La soluci¨®n est¨¢ en Europa
Alemania podr¨ªa permitir que su demanda interna vuelva a actuar como motor del crecimiento
Primero, el Gobierno socialista neg¨® la crisis; despu¨¦s la acept¨®, y comenzaron las explicaciones en base al sistema financiero internacional y a la burbuja inmobiliaria en Espa?a, pero se asegur¨® la existencia de una fuerte solvencia en el sistema financiero espa?ol. M¨¢s tarde, el Gobierno, junto al PP, se comprometi¨® en Europa con el pacto fiscal, admiti¨® la necesidad de reformas y las comenz¨® junto a algunos recortes del gasto p¨²blico, aunque de manera insuficiente. Mientras tanto, la desconfianza aumentaba y la prima de riesgo llegaba a l¨ªmites peligrosos, hasta que el Banco Central Europeo (BCE) ayud¨® con sus declaraciones y comprando deuda espa?ola en el mercado secundario.
Cuando el PP gan¨® las elecciones, Espa?a ya se hab¨ªa comprometido a reducir el d¨¦ficit p¨²blico, y el nuevo Gobierno comenz¨® a introducir paulatinamente aumentos de impuestos, nuevas reformas y recortes en el gasto p¨²blico, esperando recuperar la confianza de los mercados sin conseguirlo. Mientras tanto, las protestas de los ciudadanos y los sindicatos se han multiplicado. El nuevo detonante ha sido la necesaria nacionalizaci¨®n de Bankia (todav¨ªa sin concretar), un antes y un despu¨¦s en la reforma del sistema financiero, que est¨¢ en proceso de conocer la verdadera situaci¨®n de sus balances.
Ahora nos encontramos con una econom¨ªa en recesi¨®n, con un consumo y una inversi¨®n muy d¨¦biles, que reducen la recaudaci¨®n de impuestos, un nivel de paro cada vez m¨¢s insostenible, que detrae cada vez m¨¢s el consumo, y unas reformas econ¨®micas sin terminar. Faltan la gran reforma de las Administraciones p¨²blicas y especialmente una reforma financiera, cuyo alcance todav¨ªa presenta suficientes dudas hasta que sea del todo diagnosticado y se tomen las decisiones oportunas con los bancos y cajas que no puedan realizar su propia capitalizaci¨®n y necesiten de ayudas p¨²blicas del FROB espa?ol y/o del fondo de rescate de la Uni¨®n Europea para sanear su situaci¨®n.
Es dif¨ªcil que Espa?a salga por si sola de este estado de recesi¨®n
Desde el punto de vista de la actividad, la gran dificultad para Espa?a est¨¢ en sustituir la producci¨®n, al menos de una parte del denostado sector de la construcci¨®n, por aumentos y mejoras en otros sectores productivos que aporten la suficiente creaci¨®n de empleo como para salir de esta recesi¨®n econ¨®mica. Para ello es absolutamente necesario que el cr¨¦dito vuelva al sistema circulatorio de la actividad productiva. Las pol¨ªticas de austeridad son necesarias, pero cuando se aplican con recortes directos de la producci¨®n alimentan la recesi¨®n y por tanto hacen disminuir los ingresos p¨²blicos y aumentan el d¨¦ficit. Por eso es necesario que las reformas se apliquen cuidadosamente y los recortes eviten la reducci¨®n de la actividad productiva.
Las nuevas corrientes de opini¨®n, impulsadas por Francia y reflejadas en el ¨²ltimo comunicado del G-8, que abogan por un impulso al crecimiento de la actividad sin renunciar a la austeridad, pueden hacer cambiar la actitud de Alemania y permitir que en la Uni¨®n Europea se tomen medidas para incentivar el crecimiento. Pueden ponerse en marcha los diversos fondos estructurales existentes para impulsar actividades como la eficiencia energ¨¦tica, infraestructuras y actividad en los sectores I+D+i. Y el Banco Europeo de Inversiones podr¨ªa incentivar la financiaci¨®n de las pymes. Todo esto podr¨ªa ser el inicio de un cambio en la tendencia actual. Alemania podr¨ªa aplicar una pol¨ªtica econ¨®mica menos austera, permitiendo que su demanda interna vuelva a actuar como motor del crecimiento. Lo que es dif¨ªcil es que en la eurozona se relajen los calendarios acordados de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico de los Estados, aunque en la pr¨®xima cumbre podr¨ªa llegarse a alg¨²n acuerdo en este sentido.
Desde el punto de vista financiero, tambi¨¦n el BCE puede ayudar. En primer lugar, declarando su apoyo a las deudas de los pa¨ªses; adem¨¢s, volviendo a comprar deuda en los mercados secundarios. Esto calmar¨ªa de momento a los mercados. Pero la reforma que se necesita es m¨¢s profunda. Si el BCE no puede actuar como un verdadero banco central cumpliendo con un objetivo de incentivar el crecimiento en etapas de recesi¨®n, como hacen la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra, dif¨ªcilmente se podr¨¢ sostener la uni¨®n monetaria.
El mayor error ha sido querer construir una uni¨®n monetaria obviando aspectos econ¨®micos y pol¨ªticos esenciales
Es dif¨ªcil que Espa?a salga por si sola de este estado de recesi¨®n. Es comprensible que en los ¨¢mbitos gubernamentales cunda el des¨¢nimo, ya que la realidad est¨¢ siendo tozuda y no consiguen recuperar la confianza de los mercados. Se est¨¢n haciendo las reformas necesarias para establecer mejores condiciones de competitividad en el medio plazo, pero en el corto plazo la esperanza est¨¢ en Europa.
Si, como Alemania y Francia aseguran, se quiere mantener la uni¨®n monetaria con el euro como moneda com¨²n ser¨¢ necesario hacer reformas en la Uni¨®n Europea y especialmente en el BCE para evitar crisis como la actual. Una verdadera uni¨®n econ¨®mica y monetaria exige un acercamiento pol¨ªtico de los Estados que hoy d¨ªa est¨¢ lejos de conseguirse. Como ya se?alan muchos analistas econ¨®micos, el mayor error ha sido querer construir una uni¨®n monetaria obviando aspectos econ¨®micos y pol¨ªticos esenciales. Pero de momento, es absolutamente necesario que al pacto de estabilidad y crecimiento, hasta ahora reducido a pacto fiscal, se le d¨¦ contenido en su segundo objetivo: el crecimiento. Porque como ha demostrado ya el caso de Grecia, solo con pol¨ªticas de austeridad no se sale de la crisis actual.
Carmen Alcaide, expresidenta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), es analista econ¨®mica.
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