El G-20 busca un mensaje un¨¢nime en favor del crecimiento

En medio de una creciente sensaci¨®n de alarma internacional por las dudas de los mercados sobre Europa y las sombr¨ªas perspectivas econ¨®micas en todo el mundo, los principales l¨ªderes intentan en el G-20 enviar un mensaje de optimismo mediante un compromiso pol¨ªtico para buscar el crecimiento, recuperar la estabilidad y devolver la prosperidad a los ciudadanos. En el centro de ese esfuerzo, Barack Obama y Angela Merkel, que representan las dos apuestas econ¨®micas actualmente en disputa, se reunieron este lunes en Los Cabos para tratar de unificar sus prioridades.

La reuni¨®n entre el presidente de Estados Unidos y la canciller de Alemania, celebrada por sorpresa antes del inicio del plenario del G-20, simboliza el pulso que, desde hace varios meses, se libra en Europa y al que ¨²ltimamente se ha incorporado Obama, acuciado por su calendario electoral. Merkel es la defensora a ultranza de las reformas estructurales y la disciplina financiera. Obama se ha convertido en el principal promotor mundial de la receta que ¨¦l ha aplicado en casa: inversi¨®n publica para estimular el crecimiento. Esas dos visiones se encontraron ayer cara a cara en un hotel con el prometedor nombre de La Esperanza para pactar un acuerdo que convierta esta cumbre en una plataforma para la revitalizaci¨®n econ¨®mica. El Plan de Acci¨®n de Los Cabos, el documento que se negocia para la declaraci¨®n final, pretende recoger ese prop¨®sito.

¡°Vamos a trabajar con nuestros socios europeos y con todos los pa¨ªses para asegurarnos de que contribuimos a que la econom¨ªa crezca, la situaci¨®n se estabilice, la confianza regrese a los mercados y, lo m¨¢s importante, para dar a la gente la oportunidad de salir adelante¡±, declar¨® el presidente norteamericano poco antes de su encuentro con Merkel.

Al t¨¦rmino de la reuni¨®n, funcionarios estadounidenses informaron de que la canciller alemana compart¨ªa la necesidad de ¡°tomar todas las medidas que sean necesarias¡± para garantizar la estabilidad de la moneda europea y superar la crisis de confianza en la zona euro. La decisi¨®n sobre cu¨¢les son esas medidas la tomar¨¢n los propios l¨ªderes europeos, pero la subsecretaria del Tesoro, Lael Brainard, sugiri¨® que Merkel puede haber flexibilizado su posici¨®n y que puede atisbarse en el horizonte inmediato un acuerdo para adoptar medidas de est¨ªmulo de la actividad econ¨®mica y, al mismo tiempo, de integraci¨®n fiscal en Europa. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que Obama hab¨ªa quedado ¡°animado¡± por las decisiones que los europeos tienen previsto anunciar, y la propia Brainard asegur¨® que se ha producido ¡°un cambio de enfoque a favor del crecimiento¡±.

En sus declaraciones, Obama record¨® que ¡°el mundo est¨¢ muy preocupado por la desaceleraci¨®n del crecimiento que se est¨¢ produciendo¡± y pronostic¨® que esta cumbre ser¨¢ ¡°un paso importante en una serie de pasos que se van a requerir para mejorar las perspectivas econ¨®micas mundiales¡±.

Efectivamente, existen previsiones de una reducci¨®n de la actividad en todas las grandes econom¨ªas del planeta, incluidas alguna de las m¨¢s din¨¢micas potencias emergentes, como India y Brasil. La causa de Obama a favor del crecimiento encuentra, por tanto, en este foro nuevos aliados en pa¨ªses que observan c¨®mo la crisis del mundo desarrollado los arrastra a una recesi¨®n que para ellos tendr¨ªa efectos pavorosos.

Europa, el epicentro del problema

Pero el epicentro de los problemas es Europa, y ah¨ª es donde es preciso encontrar el consenso que se requiere. Los resultados de las elecciones en Grecia, celebrados por todos los presentes en esta reuni¨®n de M¨¦xico, parecen ser un punto de partida para encontrar la soluci¨®n, pero solo eso. Hace falta mucho m¨¢s. Entre los pasos a los que se refiere Obama, el m¨¢s urgente es una acci¨®n de los responsables europeos para devolver, en la medida de lo posible, la credibilidad al euro. En las filas del presidente norteamericano se encuentra, desde su llegada al poder, su colega franc¨¦s, Francois Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti. La misi¨®n sigue siendo convencer a Merkel.

Esa era este lunes la tarea de Obama, que continu¨® su gesti¨®n mediadora con una reuni¨®n en la noche con todos los pa¨ªses del euro presentes en Los Cabos, incluido Espa?a. La estrategia, tal como lo describen funcionarios norteamericanos, es la de ofrecerle a la canciller alemana el respaldo internacional suficiente ¨Cqu¨¦ m¨¢s que una cumbre del G-20- para que pueda defender confortablemente ante sus electores la necesidad de compensar las pol¨ªticas de austeridad, refrendadas en esta cumbre, con otras de crecimiento. Dicho de otra manera, se trata de crear una presi¨®n tal sobre Merkel que ¨¦sta no pueda seguir resisti¨¦ndose a respaldar el euro con obras, y no solo con palabras.

Haciendo ostensible esa presi¨®n, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, presente en esta cumbre, declar¨® el lunes: ¡°Estamos esperando que Europa nos diga qu¨¦ es lo que va a hacer¡±.

La respuesta no es sencilla ni quiz¨¢ sea tan inminente como se pretende. Merkel exige, a cambio de ceder, una serie de compensaciones en materia de control europeo sobre las finanzas nacionales que no todos los pa¨ªses aceptan. En particular, Francia. Hollande se resiste a una entrega de soberan¨ªa que le de a¨²n m¨¢s poder a Alemania. Todos tendr¨¢n que hacer concesiones. Entre las que se esperan del presidente franc¨¦s, su renuncia a los eurobonos.

El crecimiento, una aspiraci¨®n

El primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, cuyo pa¨ªs no pertenece a la zona euro pero teme los efectos de su desestabilizaci¨®n, llam¨® a todos los participantes en esta cumbre, no solo a los europeos, a comprometerse en un gran plan de salvamento internacional. ¡°No podemos permitirnos que los bancos centrales del mundo se mantengan al margen si queremos conseguir el crecimiento que necesitamos¡±, declar¨® Cameron en una velada referencia al Banco Central Europeo.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, insisti¨® en el mismo mensaje en una conferencia de prensa antes del inicio de la cumbre. ¡°El crecimiento y el empleo est¨¢n en el centro de los debates del G-20, esperamos que de aqu¨ª salga un compromiso rotundo¡±, afirm¨®. El representante de la UE naveg¨® como pudo por las evidentes divergencias entre Alemania y el resto de socios europeos. ¡°No hay contradicci¨®n entre la estabilidad presupuestaria y las medidas de est¨ªmulo o la integraci¨®n bancaria¡±, mantuvo. Las iniciativas que maneja Bruselas para reactivar la demanda son, en todo caso, de poco alcance: movilizar al Banco Europeo de Inversiones y dinero del presupuesto comunitario sin utilizar para financiar proyectos de infraestructuras y I+D. Y, en ning¨²n caso, aumentar el gasto p¨²blico.

El crecimiento es una aspiraci¨®n, tanto de los ciudadanos sometidos a una larga austeridad, como de los pol¨ªticos que intentan ganar elecciones. El primero en la lista es Obama, cuyas perspectivas de reelecci¨®n son preocupantes si el panorama econ¨®mico no se despeja antes de noviembre. Pero es extremadamente dif¨ªcil para EE UU, que ha basado en un aumento de las exportaciones gran parte de su recuperaci¨®n de los dos ¨²ltimos a?os, crecer sin conseguir antes la estabilidad de la zona euro, que representa el 20% del mercado exterior norteamericano.