El Gobierno limitar¨¢ la pr¨®rroga indefinida de los convenios

Al Partido Popular no le gust¨® la ¨²ltima reforma de la negociaci¨®n colectiva que hizo el PSOE y se apresta a cambiarla en la reforma laboral que prepara para el viernes. Entre los cambios que prepara est¨¢ limitar la pr¨®rroga autom¨¢tica de convenios, explican varias fuentes conocedoras del texto que prepara el Ministerio de Empleo. Hay muchos m¨¢s cambios significativos: primac¨ªa de los convenios de empresa, cambios en la regulaci¨®n de los contratos a tiempo parcial y reordenaci¨®n de las bonificaciones para impulsar la contrataci¨®n de j¨®venes.

La reforma de los convenios que hizo el anterior Gobierno fijaba plazos (entre ocho meses y dos a?os) para negociar la renovaci¨®n de convenios. Si se consum¨ªa el tiempo sin acuerdo, fij¨® un periodo transitorio en que sindicatos y empresarios ten¨ªan que acudir a una mediaci¨®n o un arbitraje obligatorio que resolviera la situaci¨®n hasta que los agentes sociales desarrollaran este punto de forma bilateral. CCOO, UGT y CEOE llegaron a un pacto el pasado enero ¡ªfirmado el pasado martes¡ª por el que la mediaci¨®n es obligatoria, pero el arbitraje tiene que ser aceptado por las partes (o previamente en el convenio o cuando surge el conflicto). As¨ª que si no hay acuerdo, ni ¨¢rbitro que lo resuelva, el convenio no renovado se prorroga sine die.

Esto precisamente es lo que no gusta al Partido Popular (ni a Bruselas, ni al BCE, ni a la mayor¨ªa de organismos liberales), de ah¨ª que el Ejecutivo busque f¨®rmulas para acabar con esa pr¨®rroga autom¨¢tica (ultraactividad, seg¨²n el t¨¦rmino legal). Una de las v¨ªas en estudio ser¨ªa fijar una especie de tribunal de arbitraje que residir¨ªa en la Comisi¨®n Nacional de Convenios Colectivos, integrada por patronal, sindicatos y patronal, que resolver¨ªa el conflicto. No obstante, esta soluci¨®n puede generar dudas sobre su constitucionalidad. Esto no deja de ser un arbitraje impuesto, algo que va contra la autonom¨ªa de trabajadores y empresarios en la negociaci¨®n colectiva, consagrada en la Constituci¨®n.

Siguiendo las pautas de Bruselas, del BCE y del propio programa del Partido Popular, el Ejecutivo tambi¨¦n dar¨¢ prioridad a los pactos alcanzados en las empresas frente a los convenios sectoriales o territoriales. Esto supone saltar por encima de lo acordado en el pacto de moderaci¨®n salarial firmado hace dos semanas por sindicatos y empresarios y elogiado por Rajoy, B¨¢?ez y Guindos en diferentes foros. Precisamente ayer cund¨ªa el enfado en las sedes de UGT, CCOO y CEOE porque el Ejecutivo todav¨ªa no les ha dado informaci¨®n sobre la reforma laboral ni les ha convocado.

Tambi¨¦n inspirado en Bruselas est¨¢ el impulso a los contratos a tiempo parcial indefinidos, apuntas las mismas fuentes. La v¨ªa que parece abrirse paso es la de flexibilizar al m¨¢ximo las horas de este tipo de contratos (las que exceden la jornada firmada) dando m¨¢s poder al empresario a la hora de decidir sobre estas, con lo que se atender¨ªa a una de las demandas hist¨®ricas de CEOE para el trabajo a tiempo parcial.

Pero si hay un tema que polariza la reforma laboral es el abaratamiento del despido. La intenci¨®n de Empleo es acabar con los contratos ordinarios que fijan una indemnizaci¨®n en caso de despido improcedente de 45 d¨ªas por a?o trabajado para dejarlos en 33 (la compensaci¨®n que existe ahora para los contratos de fomento de la contrataci¨®n indefinida), fijando alguna excepci¨®n. El Ejecutivo tambi¨¦n pretende reducir el n¨²mero de contratos temporales.?