Desaprovechar nuestras mentes
Los j¨®venes no solo son el futuro de EE UU; tambi¨¦n son el futuro de la base tributaria.
En Espa?a, la tasa de paro entre los trabajadores menores de 25 a?os supera el 50%. En Irlanda, casi un tercio de los j¨®venes est¨¢ en paro. Aqu¨ª, en Estados Unidos, el desempleo juvenil es solo del 16,5%, lo que sigue siendo terrible (aunque podr¨ªa ser peor).
Y como era de esperar, muchos pol¨ªticos est¨¢n haciendo todo lo que pueden por asegurarse de que, de hecho, las cosas empeoren. Hemos o¨ªdo hablar mucho sobre la guerra contra las mujeres, la cual es bastante real. Pero tambi¨¦n hay una guerra contra los j¨®venes, la cual es igual de real aunque se disimule mejor. Y est¨¢ haciendo un da?o inmenso, no solo a los j¨®venes, sino tambi¨¦n al futuro del pa¨ªs.
Empecemos por los consejos que les daba Mitt Romney a los estudiantes universitarios durante una comparecencia p¨²blica la semana pasada. Tras denunciar la ¡°actitud divisiva¡± del presidente Obama, el candidato republicano le dec¨ªa a su p¨²blico: ¡°Proponeos algo, id a por ello, corred un riesgo, formaos, pedid dinero prestado a vuestros padres si ten¨¦is que hacerlo, montad una empresa¡±.
Lo primero que a uno le llama la atenci¨®n es, por supuesto, el toque Romney: la caracter¨ªstica falta de empat¨ªa con aquellos que no han nacido en familias acomodadas, que no pueden depender el Banco de Mam¨¢ y Pap¨¢ para financiar sus ambiciones. Pero el resto del comentario es igual de nefasto a su manera.
La reducci¨®n de ayudas ha disparado las matr¨ªculas de las universidades p¨²blicas
Me refiero a ?¡°formaos¡±? ?Y c¨®mo van a pagarlo? Las matr¨ªculas de las universidades p¨²blicas se han disparado, en parte por las considerables reducciones de las ayudas estatales. Romney no est¨¢ proponiendo nada que pueda solucionar eso; sin embargo, es un defensor ac¨¦rrimo del plan presupuestario de Ryan, que recortar¨ªa dr¨¢sticamente las ayudas federales a los estudiantes, lo que har¨ªa que alrededor de un mill¨®n de ellos perdiesen sus becas Pell.
Entonces ?c¨®mo, exactamente, se supone que van a conseguir ¡°formarse¡± los j¨®venes procedentes de familias sin dinero? All¨¢ por marzo, Romney ten¨ªa la respuesta: encontrando una universidad ¡°que tenga un precio un poco m¨¢s bajo y donde se pueda obtener una buena formaci¨®n¡±. Buena suerte con ello. Pero supongo que es divisivo se?alar que las recomendaciones de Romney son in¨²tiles para los estadounidenses que no nacieron con las mismas ventajas que ¨¦l.
Sin embargo, hay un problema mayor: aun cuando los estudiantes se las arreglen, de alguna manera, para ¡°formarse¡±, cosa que a menudo hacen endeud¨¢ndose hasta las cejas, se licenciar¨¢n para entrar en una econom¨ªa que no parece quererles.
Los ingresos han ca¨ªdo en picado?entre los licenciados que trabajan a tiempo completo
Probablemente hayan o¨ªdo hablar mucho de que a los trabajadores con titulaciones universitarias les est¨¢ yendo mejor en esta recesi¨®n que a aquellos que solo han terminado la ense?anza secundaria, lo cual es cierto. Pero la historia es mucho menos esperanzadora si uno se fija no en los estadounidenses de mediana edad con titulaci¨®n, sino en los licenciados recientes. El paro entre estos se ha disparado; tambi¨¦n lo ha hecho el trabajo a tiempo parcial, supuestamente un reflejo de la incapacidad de los licenciados para encontrar trabajos a jornada completa. Y, quiz¨¢s lo m¨¢s revelador, los ingresos han ca¨ªdo en picado incluso entre los licenciados que trabajan a tiempo completo, lo cual es un indicio de que muchos se han visto obligados a aceptar trabajos en los que no hacen ning¨²n uso de su formaci¨®n.
Por tanto, los licenciados universitarios est¨¢n sufriendo las consecuencias de la debilidad de la econom¨ªa. Y las investigaciones nos dicen que las repercusiones no son pasajeras: los estudiantes que se licencian en una econom¨ªa en mala situaci¨®n nunca recuperan el terreno perdido. En vez de eso, sus ingresos se reducen de por vida.
Por consiguiente, lo que m¨¢s necesitan los j¨®venes es un mercado laboral mejor. Las personas como Romney afirman que tienen la receta para la creaci¨®n de empleo: bajarles los impuestos a las sociedades an¨®nimas y a los ricos, y recortar dr¨¢sticamente el gasto destinado a los servicios p¨²blicos y los pobres. Pero ahora tenemos una gran cantidad de pruebas sobre c¨®mo funcionan realmente estas pol¨ªticas en una econom¨ªa deprimida, y est¨¢ claro que destruyen empleo en vez de crearlo.
Porque cuando uno observa la devastaci¨®n econ¨®mica en Europa, debe tener en cuenta que algunos de los pa¨ªses que est¨¢n experimentando los peores estragos han estado haciendo todo lo que los conservadores estadounidenses dicen que deber¨ªamos hacer en Estados Unidos. Hace no mucho tiempo, los conservadores se deshac¨ªan en elogios con las pol¨ªticas econ¨®micas de Irlanda, especialmente con los bajos impuestos de sociedades; la Fundaci¨®n Heritage le daba una puntuaci¨®n en ¡°libertad econ¨®mica¡± m¨¢s alta que la de cualquier otro pa¨ªs occidental. Cuando las cosas se torcieron, Irlanda volvi¨® a recibir una infinidad de elogios, esta vez por sus radicales recortes del gasto, que se supon¨ªa que inspirar¨ªan confianza y conducir¨ªan a una recuperaci¨®n r¨¢pida. Y ahora, como he dicho, casi un tercio de los j¨®venes de Irlanda no es capaz de encontrar trabajo.
?Qu¨¦ deber¨ªamos hacer para ayudar a los j¨®venes estadounidenses? B¨¢sicamente, lo contrario de lo que quieren Romney y sus amigos. Deber¨ªamos estar ampliando las ayudas al estudio, no reduci¨¦ndolas. Y deber¨ªamos dar marcha atr¨¢s en las pol¨ªticas de austeridad que, a efectos pr¨¢cticos, est¨¢n constri?endo la econom¨ªa estadounidense (los recortes estatales y locales sin precedentes que han estado castigando con especial dureza a la ense?anza).
S¨ª, ese cambio pol¨ªtico radical costar¨ªa dinero. Pero negarse a gastar ese dinero es insensato y corto de miras incluso desde un punto de vista puramente fiscal. Recuerden: los j¨®venes no solo son el futuro de Estados Unidos; tambi¨¦n son el futuro de la base tributaria.
Es terrible desaprovechar una mente; pero desaprovechar las mentes de toda una generaci¨®n lo es todav¨ªa m¨¢s. Dejemos de hacerlo. J
Paul Krugman, premio Nobel de Econom¨ªa 2008, es profesor de la Universidad de Princeton.
? New York Times Service. Traducci¨®n de News Clips.
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