Las zorras en el gallinero
Si el Banco de Espa?a ostenta ¡°la m¨¢xima solvencia y credibilidad¡± y ¡°tiene unos servicios t¨¦cnicos de la m¨¢xima calidad¡±, como sentenci¨® el lunes el ministro Guindos en el foro Cinco D¨ªas, ?por qu¨¦ privatizar su funci¨®n a favor de las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman?
?Qui¨¦n responder¨¢ de la calidad de sus pruebas de estr¨¦s, que realizar¨¢n sin trabajo de campo, sin apenas inspectores y sin analizar la morosidad? ?Cu¨¢nto cobrar¨¢n por ello? ?Por qu¨¦ niega el Gobierno esa informaci¨®n, mientras se vanagloria de su reciente Ley de Transparencia?
Oliver Wyman est¨¢ descalificada para calificar a ning¨²n banco, espa?ol o extraterrestre, desde que en 2006, dos a?os antes de su nacionalizaci¨®n, calificase al catastr¨®fico Anglo Irish Bank como ¡°el mejor banco del mundo¡± y desde que entre otros asesor¨® a la banca de Wall Street para que multiplicase sus hipotecas basura. Deber¨ªa ser arrinconada en Espa?a, por la CNMV y por el Gobierno que, en vez de ello, la contrata. Incumple la ley contable y viola la fiscal, lo que le vali¨® en 2010 una sanci¨®n de 77.000 euros por el Impuesto de Sociedades.
?Es esa compa?¨ªa-basura mejor que el Banco de Espa?a? ?Merece auditar nada aqu¨ª? No: es la zorra en el gallinero. Si el BCE, el FMI o la UE le alquilan su prestigio, o se contaminar¨¢n, o se comprometer¨¢n a salvarle la cara para salvar la suya.
La otra zorra de esta ro?osa f¨¢bula es Goldman Sachs, la banca de inversi¨®n en la que trabaj¨® el presidente del BCE, Mario Draghi, que Guindos ha contratado para que valore BFA-Bankia.
Wyman yerra al calificar bancos y Goldman trata de ¡°t¨ªteres¡± a sus clientes: Espa?a y Bankia lo son
?Qui¨¦n es Goldman, es la gloria financiera o es la cueva de Al¨ª Bab¨¢?
Es uno de los grandes fiascos de la crisis norteamericana, rescatado por el contribuyente americano con m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares. Es uno los grandes creadores de las hipotecas basura. Apost¨® por el hundimiento de los derivados t¨®xicos que vend¨ªa, sabiendo que lo eran. El informe de la Comisi¨®n parlamentaria sobre la crisis financiera le acus¨® de ¡°multiplicar los efectos del colapso de la hipotecas basura¡± endilgando su riesgo a sus clientes (The financial crisis inquiry report, enero de 2011, p¨¢gs 142/146 y 235/237). Pag¨® en 2010 una multa de 420 millones de euros para evitar el proceso instado por la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC) por haber enga?ado a sus clientes y a las autoridades. Y en 2011, otra al regulador de Massachusetts.
Con los otros grandes de Wall Street embelleci¨® sus balances, reduciendo su deuda a trav¨¦s de repos, un s¨ªmil de cr¨¦dito con pacto de recompra que puede ayudar a periodificar a placer. Mezcl¨® los intereses de los analistas y los corredores: se relacion¨® con insiders como Raj Rajaratnam, delincuente condenado a once a?os. Asesor¨® el maquillaje de las cuentas de Grecia para que pudiera, con trampas, acceder al euro en 2002 (El banco, Marc Roche, Deusto 2010). Intoxic¨® al holand¨¦s ABN-Amro y al alem¨¢n IKB.
Desde octubre pasado, 30 de sus 450 socios han abandonado la compa?¨ªa, hastiados por sus bajezas. El caso m¨¢s sonado fue el del director de productos derivados en Londres, Greg Smith, que controlaba m¨¢s de tres billones (con B) de d¨®lares, harto del ambiente ¡°t¨®xico y destructivo¡± de la empresa, como confes¨® en un art¨ªculo (New York Times, 14 de marzo).
Smith confirm¨® que Goldman se especializa en abusar de sus clientes, a los que los directivos suelen llamar ¡°t¨ªteres¡±. Las reglas son dos: ¡°Persuadirles de invertir en acciones u otros productos de los que queremos zafarnos porque no albergan un alto beneficio potencial¡± y ¡°conducirles a invertir en cualquier cosa que genere el m¨¢ximo beneficio para Goldman¡±. ¡°Asisto a reuniones de venta de derivados en las que no se dedica ni un minuto a preguntarse c¨®mo podemos ayudar a los clientes; s¨®lo se trata de c¨®mo podemos sacarles el m¨¢ximo de dinero¡±, testifica. ¡°No lo hacemos todo bien en nuestra relaci¨®n con el p¨²blico, tendremos que mejorar nuestro trabajo¡±, tuvo que reconocer poco despu¨¦s el consejero delegado, Lloyd Blankfein, por televisi¨®n (FT, 26 de abril).
Peque?o detalle. El cliente que nos interesa somos nosotros. Bueno, nuestro mandatario, el Gobierno de Espa?a.
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