La t¨®mbola

La secuencia ha sido m¨¢s o menos esta: el presidente de Gobierno va a la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas, y al salir de la misma declara que el tope de d¨¦ficit p¨²blico que cumplir¨¢ Espa?a este a?o ser¨¢, como fruto de una decisi¨®n soberana, el 5,8% del PIB (y no el 4,4% que se hab¨ªa acordado antes). Hac¨ªa tiempo que no se reivindicaba la soberan¨ªa nacional en las relaciones con Europa. Como consecuencia de ello, vuelve a Espa?a, convoca al Consejo de Ministros y este aprueba el cuadro macroecon¨®mico con ese tope de d¨¦ficit del 5,8%, que a partir de ese momento ya no es una variable sino un fijo.

Poco despu¨¦s, el ministro de Econom¨ªa viaja a una reuni¨®n del Eurogrupo, tambi¨¦n en Bruselas. Entra a ella con la soberana decisi¨®n tomada del 5,8% y sale de la misma con el 5,3% de tope de d¨¦ficit: cinco d¨¦cimas menos, un esfuerzo adicional para los ciudadanos de 5.000 millones de euros. Guindos vuela a Madrid transportando el nuevo porcentaje y al llegar se lo pasa al ministro de Hacienda, que acude al Congreso para discutir el cuadro macroecon¨®mico del Gobierno. Pero aunque los papeles repartidos a los diputados est¨¢n sustentados en la decisi¨®n soberana del 5,8%, a Montoro le toca defender el 5,3% que le ha impuesto Bruselas.

?Hay algo que decir de este rompecabezas desde la calidad de la democracia? ?Puede Bruselas imponer sus puntos de vista a los del Consejo de Ministros, sea la cuant¨ªa del d¨¦ficit u otro asunto, sin un debate pol¨ªtico ad hoc? ?A qui¨¦n le extra?a?

Ni Rajoy, ni Guindos, ni Montoro, ni Bruselas, ni el comisario de Econom¨ªa, Olli Rhen, son capaces de dar una explicaci¨®n m¨¢s o menos cient¨ªfica sobre las bases en las que se han apoyado para establecer los c¨¢lculos del 4,4%, 5,8%, 5,3% del tope de d¨¦ficit en Espa?a para este a?o. ?Por qu¨¦ esos porcentajes y no el 5%, el 7% o el 6%? Todos ellos parecen fruto m¨¢s de la cabal¨ªstica que de la realidad, y su fijaci¨®n definitiva ¡ªel 5,3%¡ª semeja mucho m¨¢s una lucha por el poder (manda Bruselas, manda Madrid) que de las necesidades de la econom¨ªa espa?ola. El nuevo mantra es el 3% del PIB que se ha de conseguir a finales de 2013. Ese 3% es lo sagrado, y el camino, discutible.

Para lograr el 3% de d¨¦ficit p¨²blico la econom¨ªa espa?ola habr¨¢ de contraerse 55.000 millones de euros en 21 meses (los tres trimestres que restan de este a?o y los 12 meses del siguiente). Si el tajo dado por el Gobierno del PP nada m¨¢s llegado a La Moncloa (incremento a la sueca de los impuestos y reducci¨®n de gastos) fue de 15.000 millones de euros y ello signific¨® pasar del 8,5% que hab¨ªa dejado Zapatero al 7%, todav¨ªa queda sajar 17.000 millones m¨¢s este a?o para obtener el 5,3%. Y 23.000 millones m¨¢s en 2013 para llegar a la cifra m¨¢gica del 3%, lo que preludia una recesi¨®n de caballo.Y una recesi¨®n, ya se sabe, es ausencia de crecimiento e inversi¨®n, anemia crediticia, incremento del paro, reducci¨®n de la renta disponible, etc¨¦tera.

No importa. El presidente del Eurogrupo, el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, europe¨ªsta convencido, declar¨® a la salida de la reuni¨®n en la que nos hab¨ªan dado una nueva vuelta de tuerca: ¡°Preocupa el aumento de la pobreza y el incremento del paro en Espa?a, pero hay que exigir un esfuerzo adicional. La cifra del 5,8% de d¨¦ficit [tomada por un acto soberano] ha muerto¡±.

Guindos trat¨® de quitar importancia a los 5.000 millones de euros de sacrificios que nos hab¨ªan llegado de improviso diciendo que no tendr¨ªan significaci¨®n sobre el crecimiento, pero esa cantidad es la que pretende recaudar el Gobierno con la espectacular subida practicada del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF) y de la imposici¨®n sobre el ahorro.

Rajoy lo matiz¨® unos d¨ªas despu¨¦s. Ya solo quedan dos acontecimientos (las elecciones auton¨®micas de Andaluc¨ªa y Asturias, y la huelga general en contra de la reforma laboral) para saber qu¨¦ nos espera y de d¨®nde van a sacar los primeros 17.000 millones de sacrificios, dentro de los Presupuestos para 2012.