¡°Si Espa?a no tiene ¨¦xito en esta crisis, el euro tampoco lo tendr¨¢¡±
Paul Krugman pide una mayor intervenci¨®n del BCE para solucionar la crisis europea
F¨ªsicamente, Paul Krugman (EE UU, 1953) ha cambiado poco en los ¨²ltimos tres a?os. Pero su discurso s¨ª lo ha hecho. Y mucho. Ya no pide un recorte de salarios del 30%, ni onerosos planes de gasto p¨²blico, sino que pide al Banco Central Europeo (BCE) que act¨²e. Su disciplina y puntualidad tampoco han cambiado. Se entrega a la promoci¨®n de su nuevo libro ?Acabad ya con esta crisis! con infinita paciencia. Caf¨¦ en mano, eso s¨ª, que el encuentro se celebra a primera hora de la ma?ana.
Pregunta. Imagine que soy un ahorrador espa?ol, ?qu¨¦ debo hacer con mi dinero?
Respuesta. ?Dios m¨ªo! No quiero ser responsable de los ahorros de nadie. Pero hay una posibilidad real de que el euro se rompa. Lo impensable es ahora posible. Obviamente no dar¨ªa un consejo concreto, pero es una situaci¨®n muy complicada y podr¨ªa ser que algunas personas perdieran parte del valor de sus ahorros. No creo que estemos hablando de una situaci¨®n catastr¨®fica, pero tampoco de nada bueno.
P. ?Qu¨¦ probabilidad le otorga a la ruptura del euro?
R. A¨²n pienso que es menos probable que su salvaci¨®n, pero por poco margen. Antes cre¨ªa que la probabilidad era de uno contra cinco y ahora creo que es el doble, un 40%, porque la distancia entre lo que tendr¨ªa que hacerse para salvar el euro y lo que la pol¨ªtica ha puesto por ahora encima de la mesa es todav¨ªa muy grande.
P. ?Y a¨²n ve la posibilidad de un corralito en Espa?a?
El BCE deber¨ªa permitir un mayor objetivo de inflaci¨®n, del 3%
R. Eso se enmarcar¨ªa en una ruptura del euro. No pretend¨ªa montar tanto barullo cuando lo dije [en una entrada de su blog]. Es algo que se aplicar¨ªa hasta que se introdujera la nueva divisa. Pero no es algo que vaya a pasar as¨ª como as¨ª.
P. ?Le afectaron las cr¨ªticas del Gobierno espa?ol?
R. Es normal que un Gobierno no quiera que un economista provoque p¨¢nico, yo no lo pretendo tampoco, pero tampoco quiero ser deshonesto. Por supuesto, un Gobierno siempre dir¨¢ que esto nunca va a ocurrir. Es una de las reglas de las devaluaciones, se niega hasta que sucede. Estoy seguro de que el Gobierno no tiene intenci¨®n de hacer nada de esto y que todo el mundo quiere seguir perteneciendo al euro y salvarlo. Pero tambi¨¦n espero que alguien est¨¦ haciendo planes de contingencia. La situaci¨®n es muy dif¨ªcil.
P. Ha dicho que ve pocas diferencias entre las pol¨ªticas de Rajoy y las de Zapatero.
R. Creo que hubieran hecho cosas muy distintas con un super¨¢vit de las cuentas p¨²blicas pero no en una situaci¨®n como la actual. Parec¨ªa que iba a llegar Rajoy y se iba a solucionar todo, y lo cierto es que no ha cambiado las pol¨ªticas del anterior Gobierno porque ambos tienen poco margen de maniobra.
P. ?Cree que el rescate a la banca que ha solicitado Espa?a ser¨¢ suficiente o har¨¢ falta m¨¢s?
R. Espa?a necesita un rescate de su sector bancario y necesita que se haga bien. Lo que pas¨® hace tres semanas fue un desastre, tanto que empeor¨® las cosas. El acuerdo de la reciente cumbre europea s¨ª se parece m¨¢s a un rescate para los bancos en problemas, los riesgos se comparten y no son asumidos en solitario por el Gobierno espa?ol, pero no resuelve el problema. Tampoco creo que un rescate soberano sea la respuesta, basta con ver lo que ha sucedido en Grecia o en Irlanda, donde no se ve atisbo de recuperaci¨®n. Ni siquiera creo que haya recursos suficientes para un rescate a la griega de Espa?a. Lo que Espa?a necesita es un cambio en la pol¨ªtica macroecon¨®mica europea, que el BCE compre bonos para reducir los tipos. Espa?a no est¨¢ en situaci¨®n de decir ¡°vengan a rescatarnos¡±, sino que necesita que cambie la pol¨ªtica monetaria.
P. ?Econ¨®mica tambi¨¦n?
R. B¨¢sicamente pol¨ªtica monetaria. El BCE es el ¨²nico que tiene herramientas suficientes para actuar. Espa?a tiene la desventaja de ser demasiado grande para ser rescatada, al estilo de Portugal, pero tiene la ventaja de que si Espa?a no tiene ¨¦xito, el euro tampoco. As¨ª que el destino de Espa?a es el destino del euro.
Lo que Espa?a necesita es que el Banco Central compre bonos
P. ?Los ¨²ltimos acuerdos lograr¨¢n salvar al euro?
R. Ha sido una cumbre mejor que las anteriores. La propuesta bancaria tiene sentido y, hasta donde sabemos, el resto de los acuerdos parecen razonables. Pero sobre todo dejan de limitar el foco de la UE a la austeridad. Aunque estos pasos est¨¢n lejos de ser suficientes, son apenas un 5% de lo que se necesita hacer. A no ser que haya m¨¢s medidas, el euro no se habr¨¢ salvado.
P. Acaba de presentar un manifiesto en favor del sentido com¨²n econ¨®mico.
R. La idea es que hay que hacer algo para contrarrestar la austeridad. Los hogares tienen que reducir su deuda y el Gobierno espa?ol no puede lanzar una pol¨ªtica de est¨ªmulos en este momento. Alemania podr¨ªa y deber¨ªa hacerlo y el BCE deber¨ªa facilitar liquidez tanto a los Gobiernos como a la econom¨ªa en general para provocar un aumento de la inflaci¨®n. El problema esencial de la econom¨ªa espa?ola, de la banca, es que se produce un agujero por el estallido de la burbuja inmobiliaria y eso hay que compensarlo con menor d¨¦ficit comercial. No es una estrategia f¨¢cil. Irlanda lleva dos a?os y medio aplicando esa estrategia y parece claro que no va a funcionar.
P. ?Servir¨¢ de algo el plan de crecimiento de la UE?
R. Es un paso en la buena direcci¨®n, aunque apenas supone el 1% del PIB. Quiz¨¢s pueda reducir alguna d¨¦cima la tasa de paro de la UE, pero nada m¨¢s. De todas formas, no creo que se pueda hacer mucho por el lado fiscal, al contrario que en EE UU. En Espa?a, el buen desempe?o fiscal de antes de la crisis fue, en buena medida, gracias a la burbuja, as¨ª que ahora tiene que hacer un fuerte ajuste para atajar el d¨¦ficit fiscal estructural, aunque quiz¨¢s no tan r¨¢pido. No sabemos si eso funcionar¨¢, pero es la ¨²nica bala.
P. ?Deber¨ªa elevar el BCE su objetivo de inflaci¨®n?
R. Claramente. En un mundo ideal deber¨ªa estar en el 4%, como sugiere el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, pero el 3% no est¨¢ mal. El objetivo actual del 2% es, en realidad, un techo, as¨ª que los mercados interpretan la meta de estabilidad en torno al 1%, que no es aceptable. Ahora no es posible un objetivo inferior al 3% durante los pr¨®ximos cinco a?os.
P. ?Y ampliar su mandato?
R. Ser¨ªa muy ¨²til, aunque no creo que sea posible. Hace cinco a?os se pod¨ªa discutir si una inflaci¨®n estable y un desempe?o aceptable de la econom¨ªa real eran la misma cosa, pero ahora ya sabemos que no. Es posible, gracias a las continuas bajadas salariales, tener un extenso periodo de precios estables con una econom¨ªa deprimida. As¨ª que el mandato ¨²nico del BCE es muy limitado.
P. ?Pone Europa en peligro a la econom¨ªa mundial?
R. Sin duda, aunque a nadie le va bien, ni a los emergentes. Estados Unidos solo tiene mejor escenario por comparaci¨®n con Europa. Mi tesis es que hay dos problemas estructurales que hay que atajar: uno es Europa, que tiene una moneda com¨²n, sin un Gobierno com¨²n; y otro, EE UU, donde uno de los dos principales partidos est¨¢ literalmente loco. Y esa combinaci¨®n hace que la recuperaci¨®n sea muy dif¨ªcil.
P. Usted defiende que hay crecientes parecidos con los a?os 30.
R. Creo que cada vez es m¨¢s obvio que Europa se asemeja mucho a aquella ¨¦poca e incluso algunas econom¨ªas europeas est¨¢n peor en t¨¦rminos de PIB o paro de lo que estaban en los a?os 30. EE UU est¨¢ pr¨¢cticamente igual, Espa?a est¨¢ sustancialmente peor e Italia, tambi¨¦n. No as¨ª Alemania, pero aquella fue una ¨¦poca terrible para ese pa¨ªs. Y la incapacidad para responder de forma efectiva es muy similar. El escenario pol¨ªtico no es tan malo como en los a?os 30, pero estamos viendo un aumento del extremismo, as¨ª que los paralelismos son muchos.
P. ?No hemos aprendido ninguna lecci¨®n?
R. Creo que hemos aprendido que no era una buena idea dejar caer al sistema bancario y hemos evitado el gran colapso financiero de 1931 aunque, viendo lo que est¨¢ haciendo Europa, es dif¨ªcil estar seguro incluso de eso. El resto es aterrador. Los discursos de David Cameron o de Angela Merkel son muy parecidos a los de Herbert Hoover en 1932. As¨ª que ah¨ª no hemos aprendido nada.
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