?Las hipotecas m¨¢s baratas de la historia?
La rebaja de tipos se viene notando ya en las hipotecas antiguas El efecto sobre la econom¨ªa ser¨¢ escaso sin otras medidas complementarias
La rebaja de los tipos de inter¨¦s ha empezado a llegar a los bolsillos de los ciudadanos antes siquiera de anunciarse. El mercado interbancario, donde los bancos se prestan entre s¨ª, ha venido anticipando la rebaja de los tipos de inter¨¦s oficiales. Eso se ha traducido en una rebaja del ¨ªndice que sirve de referencia a las hipotecas, que puede marcar en julio el nivel m¨¢s bajo de su historia.
Hay, sin embargo, una gran salvedad al respecto. Las rebajas afectan a las hipotecas ya contratadas (siempre que no tengan cl¨¢usulas suelo y una vez que llegue el momento de su revisi¨®n anual), muchas de las cuales estaban adem¨¢s contratadas con diferenciales muy bajos sobre el eur¨ªbor. Pero en las hipotecas nuevas, no solo hay grandes dificultades para lograrlas (salvo que el vendedor del piso sea el propio banco) sino que adem¨¢s los diferenciales que se exigen son mucho mayores que antes.
Eso impide que los nuevos clientes se beneficien plenamente de la bajada del eur¨ªbor, que est¨¢ cotizando en los niveles m¨¢s bajos de su historia en casi todos los plazos. En particular, el eur¨ªbor a un a?o, que es el que (con la media mensual) sirve como referencia para fijar el coste de las hipotecas, ha marcado hoy su m¨ªnimo hist¨®rico en el 1,202%. Ya en junio cerr¨® en el 1,219%, la segunda media mensual m¨¢s baja desde que existe el euro.
Por esa v¨ªa indirecta del eur¨ªbor, las empresas que tengan pr¨¦stamos referenciados a dicho ¨ªndice, que son muchas, se ver¨¢n tambi¨¦n beneficiadas con la rebaja de los tipos de inter¨¦s oficiales.
Para los bancos, la rebaja de tipos tiene doble filo. Por un lado, les permite acceder a la liquidez del BCE a un precio algo m¨¢s bajo. Por otro, dado que tambi¨¦n se reduce a cero el tipo al que el BCE remunera los dep¨®sitos, se quedan sin esa m¨ªnima rentabilidad para las enormes cantidades que la banca europea (y en menor medida la espa?ola) guardan en la instituci¨®n.
Pero la ca¨ªda del eur¨ªbor est¨¢ castigando su cuenta de resultados, pues se come el margen en toda la cartera de pr¨¦stamos antiguos especialmente los hipotecarios, que se contrataron a largo plazo y con una baja prima sobre el eur¨ªbor.
?Y para el conjunto de la econom¨ªa?
El economista brit¨¢nico John Maynard Keynes compar¨® la pol¨ªtica monetaria con una cuerda. Un banco central puede tirar de la cuerda elevando los tipos de inter¨¦s para frenar una econom¨ªa que galopa desbocada, pero no puede empujar la cuerda cuando entra en recesi¨®n y la confianza se ve gravemente afectada.
En la situaci¨®n actual, la bajada de tipos de inter¨¦s har¨¢ poco por s¨ª misma para impulsar el crecimiento si no se combina con otras medidas. El Banco Central Europeo tiene problemas para transmitir adecuadamente su pol¨ªtica monetaria a los pa¨ªses perif¨¦ricos, los m¨¢s necesitados de su impulso.
Que los tipos de inter¨¦s a corto plazo est¨¦n tan bajos no significa que lo est¨¦n los tipos a largo plazo. La prima de riesgo espa?ola, o rentabilidad extra exigida a los bonos a 10 a?os con respecto a los alemanes, ha vuelto a superar hoy los 500 puntos b¨¢sicos (cinco puntos porcentuales).
Los inversores exigen m¨¢s del 6,6% de rentabilidad por invertir en deuda p¨²blica espa?ola a 10 a?os, y m¨¢s del 5% por la deuda a tres a?os. Para la banca espa?ola, los mercados de financiaci¨®n mayorista est¨¢n cerrados y el recurso al Banco Central Europeo no es suficiente para que fluya el cr¨¦dito.
En esas circunstancias, para empresas espa?olas con id¨¦ntica situaci¨®n financiera que otras alemanas u holandesas, es mucho m¨¢s caro financiarse. La bajada de tipos har¨¢ poco por remediar esa situaci¨®n.
Por eso, muchos economistas creen que la compra de bonos de los pa¨ªses perif¨¦ricos no es tanto un alivio (o rescate) de los Estados con problemas sino, ante todo, la forma de transmitir correctamente la pol¨ªtica monetaria necesaria ante la debilidad de la demanda.
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