Grecia se echa a temblar
La austeridad agudiza la crisis La sociedad se revuelve contra los recortes pero ni Atenas ni Europa ven alternativa El Gobierno teme su expulsi¨®n de la eurozona
El centro de Atenas muestra una vitalidad algo enigm¨¢tica durante el d¨ªa. La m¨²sica suena incesante en la calle Ermou y el traj¨ªn de gente persiste pese al azote de la crisis. Los transe¨²ntes devoran los t¨ªpicos gyros, un pan de pita rellena de carne de cerdo, tomate fresco y cebolla, que se puede comprar por apenas dos euros en el barrio de Monastiraki; y en el de la Plaka, el cortijo de los turistas, sigue habiendo extranjeros con dinero para comprar, aunque gasten menos que antes, maldicen los tenderos. Pero cuando uno abandona esa zona, empiezan a multiplicarse las tiendas cerradas, y al caer la noche, cuando los turistas se recogen y la m¨²sica para, la gente sin hogar empieza a multiplicarse por las aceras, en los soportales, refugiados bajo peque?as construcciones de cartones y mantas. Es cuando el viejo hotel Orpheus, que hace a?os dej¨® de serlo y luce a¨²n una bandera sucia a media asta, empieza a llenarse de hu¨¦spedes sin hogar; cuando algunas plazas se convierten en un dormitorio y en la calle Sofokleous se reparte comida.
Entonces Grecia mira su ruina. El n¨²mero de personas sin hogar en la capital ha crecido entre un 20% y un 25% desde el inicio de la crisis, hasta unas 20.000, seg¨²n las organizaciones caritativas. ¡°Hay de todo, ahora hay clase media, abogados que perdieron su casa y comenzaron por dormir en sus oficinas, la gente hace fila para pedir comida en la misma calle donde antes estaba la Bolsa de Atenas. Queremos que los hoteles quebrados sirvan para estas personas¡±. Lo explica el concejal Petros Constantinou, miembro de una formaci¨®n de izquierda anticapitalista, que por primera vez, en las elecciones celebradas meses despu¨¦s del primer rescate financiero de Grecia, ha entrado en el Ayuntamiento.
Constantinou advierte: ¡°?Sabe por qu¨¦ a Bruselas y el FMI les cuesta creer que el Gobierno cumplir¨¢ con los recortes? Porque nos ven, porque la gente desobedecer¨¢, porque aqu¨ª hay unos trabajadores que tienen ocupada una f¨¢brica desde hace 100 d¨ªas¡±, explica en una terraza frente al Ayuntamiento. Y remacha, ¡°en Grecia la gente no para de salir a la calle¡±.
El pa¨ªs afronta su quinto a?o de recesi¨®n econ¨®mica, ha superado el mill¨®n de parados, que es el 21% de su poblaci¨®n activa, y lleva dos a?os recibiendo auxilio financiero internacional para ir pagado su fenomenal deuda p¨²blica ¡ªequivale al 160% del PIB, la mayor de Europa¡ª y evitar la bancarrota. Los planes de austeridad emprendidos hace dos a?os ¡ªrecorte de pensiones, de salarios y subida de impuestos¡ª han reducido los ingresos familiares cerca del 30%, seg¨²n los sindicatos. Su Gobierno decidi¨® en oto?o dejar el nuevo m¨ªnimo del impuesto sobre la renta en 5.000 euros anuales, al tiempo que reconoc¨ªa que las arcas p¨²blicas dejaban de ingresar hasta 37.000 millones por evasi¨®n fiscal, el equivalente al 10% de su deuda.
Ese es el estado de ¨¢nimo de la econom¨ªa griega, pero luego viene el pol¨ªtico: su Gobierno se deshizo en noviembre y form¨® un gabinete provisional con un tecn¨®crata a la cabeza, Lukas Papademos, encargado de pactar nuevos recortes con la llamada troika (los inspectores de la Uni¨®n Europa, el FMI y el Banco Central Europeo). La aprobaci¨®n en el Parlamento de los nuevos sacrificios cost¨® la expulsi¨®n de una cuarentena de diputados rebeldes. Y fuera, en la calle, decenas de miles de personas ¡ª20.000 seg¨²n la polic¨ªa, 100.000, seg¨²n los convocantes¡ª protestaron en una manifestaci¨®n que acab¨® en graves disturbios, con 90 edificios quemados y 150 tiendas saqueadas.
?Llega el estallido social? Alekos Papadopoulus, ministro de Finanzas en los noventa, soltaba un resoplido al repasar los hechos al d¨ªa siguiente. ¡°Europa teme lo que pas¨® ayer aqu¨ª, pero la mayor parte de la poblaci¨®n no participa en ese tipo de acciones, fueron unos pocos, una rebeli¨®n social no es descartable, pero no creo que eso vaya a ocurrir¡±. Papadopoulus defiende los deberes que Europa le pone al pa¨ªs, pero recalca que los objetivos fijados para Grecia no son asumibles. La direcci¨®n de las medidas es buena, pero abrupta. El Gobierno, dice, acept¨® en 2010, en el primer rescate, un plan poco realista. ¡°Yo habl¨¦ con los inspectores de la troika, me preguntaron, y les dije que ser¨ªa imposible alcanzar esos objetivos en dos a?os¡±.
Atenas, que hab¨ªa prometido embridar su d¨¦ficit p¨²blico al 7,6% en 2011, acab¨® el a?o con un desfase de alrededor del 9%, y el declive econ¨®mico se ha agravado con una ca¨ªda del 7% en el ¨²ltimo trimestre. Bruselas reconoci¨® en oto?o que las medidas de austeridad implantadas hab¨ªan lastrado la actividad, pero el Gobierno deja claro que no hay otra opci¨®n. Sacrificio o caos, dio a elegir el primer ministro, Lukas Papademos, en un mensaje a la naci¨®n. ¡°Hay descontento claro, tenemos problemas sociales, pero el 70% de la poblaci¨®n quiere seguir en la eurozona, no tenemos ninguna otra opci¨®n¡±, recalca Pantelis Kapsisi, portavoz del Gabinete.
Grecia no es Argentina, es una econom¨ªa peque?a, con apenas industria ni recursos propios y muy dependiente del turismo. ¡°Este pa¨ªs no puede vivir fuera de la eurozona, ni pol¨ªtica ni econ¨®micamente, el populismo en esto es muy preocupante y se est¨¢ extendiendo a las universidades¡± se lamentaba el exministro Papadopoulus.
La gente que participa en las continuas concentraciones en la plaza Syntagma, delante del Parlamento, expresa una frustraci¨®n parecida a la de hace tres meses, cuando cay¨® Yorgos Papandreu. Hay una mezcla rara de resignaci¨®n y enfado. Pero las repuestas de empresarios, economistas, analistas, pol¨ªticos, el establishment s¨ª ha cambiado a un tono m¨¢s urgente. Porque los recortes no se han aprobado, el auxilio financiero no ha llegado y nunca han sentido tan claro que algunos pa¨ªses, con Alemania ¡ªprimer contribuyente del rescate¡ª a la cabeza, ya no les van a doler prendas en dejarles caer. ¡°Parece que algunos nos quieren fuera del euro¡±, se ha lamentado el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos. ¡°Algunos se olvidan de que detr¨¢s de los n¨²meros hay personas¡±, ha se?alado el ministro de Orden P¨²blico, Christos Papoutsis.
Bruselas ya activ¨® un primer rescate de 110.000 millones que no ha bastado, las prometidas privatizaciones, que iban a aportar 50.000, han quedado en casi nada, y muchas reformas se han frenado. La productividad griega se halla en los m¨ªnimos europeos, su fraude fiscal es galopante, a peque?a y gran escala. En Atenas se mantiene la costumbre de compartir taxis y persiste una lacra, el fakelaki, que significa sobrecito y sirve para peque?os sobornos. Aunque ahora, en muchas tiendas, el dependiente de turno casi persigue al cliente para asegurarse de que se lleva el tique porque, de lo contrario, pueden recibir una multa. ¡°La evasi¨®n fiscal fue socialmente aceptada durante a?os y perseguirla era impopular, pero eso cambia¡±, reconocen fuentes del Gobierno.
Al Gobierno de Papademos se le ha pedido ahora otro tijeretazo en las pensiones y un recorte del 22% del salario m¨ªnimo (del 30% en el caso de los menores de 30 a?os), ahora de 751 euros en 14 pagas. Adem¨¢s, la eliminaci¨®n de 150.000 plazas de funcionarios hasta 2012.
Hay quien cree necesario asumir una suspensi¨®n de pagos. Uno de ellos es el economista griego Costas Lapavitsas, de la Universidad de Londres, quien cree que, con el actual plan, ¡°har¨¢ falta un milagro para estabilizar la deuda¡±. Los actuales recortes, que equivalen al 1,5% del PIB, empeorar¨¢n la situaci¨®n de una econom¨ªa que ya ha ca¨ªdo en torno al 14% desde que comenz¨® la crisis y fracasar¨¢n, sostiene. ¡°Si el pa¨ªs persevera en estas medidas ¡ªel peor tipo de prekeynesianismo¡ª ser¨¢ su final como sociedad avanzada e independiente, por eso muchos griegos est¨¢n empezando a pensar que es mejor dejar el euro y reestructurar la econom¨ªa por su cuenta¡±.
Pero el pa¨ªs tardar¨¢ en respirar tranquilo. El segundo plan de salvamento se dise?¨® con unas previsiones econ¨®micas m¨¢s halag¨¹e?as de lo que es la realidad. El negocio de Nikos Kyriazis es un indicador macroecon¨®mico en s¨ª mismo. Regenta en la capital una de las tres tiendas de moda masculina que quedan abiertas de su empresa familiar, despu¨¦s de tres cierres desde que empez¨® la crisis. El local abri¨® hace unos a?os con seis empleados, y ahora solo trabajan ¨¦l y su ayudante. Apaga las luces de medio establecimiento para ahorrar electricidad. ¡°El consumo cae porque los que a¨²n tienen dinero, prefieren ahorrarlo previendo lo que puede venir¡±. Las empresas griegas se enfrentan a otros problemas: no les f¨ªan. ¡°Proveedores de hace muchos a?os ya no nos entregan g¨¦nero sin previo pago y eso es dif¨ªcil porque los bancos no dan cr¨¦dito¡±.
¡°Tengo compa?eras en mi hospital que despu¨¦s de 28 a?os de trabajo han visto bajar su sueldo de 1.300 a 950 euros, as¨ª que despu¨¦s se van a una cl¨ªnica privada a seguir trabajando en negro¡±, se lamentaba un veterano m¨¦dico en la plaza Syntagma, el pasado domingo, antes de la manifestaci¨®n. Lukas, un treinta?ero activo en las protestas, aut¨®nomo, se quejaba de que ¡°con la crisis, mi mujer ha quedado en el paro y la gente aprovecha la situaci¨®n para emplearte casi como esclavo¡±. La gran mayor¨ªa de griegos quiere seguir en la eurozona, pero el alivio que sentir¨¢n el lunes si finalmente se aprueba el rescate, esos 130.000 o 145.000 millones, es relativa.
Estos son d¨ªas de conceptos relativos en Atenas. El llamado rescate, para los griegos, lo es hasta cierto punto: siempre recuerdan bien que son pr¨¦stamos internacionales a devolver con unos intereses, eso s¨ª, por debajo del precio de mercado para una Grecia a la que nadie f¨ªa. El objetivo de evitar la bancarrota tambi¨¦n se logra de forma muy parcial, habida cuenta que los bancos y fondos internacionales van a renunciar a cobrar la mitad del dinero prestado (si todos aceptan, unos 100.000 de los 206.000 millones adeudados), lo que, en t¨¦rminos reales, se traduce en p¨¦rdidas del 70% para el sector. Y esa voluntariedad de los acreedores privados, teniendo en cuenta que la alternativa es una bancarrota total y desordenada, tambi¨¦n resulta muy accidental.
La moral est¨¢ baja. El viernes, uno ladrones robaron m¨¢s de 20 piezas del Museo de Olimpia, solo un mes despu¨¦s de que otros se llevasen cuadros de la Galer¨ªa Nacional. El diario griego Kathimerini lament¨® que el Estado ya no pudiese cuidar de su patrimonio. ¡°El Estado ha ido a la bancarrota, afront¨¦moslo¡±.
El canje de bonos arranca el 8 de marzo
Atenas da pasos para que su salvamento financiero se haga realidad. El Gobierno de Papademos lleg¨® a un acuerdo con la banca para poner en marcha la quita de la deuda griega en manos privadas, eso a lo que los analistas se refieren con un eufem¨ªstico participaci¨®n del sector privado en el segundo rescate de Grecia. Esta quita se pondr¨¢ mediante un canje de los bonos actuales por otros de menor valor que comenzar¨¢ el 8 de marzo y terminar¨¢ el 11, seg¨²n una fuente del Ejecutivo citada por Reuters.
Esta quita, que se cifr¨® en su d¨ªa del 50% nominal sobre el valor de los bonos pero implicar¨¢ una p¨¦rdida de valor real del 70% para los inversores, est¨¢ vinculada a la otra parte del rescate griego, un paquete de 130.000 millones de euros, aunque no faltan fuentes que creen que se elevar¨¢ en 15.000 millones. Es el Eurogrupo, que re¨²ne a los ministros de Finanzas de la zona euro, el que tomar¨¢ una decisi¨®n ma?ana lunes, despu¨¦s de varios aplazamientos, y una escalada de desconfianza de varios pa¨ªses hacia Grecia sobre su capacidad de cumplir con los planes de austeridad. Banca y fondos acumulan deuda griega por valor de unos 206.000 millones de euros y Grecia espera lograr una quita de al menos 100.000. Pero de momento, esta rebaja se ha planteado como algo voluntario.
Atenas cree que los requisitos t¨¦cnicos para que Europa ma?ana diga s¨ª se cumplen. El Ejecutivo ha definido el programa de recortes que le piden Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de m¨¢s de 3.000 millones este a?o, incluidos los 325 millones de la discordia que se acabaron de perfilar ayer. Se bajar¨¢n las pensiones, pese a que los dos grandes partidos que respaldan el Ejecutivo interino (el socialista Pasok y el conservador Nueva Democracia), que prev¨¦n elecciones en abril, lo intentaron evitar hasta el ¨²ltimo momento. Pero Papademos dijo a sus ministros que el impacto de ser¨ªa "m¨¢s suave" de lo que parece. Para alguien que cobra 1.500 euros, se reducir¨ªa un 12% de la parte que sobrepasa los 1.300. Ser¨ªan 24 euros.
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