleo de la eurozona, con una actitud m¨¢s agresiva del Banco Central Europeo (BCE), que deber¨ªa llegar a monetizar deuda, y tratando de buscar una devaluaci¨®n de la moneda. "Esta opci¨®n permitir¨ªa repartir p¨¦rdidas y la posibilidad de que algunos pa¨ªses efect¨²en un default parcial, como Grecia", agreg¨®. Piqu¨¦ asinti¨®: el BCE debe modificar su papel m¨¢s all¨¢ de garantizar la estabilidad de precios y convertirse, en ¨²ltima instancia, en prestamista, a la vez que se desarrollan instrumentos financieros para garantizar la solvencia de los pa¨ªses de la zona.
No obstante, la Europa de hoy, vaya a la velocidad que vaya, deber¨¢ digerir el empacho de austeridad que la aboca de nuevo hacia otra recesi¨®n. El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, admit¨ªa ayer que los recortes que ha aplicado su gobierno est¨¢n conduciendo al pa¨ªs a una reca¨ªda, y el comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios y del Euro, Ollin Rehn, ha advertido de que "el crecimiento en Europa se ha estancado y existe el riesgo de una nueva recesi¨®n". Otra vez, las miradas hacia Alemania. Costas apost¨® por un pron¨®stico esperanzador. "No dejar¨¢ caer el euro, porque la carga moral que le caer¨ªa encima por no haber desarrollado ese liderazgo ser¨ªa equivalente a la de los dos conflictos b¨¦licos del siglo pasado". Pero tras la de cal, viene la de arena. "Alemania no har¨¢ nada por estimular el crecimiento europeo", concluy¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.